¡eres mío!

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JIMIN.

 

Este definitivamente no era su día de suerte, no solo había llegado tarde a su trabajo sino que ahora su madre se había quedado sin medicinas. No importaba cuando trabajara o cuantos trabajos tuviera, el dinero nunca le alcanzaba, talvez si fuera un Alfa tendría más oportunidades, pero no lo era, solo era un Omega y no eran muchos los lugares en los que estaban dispuestos a contratar a uno y mucho menos si no tenía experiencia laboral o sus estudios completos.

Cuando tenía 15 años su padre murió en un accidente de tránsito, desde entonces su madre había enfermado grabemente, era consciente de que sin la cara medicina ella no estaría viva, pero ya no podía pagarla; trabaja todo el día, sin importar lo cansado que se sintiera, pero estaba llegando a su punto máximo, ya no podía más.

 

 

Camino de un lado a otro con algunos tragos y limpiando algunas mesas hasta que la voz de su mejor amigo llamo su atención. 

Jimin, te buscan en el segundo piso, ya sabes. Era lo mismo cada noche, aquella Alfa asistía todos los días y solo dejaba que Jimin la atendiera, no sé quejaba nunca, pues era amable con él y además siempre le daba buenas propinas, pero su insistencia en aquel tema le incomodaba.

 

Camino rápidamente hacia arriba y se acercó a la mesa haciendo una reverencia. –¿Qué desea tomar señorita Celeste?

 

Lo mismo de siempre dulzura. –Jimin asintió ligeramente para después anotar el pedido, trato de irse lo más pronto posible pero entonces ella lo detuvo. – ¿Si has pensado en lo que te dije? Jimin, es tu oportunidad, solo piénsalo, si aceptas podrás pagar la medicina de tu madre, hazlo por ella.

 

Mordió su labio con algo de fuerza y la miro por algunos segundos, era una locura, no quería entregar su cuerpo a un desconocido, sabía que necesitaba el dinero con urgencia pero se llenaba de asco de solo pensar que su pequeño cuerpo sería tocado por un Alfa.

 

Creo que debes considerarlo Jimin, te estoy ofreciendo 50.000 dólares solo por pasar una noche con mi hermano, es bastante dinero y se lo que necesitas. –Dio un suspiro pesado y asiento ligeramente, al menos debía pensarlo.

 

Lo pensaré, permiso – Murmuró ligeramente antes de ir por los tragos, Jimin no era un prostituto, pero estaba tan desesperado que incluso vender su cuerpo podría llegar a convertirse en una opción.

Había conocido a la señorita Celeste en este bar, ella se intereso en el pequeño rubio al momento en que lo vio, pero definitivamente no lo quería para ella, sería un pequeño "regalo" de cumpleaños para su hermano, lo único que faltaba era que Jimin aceptará.



#3347 en Fanfic

En el texto hay: omegaverse, sufrimiento y amor

Editado: 25.01.2022

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