Entrelazados

Quince

Capítulo quince.

15

Suspiro esperando a que Kellen llegue, me había despertado y no lo había encontrado estoy sola, es como si una parte de mi se borrara, y no se como explicarlo. Había sentido esto mismo hace algunos cientos de años pero ahora es diferente. Me habían dicho sobre algunas personas pero de ellas no se que recuerdo tenga, las busque por la gran casa pero no había rastro de nadie.

Se fueron, pero ¿quienes eran?.

Solo se que Kellen se había ido hace una semana pero no recuerdo nada de esa semana por lo que no se que pensar, tengo miedo, demasiado, no quiero que Kellen me deje sola menos con este mal presentimiento que no me abandona.

Se enojara.

Sabrá lo que ocurrió hace momentos.

Me impaciento y salgo al balcón con el frío calando mis huesos, suspiro sin saber a donde mirar, solo quiero a Kellen, me siento mal y vulnerable. Corro mi vista de un lado a otro hasta que mis ojos se fijan en un lobo negro, sonrió y sin pensarlo salgo corriendo queriendo estar en sus brazos, mi cuerpo duele desde que desperte y ahora no es la excepción.

Llegó a la planta baja y corro a los brazos de Kellen aferrándome a él con fuerza huelo su aroma a hogar el cual me hace sentir bien en este momento; segura. Acaricio su suave pelaje con mis manos sin alejarme de él, su gran nariz olfatea mi cuello y lo lame haciéndome sentir rara por eso, asqueada mejor dicho.

— ¿Por qué no estabas cuando desperté?, ¿por qué no recuerdo una semana?.

Me alejo de él con mis lágrimas nublaban mi vista, algo sucedió y yo no recuerdo lo que ocurrió. Se transforma y la sangre en su cuerpo se hace visible ante mis ojos ¿qué ocurrió?.

— ¿Qué es lo último que recuerdas?.

Miro hacia otro lado recordando que él cuidaba de mi.

— Tus últimas palabras fueron que era tu deber cuidar de mi pero yo no queria, yo queria cuidar de ti.

Se acerca a mí, y observa cada parte de mi cabeza.

— ¿No recuerdas nada más?.— niego.

— ¿Qué sucede?.

— Nada, solo te había dicho que regresaría en una semana y en ese día cenariamos una rica cena.

Me abraza y hago una mueca por el olor a sangre, lo termino abrazando sintiendo su calor corporal envolverme haciéndome sentir tranquila y protegida. Dejo la preocupación de que sepa lo que hice, algo que todos vieron mal al yo hacerlo, ¿está mal que mate a alguien?.

Kellen lo hace pero no pide permiso o otra cosa solo lo hace.

— ¿Quieres preparar uno de esos tés que aprendiste a hacer?.— asiento en segundos separandome de él, miró su cara y está enojado pero no conmigo.

Camino dejándolo atrás preocupada por lo que sucede sin entender nada al respecto, entro a la cocina y por la puerta veo como él camina tensado y se encierra en la última puerta del fondo, su despacho, algo anda mal.

Agarro una taza e intrigada solo agarro el té que habían hecho para calmar mis nervios, camino agarrando la bandeja con rapidez para ver si algo puedo escuchar. Pongo mi atención en los sonidos que se escuchan pero no logro escuchar, dejo la bandeja en el suelo y abro un poco la puerta sin hacer demasiado ruido.

— ¿Qué hiciste?… Contesta…

Observó con mejor atención que no me mira pero se que puede sentir mi presencia, ¿creo?, su cuerpo tensado solo me hace entender que lo sucedido no es algo que le agrade. Trato de entender qué es lo que sucede o qué fue lo que olvidé en esa larga semana, solo se que estaba con Kellen mientras me acariciaba algo que no quería.

No hago lo que Amelia alguna vez me dijo, él lo hace por mi y yo no quiero eso, Amelia digo que podría aburrirse si yo no hago las cosas que me tocan pero él no quiere eso algo que no me gusta, yo quiero hacer todo pero él me detiene por no “querer dañarme”.

¿Qué ha sucedido?, no comprendo nada aún cuando más quiero hacerlo, no quiero ser un cero a la izquierda por no recordar cosas que pueden ser importantes. Su cumpleaños, no faltan algunas semanas pero he olvidado, si ya pasó su cumpleaños.

Corro hacia donde yo tengo un calendario, en la habitación que es para mi aunque es muy raro que comparte cuarto con él las últimas veces que hemos dormido juntos he dormido bien sin tener sueños raros como en esta última semana.

Él dijo cena, puede que hoy sea su cumpleaños y está enojado porque no lo recuerdo o no me lo recordaron. Leckey puede estar en problemas por eso, él no me ha dicho nada de eso en el poco tiempo en el que lo conocí y es la mano derecha de Kellen, no quiero peleas y a Kellen le gusta matar en debes de hablar.

Eso sería malo.

Sacó el pequeño calendario pero si no recuerdo una semana esto no estará actualizado, necesito ese aparato que siempre Kellen tiene en sus bolsillos. Camino fuera de la habitación y los brazos de Kellen me aprisionan asustándome.

— ¿Estás bien?.— asiento.

— ¿Me prestas tu celular?.

Niega, lo miro mal pero no cambia su rostro serio. Suspiro rendida siguiendo el siguiente plan en mi mente, lo abrazó pasando mis manos por sus bolsillos conteniendo mi respiración por el aroma a sangre. Subo mis brazos sin encontrar nada y me cuelgo en su cuello, me mira seriamente por lo que estoy haciendo y junto mis labios tratando de verme seria algo que no sucede al ver su sonrisa, besa mis labios y por alguna cosa eso me hace sentir rara.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.