O C H O

|C A P Í T U L O: O C H O|

Aunque la bocina sonó un par de veces más no hasta que mi mamá bajó la ventanilla y vociferó mi nombre tan fuerte, que algunas de las personas alrededor miraban curiosas a nuestra dirección, fue ante ello que salí de mi ensimismamiento, arrastrando mis pies con la vista enfocada en mis pasos al moverse. Al cerrar la puerta del carro y  toparme de cara con la expresión no "muy amigable" de mi madre fue que salí por completo de mis pensamientos al mundo real.

Mientras iba mirando por la ventanilla perdido en cosas que no me daba tiempo suficiente a observarlas, tus palabras se colaron sin aviso reproduciéndose de fondo en mi mente arrancándome un centenar de sonrisas involuntarias.

No fue hasta al voltear para buscar en mi mochila que estaba al lado de mí tu carta, que una mirada acusadora me sorprendió. Me sentí avergonzado tornándose mis labios en una linea recta.

—¡Uyyy, caramba! ¿Qué le pasó que está muy sonriente, si se puede saber? —cuestionó jocosa la mujer que iba a mi lado con sus manos apoyadas en el volante.

—Nada —dije lo más neutral posible, restándole importancia al tema. Mi vista volvió hacia fuera. 

—¿Sabes, David? —Volteé mi cabeza sin disimulo—. Con esa sonrisota así mismo como la que tenías hace un momento, me traía tu papá años atrás. ¡Qué tiempos esos! —Cierra sus ojos y de su boca sale un suspiro soñador—. ¿Así que quién será la afortunada que le robó el corazón a mi Davidsito? —Quitó una mano del volante para ponerla en mi mejilla. Me aparté como de su tacto como si quemara.

—¡Mamá, ya estoy grande para tus mimos y apodos! Soy un hombre en todo el sentido de la palabra —declaré demandante. Por su mirada surcó ironía y supe que diría algo incómodo. ¡La conocía tan bien! A veces parecía más una hermana mayor que una madre

—¡Ay Davidsito! Podrás haber crecido y te crees todo un hombre como dices... pero, que no se te olvide que mami vio ese pipicito... —No termino porque una carcajeada salió sin filtro—. Ya, ¡es broma! —Rodeé los ojos, pensando que todo quedaría ahí, sin embargo, mi mamá una vez que empezaba algo no se detenía hasta verlo concluido.

—Cuando estaba así de pequeñito —Ejemplificó con mofa juntando sus dedos pulgar e índice.

—¡Mamá, por Dios! ¡MADURAAA! —Fruncí el ceño negando en desaprobación —. Ni pareces que estuvieses...

—¡Hey! Cuidado que nadie se debe enterar de que estoy entrando a los cuarenta. Siempre estaré en los eternos 35. No ves que los años, mantienen intacta a esta fruta, que siempre tendrá que ofrecer.

Mi madre y sus fuertes declaraciones, que a veces me colgaba  para burlarme un rato de ella.

—¿A quién te vas a ofrecer, mother? —Sus ojos me miraron sorprendidos, y supe que lo que dije, no se lo esperaba. No podía cantar mi victoria, porque mi mamá nunca se dejaba derrotar, siempre sacaba un AS bajo la manga.

—Para tu padre, chamaco, y para la nuera cuando me la presentes, para que no hable después que los años se me notan demasiado  —Si esto fuese una batalla de RAP, con aquello que me tiró hubiese armado un escándalo si hubiese gente escuchando nuestra conversación.

Sentí el aire pesado y una tensión abriéndose paso en mí, salvándome que ya nos encontrábamos cerca de mi casa. Respiré aliviado cuando abrí la puerta y salí del asiento que ocupaba.

Cuando cosas como esas salían a relucir, me arrebataban el poco valor que iba almacenando para confesar un día esa verdad —que algo me decía—: no sería para nada bienvenida.

¿Cómo le decía a mi madre, que en lugar de una nuera como ella pensaba... a su hijo lo desvelaba tener un yerno?

Dolía tener que sobrevivir a costa de que constantemente evades algo que es tan parte de ti que ni con la muerte se deshace.

***

NOTA DE AUTOR: ¡Holaaa, mi gente hermosa y querida de Booknet! ¿Cómo están? Espero que bien y sino descuiden que aquí tenemos nuestro refugio favorito, que es la lectura, para salvaguardarnos cada vez que queramos. Aprecio tenerlos por aquí como cada día en el que no he parado de actualizar, recuerden que son diarias las entradas. Tengo tantas cosas por decirles…

Diculpen por la tardanza con la actualización de hoy pero es que despertarme sin luz eléctrica me cambió los planes. Me la pasé despierto literal hasta las 5:00 a. m. y vine a coger un sueño como a las 7 más o menos y ahí había luz, por lo que cuando me despertéa las 11 me topé con la no agradable sorpresa. En verdad me iba a pasar de esta hora que les comenté, sin embargo, mi tía me despertó porque me vinieron a visitar sin esperármelo mis tres mejores amigas de la UNI. A pesar de que me pasé tres meses sin querer hablar con ellas, estaban ahí visitándome para hablar conmigo, ver que me pasaba, arreglar las cosas. ¡Las extrañaba como tienen IDEA, gente! Son de las personas que ocupan un espacio imborrable en mi corazón. Son las tres personas que me han demostrado que la amistad va más allá de un salón de clases, de tareas. Que un verdadero amigo esta en las malas pero más en las peores. En serio cuando les digo que no merezco su amistad. Esa que me han ofrecido a viento y marea. Ellas son más que mejores amigas, son hermanas de otras madres. Mi familia elegida, quienes me han apoyado cuando nadie lo ha hecho estando para mí cuando todo se cae a pedazos. Que se vayan todas las personas de mi vida que tengan que irse pero que nunca lo hagan ellas. Este capí se los dedico: Hey, Alba y Anabel. ¡Gracias por la sorpresa tan hermosa que me dieron! ¡Graciasss mis niñas! Y si algún día leerán esto, siento por todo lo que les he hecho pasar en este último tiempo. Gracias por todos sus dulces, creo que sufriré de diabetes más adelante pero no va a pasar nada para que me los coma uno detrás de otro. Lo que más me gustó fue la sorpresa que descansaba debajo de los dulces. ¡No saben cuánto quería ese librooo! Graciasss, se la comieron bien comía con ese obsequio. Espero leerlo y no postergarlo.