"¿Sabías que las mariposas descansan cuando llueve porque les daña las alas?"
A veces es mejor vivir en soledad que seguir viviendo en ese lugar que lastima, lo que daña ahora cerrará, la lluvia se lleva aquello que nos pesa.
Quién realmente va a quererte nunca va a dañarte, no fue tan malo perderte porque logré encontrarme. Quererme también duele aunque cuando me abrace tan sólo me perdone porque no hay noche que dure eternamente.
Todo ese amor que llevas dentro merece ser valorado. Cuando dejas ir el corazón comienza a latir, te vuelves a encontrar.
Una guerrera llena de heridas, parece loca, pero nunca se equivoca, algún día ya nada le dolerá y será un alma en completa calma.
Hay palabras que son como espadas que hieren el alma, culpo a mi boca por decir cosas que yo no siento que ni siquiera pienso.
Sombras contra las que luchas, callas todo lo que llevas dentro aunque de tanto que has sufrido has aprendido. Sanar por completo y amarte primero, no hay lugar más seguro en el mundo que uno mismo.
Usamos cadenas para no volver a quebrarnos, sólo nosotros podremos sanar nuestras heridas, así como sólo nosotros pudimos sufrirlas, sólo nosotros sabemos dónde van los pedazos.
No somos tan distintos a aquello que nos hizo daño, la herida la estamos generando desde adentro. No eres culpable del daño que te hicieron todos estamos expuestos a resultar heridos.
Tener la posibilidad de dañar a quién te lastimó, la mejor forma de sanar es renunciando a tu derecho de lastimar a quién te hirió.
Somos nuestras propias piedras en el camino, somos nuestras propias naranjas completas, son nuestras propias partes las que debemos colocar en cada pieza.
¿Quién me salva a mí?
¿Dónde estoy para salvarme?
¿Cuidarás mi corona?
Atte: una noble y audaz guerrera que se la vive poniéndose de primera.