Eres Mía

Capítulo trece

 

Duerme

Giro mi rostro observando mi panorama, paso mis dedos por la gran marca en mi cuello y sonrió inevitablemente. Paso mi brazo por la cama sintiendola fría, me hago bolita en las mantas y espero paciente mirando la puerta. 

La luz que apenas entra al lugar me hace ver con más claridad las cosas, temerosa y aburrida me incorporó en el piso comenzando a caminar. 

Agarró el pomo con manos temblorosas y salgo de la madriguera, me estiró somnolenta subiendo los escalones. El rico olor a comida recién hecha me envuelve haciéndome sonreír. 

Corro abrazando a mi Alpha, Abdel se da la vuelta en mis pequeños brazos cargando me para depositarme en el mesón. Besa mis labios con una hermosa sonrisa que solo causa nervios en mí. 

— Oh, mi bella conejita. — me sonrojo inevitablemente sintiendo los besos de mi Alpha por todo mi rostro. 

Se aleja de mí regresando a su puesto, trato de olfatear un poco más pero mi mal olfato me lo hace imposible, miro su musculosa espalda rendida y lamo mis labios. Mi cuerpo tiembla cuando hace algún movimiento haciendo que su hermosa espalda marque sus músculos, sus hermosos y grandes brazos. 

— Alpha... — brinco dándome la vuelta dejando a vista mi trasero listo para mi Alpha, un valor inmenso me invade por todo mi cuerpo y la comezón insaciable en mi entrepierna me hace doler. — por favor. 

Siento las grandes manos de mi Alpha apretando mi pequeño trasero, mis ojos se cierran con pequeños jadeos al sentir arder mi piel con cada toque de mi Alpha. 

— Pequeña porque no me informaste de tu celo. — jadeo al escuchar su ronca voz. Mi colita sale por los temblores que sus manos dan a mis piernas, mis piernas flaquean  cuando los dedos de Abdel tocan mi cola esponjosa. 

Jadeo por las sensaciones que mi pequeña colita envía a todo mi cuerpo, Abdel agarra mi cadera con firmeza enviando pequeñas cosquillas dolorosas a mi cuerpo. 

Mi sexo chorreante pide ayuda por lo palpitante que esta esperando que mi Alpha atienda cada parte de mi cuerpo, mi mente me susurra que este celo es más doloroso que anteriores que he tenido. Siento la respiración pesada de mi Alpha en mis posaderas provocando punzadas en mi centro adolorido por su falta de atención. 

Su respiración baja a mis muslos los cuales agarra y los besa con suavidad haciendo temblar mis piernas, hace a un lado mis húmedas panties dejando mi coño a su vista, sus dedos suben provocando gemidos insaciables. Suspiro con pesadez en un momento de claridad, mis ojos se ponen blancos cuando siento la lengua de mi Abdel, soy volteada con rapidez por mi Alpha que besa mis labios castigandome. 

— Tu aroma solo me droga desquiciandome. — tiro mi cabeza hacia atrás cuando sus escurridizas manos atacan mi centro haciéndome ver maravillas, muerdo mi labio inferior. Recargo mi espalda en el frío mesón tirando algunas que otras cosas. 

— ¡Alpha!. — chilló cuando sus dedos se introducen en mi húmedo interior haciendo más duradero el placer que me hace sentir su húmeda y caliente lengua. 

— Bolita de nieve. — abro mis ojos mirándolo directamente con tanta pasión y lujuria. Escuchar su voz ronca y rasposa me hace temblar con espasmos, se inclina hacia mí besando su marcha dándome descargas eléctricas. 

Muevo mis caderas pidiendo a gritos que apacigüe mi dolor y deseo con su gran trozo de carne, — Abdel. Sí. Sí. — se desnuda ante mí dejando seca mi garganta, se acerca a mi cuello y lo besó, me muerde dejándome la marca de sus caninos en mi clavícula. 

— Quiero galletas. ¿Me haces galletas?. — niego, el ardor en mi interior todavía sigue y no quiero dejar a mi alpha. Solo quiero que me deje en cinta y lo voy a lograr, beso su pecho desde el comienzo de su ombligo subiendo hacía su rígido pecho. 

— Te las daré cuando quede satisfecha. — me voltea agarrando mis manos dejándolas arriba de mi cabeza. 

— Te llenare hasta dejarte satisfecha. — besa mis mejillas bajando a mi cuello, besa su gran marca provocando espasmos en mi intimidad. 

— Alpha, por favor.. 

Pasa su lengua por mis erguidos pezones rosáceos estremeciendome. 

— Así no hermosa. — suspiro con vergüenza por lo que me obliga a decir. Mira mis ojos esperando que lo diga, pasa su virilidad por mis pliegues resbalando por lo húmedo de mi coño. Gruñe en protesta y rendida por el deseo lo digo. 

— Tu conejita quiere que la folles, Alpha. — miro su sonrisa en su rostro lo que lo hace ver tierno. Me embiste con fuerza haciéndome temblar, agarro las mantas entre mis manos cerrando los ojos jadeando. 

Siento cada uno de sus besos que son repartidos en mi cuerpo, arqueo mi espalda cuando deja una mordida en mi hombro. Gimo y jadeó sintiéndome satisfecha al tener la semilla de mi Alpha en mi vientre. 

— Abdel... — besa mis labios distrayéndome, sigue con sus embestidas llenando mis  con más de su semilla exquisita. 

Dejó la bandeja de galletas en el horno con una pequeña sonrisa, paso mi mano por mi vientre satisfecha sabiendo que pronto puede y tenga unos cachorros sanos para mi Alpha. Solo necesito esperar y si no tengo suerte en mi próximo celo la tendré. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.