Eones

1. EL ESPÍRITU AZUL

       Era un año a comienzos del siglo XXI, que siendo en la noche de los días, un joven principiante andaba en busca de conocimientos, conocimientos de todavía quizá más profundas y hasta oscuras.

Se preguntaba acerca de cómo realmente era el lugar del Infierno o el lugar de Tormentos, infierno o tormento de tanto que se hablaba como el lugar más aterrador, que era un lugar de solo castigo, condenación y sufrimiento, que era o sería para siempre o por la eternidad.

 

Entonces queriendo cada vez en su anhelo de saber, pidió de manera quien fuera, sea ángel, sea espíritu, sea arconte, o demonio, pues si le respondiera su inquietud también le ofrecería de su parte, su reconocimiento sincero de respeto y honor, pero siempre y cuando, cual fuera el caso, pues fuese verdadero por más doloroso le sea la experiencia.

 

Y entonces pasaron unos meses, y de repente alguien que se parecía en sueños, ya estando en altas horas de la noche, casi llegados a la tercera hora de la madrugada, misteriosamente le visitó.

 

A comienzo era abrumador y hasta aterrorizaba su presencia, pero debía ser suficiente y valiente y no perder tal vez así la oportunidad que había estado esperando, días tras días y fecha tras fecha.

 

Se encontraba sólo, muy sólo, y aunque este ser trataba de tranquilizarlo pero aun así no podía contenerse de la sorpresa que le estaba sucediendo.

Entonces fue que después de rato, se armó de valor y seguido se atrevió a preguntarle, pues aunque nervioso y con escalofríos, le preguntó:

 

"¡Señor!

 

¡Dígame, por favor!

 

¿Es usted quien me responderá, una de las preguntas que reservo que inquieta a cualquier mortal, y que las presenté?

 

Siempre eh creído en las posibilidades que ofrece la vida pero también la muerte, y es por eso que siendo una de mis memorias me tiene preocupado, y hasta angustiado.

 

¡Por favor!, no se incomode de mis palabras, y de mi poco conocimiento.

 

Solo quiero no mucho de su vasta comprensión, y así tal vez sea escuchado y también ya respondido".

 

 

Y fue que este ser extraño de apariencia, también de pronto sin demora, le respondió:

 

"¡No, no soy yo!

 

¡Nadie puede hacerlo!

 

Muchos podrían acertar algo de ese lugar, pero nadie puede responder perfectamente de cómo es.

 

Por tanto, tampoco nadie te podría llevar, y mucho menos todavía hacerte volver.

 

Por mi parte te guiaré hasta el punto más cercano hacia ello, al llegar me retiraré y desde ese momento continuarás solo tú, junto a tus propios miedos, para así tal vez descubras si eres capaz por tu cuenta de seguir adelante. Y desde ya también te afirmo, experimentarlo será riesgoso, te pondrás a prueba de ti mismo".

 

 

Estaba asustado como no le había nunca sucedido, pues ni bien terminó escucharle casi renuncia su pregunta, y por último hasta deseó mejor retirarse.

Pero después de ciertos recuerdos y sobre todo de una memoria suya, al final se atrevió y corrió el riesgo de ir con él, pues sería ahora o simplemente jamás.

 

Se sujetó de sí, y entonces este ser empezó a llevarlo, a llevarlo más entre las aguas y aires al lugar que le había indicado, y tenía que ser así para que no pudiera recordar ese camino.

 

Y aunque no había nombre ni de uno ni de otro, este ser tenía parecido a un color azul bastante transparente. Poco se podía notar su color pero su imagen era sin duda de luz, es como decir, era un ser de luz con vestiduras de color semejante al azul.

 

Hubo un momento en el transcurso del recorrido, le vino ciertas sensaciones al joven mortal, y una de ellas fue que, al estar en la espalda de éste ser, empezaba tener sensaciones extrañas de una confianza, de una confianza que jamás nadie creería aun habiéndolo visto, tanto ni imaginarlo, que de repente sintió y seguro también él, de que tenían cierta compatibilidad de una amistad ya existente.

Y fue cuando estaba preguntándose unas cinco veces, y entonces al oírle todo, como si haya leído o escuchado sus pensamientos, asombrosamente le respondió, diciendo:

 

"¡Ten paciencia y no te apures aun en los poco resultados!

 

Ya te darás cuenta si eres alma y no solo alguien de un corazón y una mente…

 

Y como ya lo notaste, pues sí, puedo adentrarme un poco y quizá algo más en los movimientos de tu reforzado pensamiento, pero tranquilo, no digo con esto que deberías tener mucho cuidado, sino solo seguir continuando si tu sinceridad lo permite".




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.