Eres mía, mi fresita; Libro 2

Capítulo 1

| |


| |

El aire frío que paso por su alrededor le asusto mientras miraba como el cielo se oscurecía, recordó de su abuela que cuando eso ocurría era porque alguien había abandonado aquel mundo injustamente. Bajo su mirada y prendió una vela para ayudar a aquella alma iluminando su camino. Cerro sus ojos por un momento antes de volver a continuar con su estudia, si lograba tener la puntuación perfecta podría graduarse con honores de su universidad.

Acomodo sus lentes siguiendo con sus estudios dejando a un lado su curiosidad sobre como podrían estar las personas cercanas a ella por esta repentina oscuridad a su alrededor.

Mientras ella estudiaba en la casa de Theo todo se había vuelto gris para él, ya no sentía aquella calidez de su rosita en su corazón, se negó a creer que aquello fuera real, miro a la mujer que entro en su despacho, imagino que ella era su luna querida, pero al contrario era la bruja de la manada.

— Alfa, tengo devastadoras noticias...

Su mente se nubló sin poder seguir escuchando aquello simplemente se perdió en su soledad, ¿cómo podría imaginar un mundo sin aquella conejita?, olfateo lo que más pudo en su alrededor, pero hasta el leve aroma que él sentía con fuerza había desaparecido.

Su olfato se perdió, no lograba oler ningún aroma posible y simplemente cayó indefinidamente. Todo parecía no tener color al escuchar que su conejita fue encontrada sin vida en los territorios prohibidos del sur, miraba a todos a su alrededor llorar, pero él no tenía emoción alguna.

Poco a poco fueron dejándolo solo mientras cada quien intentaba luchar contra aquel duelo inesperado. Su madre lo miro sin aun creerlo, ya que ella era la más esperanzada en que su nuera volviera, puesto que había dicho que en donde estaba, ella no sufriría ningún daño.

Tanto le había prometido a ella que sería siempre su héroe y la salvaría de cualquier peligro, pero ha fallado en su promesa.

Enfrente de él apareció Giovanna que le dio un abrazo intentando que su hijo volviera en sí de aquella tristeza grande que ella sabía él sentía en ese momento, su madre lloraba culpándose de que en ese momento no estuviera el primer amor de su hijo.

— Es mi culpa, ¿verdad hijo? 

Aquel llamado lleno de culpa hizo que su chocolatito regresara para mirar a su madre en un pésimo estado, eran los únicos en aquel despacho por lo que su padre ni siquiera se había dado cuenta de que su pareja lloraba con fuerza en los brazos de su hijo por lo que cree es su culpa.

— No... mami no lo es. Tú solo hacías caso a su petición. — Ella negó llorando aun con más fuerza, Theo la ayudo a sentarse por el peligro de que ella sufriera de algo por aquel fuerte golpe.

Era un cambio emocional tan fuerte que ella podría perder a sus gemelos.

— Prometí darles una vida feliz a todos ustedes y ahora he fallado, soy la peor mamá del mundo, hice que tu destinada muriera.

Esas palabras hicieron que Theo llorara, no entendía el porqué había tardado tanto en entender que Alycia ya no estaría en su vida, y ver como su madre desesperadamente se echaba la culpa de aquello no le gustaba para nada.

Giovanna ni siquiera miraba a su hijo mientras cubría su rostro con sus manos, se sentía mal por lo que hizo mientras que su hijo sufriría en soledad.

— Mami... — Theo agarro el rostro de Giovanna delicadamente, con su pañuelo limpio las lágrimas de su madre antes de abrazarla con fuerza y besar la nuca de ella para tranquilizarla. — Lo que ocurrió no es tu culpa, tú no la mataste ni mucho menos eres la peor madre, soy el hijo con más suerte del mundo por tener a una mamá como tú. Y Alycia, solo te pidió que guardaras el secreto de donde ella estaría.— Su madre negó queriendo alejarse de él por no sentirse del todo estable. — Por favor, no quiero que tú te eches la culpa de algo que tú no has hecho mamá.

— Pero yo...

No logro decir todo lo que quería decir por su llanto, intentaba calmarse por su hijo que la amaba mucho, creyó en sus palabras y se sintió calmada al pensar más en las palabras que él le decía.

— No soportaré si te sigues echando la culpa de aquello. — Asintió un poco, sonrió mientras Theo le pasaba un vaso de agua. Todos aceptaban que los cambios de su mamá por embarazo lograban ser muy fuertes. — Y recuerda necesitas estar tranquila, ¿qué pasará con Evelin y Eva?, necesitas cuidarte si quieres que ellas dos nazcan sanas, mamá.

— Te eduqué bien, pero aun así estoy muy mal por lo que acaba de pasar. ¿Tú estarás bien?

La respuesta de Theo nunca llego, simplemente él no sabía como responder eso, ya que por primera vez no sabía que hacer.

— Tampoco quiero que tú te eches la culpa chocolatito, estoy segura de que Alycia ya se encuentra en moosnky junto a otros buenos hijos de la diosa luna. No quiero que nada te pase a ti, me culparía si te perdiera a ti también, rebanada de fresa.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.