Capítulo cuatro

Te gusta. 

Camino nerviosa con la nueva ropa que Ivanna me hizo poner desechando mi sudadera rosa y mis hermosos jeans rasgados. Pero aunque sea algo que no uso siempre me siento cómoda con el hermoso vestido que tengo puesto. 

— Ya tenemos todo y eso es algo perfecto, Abdel te vendrá a recoger a la casa de mi hermana por lo que podrás calmar tus nervios por algunas horas. 

Asiento aún pasando mis manos por el corto vestido nerviosa, nunca me había vestido con algo así o visto así en mi vida. Creo que la muerte de mis padres me afectó de cierto modo, sin ellos nada fue igual, tuve que vivir por mi misma y aprender cosas, vivir asustada de todo por mi especie que cualquier mínima cosa le asusta  o intimida. 

Ellos siempre me hacían sentir tranquila y libre de ser en la casa, ellos siempre me hacían querer para no dañarme a mí misma como otros lo hacían, siempre me trataron bien pero lastimablemente ya no están a mi lado. 

Abdel siempre fue mi gran salvación al tratarme bien y no hacerme a un lado, al decirme halagos los cuales no me quitaban la sonrisa con lo otro que me decían los demás, él siempre estuvo ahí para mí aún cuando le era difícil a veces. 

— Le gustará estoy segura. — me susurro alentandome. 

Para que se vuelva realidad y él no me rechace este nuevo estilo, quiero ser lo que nunca fui por siempre estar en mi mundo tratando de recordar a mis padres cuando me decían que era buena niña, mi madre siempre compraba la ropa que me quedara mejor y por mi tamaño a veces es difícil.

El frío que choca con mi piel cuando salimos haciéndome temblar, no fue buena idea, Ivanna me mira y solo niega sonriendo, sonríe de igual forma y alza su dedo pulgar con una gran sonrisa. 

— Te compre ropa un poco más convencional para el invierno pero esa ropa no te quita lo sexy que te ves ahora, te verás bien en las fiestas familiares. — me sonrojo, Phill abre la puerta del auto dejándonos entrar. 

— No crees que es algo... 

— No, con esta ropa dejas ver las cuevas que tienes que antes no las dejabas ver, tienes nuevas pijamas por lo que puedes usarlas pero no tires la ropa que tienes ya, a veces hay que ser tierna para tener lo que quieres. 

Asiento, mi celular vibra distrayéndome y sonrió al ver el mensaje de Abdel. 

—Estas bien—

—Estoy bien, ya saldrás de tu trabajo—

—No te preocupes, no tardaremos en ir por ti—

Sonrió. 

—Apenas vamos para la casa de Luna y Alpha—

Le informó queriendo que dure aún más la conversación, sus conversaciones siempre duraban segundos y solo decía algo, y se desconectaba. 

—Si tienes hambre solo dilo y te darán lo que pidas—

—Esta bien ;)—

—Tengo que irme—

Frunzo mi ceño pero no puedo pedir más de él, él siempre ha sido así aunque quisiera durar más de un minuto en una conversación con él. 

—Bye, te voy a sorprender :)—

—;)—

Guardo mi celular con una gran sonrisa, miro por la ventana y me altero cuando Phill se detiene. Ivanna me mira y solo me calma, comienzo a transpirar ligeramente asustada por lo que sucedió. 

— Señoritas pueden ponerse el cinturón debemos de llegar rápido a la casa alguien nos está siguiendo. — tragó duramente el nudo en mi garganta aún más asustada, me pongo el cinturón de seguridad al igual que Ivanna. Phill da un asentamiento y acelera con velocidad. 

Giro mi rostro cerrando mis ojos, comienzo a escuchar disparos y tapo mis oídos por el dolor que el sonido me provoca. Me encogí en el asiento y respiró profundamente para no estar como una magdalena.

¿Qué sucede?. 

El auto se detiene, y siento mi cola salir por los nervios. Abro mis ojos que se habían cerrado sin darme cuenta.

— Será mejor que le hables a Abdel, estuvimos a punto de morir o ser secuestradas. — asiento, apartó mis manos de mis oídos y agarro mi celular. 

Ivanna baja del auto asustada y lo se porque su cola sale de su blusa, veo a Luke abrazarla con rapidez y decido salir del auto. Esperando a que Abdel responda mi llamada, tiemblo en mi lugar de solo pensar en lo que acaba de pasar.

Mis piernas tiemblan y camino pegada al auto, me siento en las escaleras sintiendo mi mundo dar vuelta, asustada. Jugueteo con mis manos nerviosa esperando que él conteste pero solo escucho el común “está fuera de servicio”. 

— ¿P-por qué sucedió esto?. — murmuro nerviosa. 

— Será mejor que entres la cuñada preparó chocolate caliente para ambas, — siento la mano de alguien más en mi hombro y me encojo en mi lugar, asiento volviendo de mi estado de shock. — Abdel ya viene para acá le llame a la oficina porque se quedó sin batería su celular. — alzo mi vista mirando a Luke. 

— E-esta bien. — me ayuda a pararme y me ayuda a caminar por mis piernas débiles piernas que se niegan a dar un paso por lo que ha ocurrido. Tiemblo sintiendo miedo aún, llegamos a un sillón y me deja sentarme ahí, veo a Ivanna sentada en otro sillón con una taza en manos envuelta en una manta dándome a entender que a eso se refiere con a veces dejar que te vean tierna.