CAPITULO 22

Lorena

Mi madre me ha enseñado en tener fuerza, en no tener miedo hacia ningún hombre. Eros se parecía a él, me imaginé tantas cosas en mi cabeza.

Eros Pregonas me hace débil, me enamore de el sin conocerlo cuando me entregó ese chaleco me sentí feliz pero al mirar su expresión, su furia, me sentí inferior a él.

Hago las maletas de una buena vez, haré lo que me pide sólo por protección hacía mí. Joder, secó las lágrimas de mi rostro para que nadie me vea llorar. Entran a la  habitación sin tocar la puerta.

Hija ¿Que estás haciendo? - pregunta mi madre mientras se acerca a mí.

Me mudare a la habitación de Eros - explico y ella me mira confundida.

Que paso en esa oficina? - me pregunta con una voz fría y brazos cruzados.

Nada, mamá no preguntes más, soy la vieja dama de él y tengo que actuar como tal - me salen las palabras con una voz quebrada.

Sabes que estoy aquí, puedes hablar conmigo cualquier cosa - me dice y asiento callada.

Iré a ver para cenar - dice, se acerca a mi y me besa mi frente.

¿Le cuento a mamá lo sucedido?

Termino de empacar y me voy hasta su habitación, me quedo toda la tarde adentro como el me ordenó. Los recuerdos de mi ex novio se hacen presentes al recordar las palabras de Eros.

Me acuesto en la cama, comienzo a sollozar, estoy en la misma situación, en la misma relación que tuve, cierro los ojos por el cansancio, escucho que se abre la puerta y cierran, me hago de la dormida, me pongo en alerta en todo momento. Se acuesta a mi lado, me tenso al notar que me abraza por detrás.

Lo siento, Lorena. Lo siento tanto, pase mi límite, no puedo volverme débil ante nadie - susurra en mi oído Eros. No quiero verlo ahora.

Te quiero Lorena, tu no te irás de mi lado, eres mía, mi vieja dama, mi mujer. no quiero hacerte daño o darte un castigo - continúa, el sabe que estoy despierta pero igual me mantengo en mi lugar, no abro lo ojos, siento que se aferra más a mí.

¿Que debo hacer?

Día siguiente...

Mis ojos se sienten incómodos por la luz del sol, me levanto de la cama, observo que Eros duerme como un niño. Me voy hasta el baño, hago mis necesidades y entro para darme una ducha rápida. Me siento tensa que sentir sin darme cuenta el tacto de Eros, me doy la vuelta con furia.

¿Ahora me obligaras a hacerlo contigo? - pregunto enfrentándolo, me zafo de su agarre, no quiero que me toque.

Lorena yo...- interrumpo levantando mi mano.

Excusas no quiero escuchar Eros, eres como él. Me arrepiento de ser tu vieja dama en este momento - hablo con voz quebrada. Salgo de la ducha de inmediato, me envuelvo con la toalla y me visto.

Tengo que escaparme de aquí cuanto antes.

***

Continuará...

El pasado de Lorena conoceremos en el siguiente capítulo.