S E I S

|C A P Í T U L O: S E I S|

Desde que entraste al colegio dejé mis intentos fallidos de prácticas para aprender a jugar futbol, lo que no se me daba para nada y lo dejaba bien claro en el campo. Es que mi pasión siempre había sido el voleibol, amaba con locura ese deporte porque me hacia escapar de la oscura realidad que vivía. De hecho a nadie se lo había contado pero asistía en mis tiempos libres a entrenar en un equipo donde los únicos del sexo masculino éramos yo y otro chico que era abiertamente homosexual.

Creía que el sitio que encontré era el lugar perfecto en el que podría verte cada día con tus amigas y tú no ibas a darte cuenta de mi presencia. Me preguntaba miles de cosas cuando te observaba a lo lejos, e intentaba responderla con teorías que al final eran eso. La necesidad de acercarme a ti me iba pudiendo pendiendo de un hilito quebradizo para hacerlo.

Iba a acercarme cuando un día que estando en mi ya acostumbrado lugar favorito, donde podía verte sin que mi mirada te incomodara, vi en tus manos algo que causó un furor exorbitante: una bola de volei , y como después señalizaron con tiza una especie de malla para jugar. Gritaste al ambiente si alguien quería sumarse pero todos no te prestaron atención; ya al ver que el juego se tornaba entretenido ya si quisieron meterse. No sabes cuánto deseé acercarme, pero los nervios de lo que pudiera pasar me encadenaban a donde estaba. Sería raro dos varones cuando todas eran mujeres. Pronto los chicos se amontonaron alrededor pitando a las chicas, que respondían juguetonas con sonrisas y miradas cómplices. 

Disfruté aquel partido como ninguno en mi vida y eso que había visto demasiados en la T.V. La razón era obvia: fue por ti. Me entusiasmaba cada vez que el equipo del que formabas parte anotaba un punto y tú no perdías la oportunidad de saltar alegre y vociferar cosas graciosas con movimientos que te secundaban; la sonrisa boba que me sacabas ni el día que fuera más pésimo de mi nefasta existencia conseguiría arrancármela tan fácil de la cara. En el mismo grado no sabes cómo compartía tu frustración y coraje cuando un movimiento no salía cómo querías o alguien se equivocaba dando puntos al equipo oponente. Te vi dando órdenes, te lo tomabas muy en serio aquello. Supe que compartíamos la misma pasión, ¿quién lo diría? Fue en ese momento con esas cosas tan insignificantes, cuando me di cuenta que en verdad me importabas más de lo que debería. 

Quise correr cuando a la hora de la salida escuché que tu mejor amiga me llamó a mi espalda, haciendo que me detuviera en seco, no le presté atención a lo que me dijo cuando en mis manos estaba un papel de cuaderno doblado a la mitad y su presencia había desaparecido de mi vista. Volteé a todos lados pero no la vi en ningún lado. Pensaba lo peor, maquinaba que detrás se encontraba algo que no quería leer. ¡Qué equivocado! Me pregunté por qué tu mejor amiga me había entregado aquello, quizás necesitaría un favor de mi parte relacionado con clase pero le daba pena pedírmelo. Sin embargo, no compartía ninguna clase con ella. Por lo que mis alarmas se tensaron por la confusión que estaba empezando entrar a mi organismo como un virus debilitando mi sistema de defensas. 

No fue hasta que por fin la abrí, que el corazón comenzó a latirme inquieto por la caligrafía de dicho destinatario:

Tú.  

***

NOTA DE AUTOR: ¡Holaaa, mi gente de Booknet! ¿Cómo están? Espero que bien, donde quiera que se encuentren. Espero estén llevando este confinamiento de la mejor forma posible, invirtiendo su tiempo en cosas que les contribuyan, pasando tiempo con sus familias y por qué no con ustedes mismos también. 

En otro ámbito, ¿les gustó su regalo de ayer? Espero que sí, porque fue con mucho amor para ustedes que me leen. No sabes como a veces me gustaría adelantarles la novela a como va en Wattpad, pero ya con esas dobles actualizaciones que les hecho, vamos tomando paso. 

Ya este capí va a hacer posible la primera interacción de nuestros protagonistas, ¡lo cual me EMOCIONA MUCHÍSISIMOOO, gente! Ya en la otra parte sabremos que dice dicha carta que le mandó el otro chico, su nombre y una sorpresita más que sé que les gustará. 

Acabo de venir de Wattpad, es que verán: las preguntas que pongo aquí, son las mismas que he puesto por allá, lo contactarán si van. ¡Y me topé con la MARAVILLOSA NOTICIA de que ya LLEGAMOS a la META de 100 LECTURAS! ¡Me hace muy felizzz, gente! Y más que se cumpliera antes de entrar a la otra semana, ayer pensé que no llegaríamos antes... pero lo hicimos. Debería dar las GRACIAS por allá pero también lo quiero hacer por aquí: hasta ahora 65 hermosas personitas se han pasado por esta historia y se los agradezco. Como lo hice por Wattpad, lo haré igual por aquí, les propongo un reto: Si llegamos lo más rápido que se pueda, les publicaré a cambio una ¡DOBLE ACTUALIZACIÓN! Así que ayúdenme con eso, que su recompensa viene segura.  

La preguntita del hoy es:

¿Le han mandado o dado alguna carta a alguien describiéndole lo que sienten? Espero sus respuestas. Lxs estaré leyendo. 

En mi caso, yo sí he dado a algunas personas, aunque con eso no he conseguido lo que he querido, pero bueno, eso es historia aparte... Si a ustedes les gusta muchísimo una persona y les da mucha vergüenza declarárseles, es el momento de que reunan el valor y se den el beneficio de la duda, ya si esa persona no siente lo mismo, no es tu culpa. Lo importante es que te atreviste, fuiste valiente y no todas las batallas se ganan pero sí que aprendemos de ellas. Además, Sofía Castro (una YouTuber colombiana súper famosaaa) dijo en un vídeo de respondiendo preguntas de sus fans, que ellas con las dos relaciones que ha tenido, ha sido ella quien da el primer paso. Y dijo algo que me pareció bastante curioso y es "al confesarle tus sentimientos a la otra persona, lo dejarás pensando en ti, con esa espinita clavada ahí dentro". ¡Y es verdaddd, gente!