Capítulo 2
Se adentraban cada vez más profundo en el bosque, los caballos galopaba sin cesar tratando de huir de ese aguacero que les provocaba una tristeza en el alma que parecía como si la lluvia estuviera hechizada haciéndolos sentir tristes.
De pronto en el medio del bosque apareció una cabaña en la cual milagrosamente no llovía se apuraron a bajar de los caballos y se dirigieron a la puerta tocando con fuerza por si adentro había algo, se escucharon sonidos bajos de tristeza y el príncipe Rory le pidió a los Bron, Luke y Charles que le abrieran la puerta. Estos obedecieron al pequeño y al ingresar al lugar se quedaron fríos como una piedra. En un catre había una hermosa mujer de cabellos castaños muerta y sosteniéndole la cabeza mientras lloraba y acariciaba a su madre se encontraba la más preciosa niña que los ojos de todos estos pudieron ver. Alzó la mirada viendo a los hombres parados frente a ella y del príncipe Rory salió un jadeo de sorpresa y fascinación al ver los ojos verdes más hermosos antes visto. En ellos se reflejaba el verde profundo del bosque y la sabiduría de la tierra la niña suavemente se paro acariciando por última vez el rostro de su madre, ya parte de la tierra y se acercó a los hombres mirándolos sin miedo a pesar de su aspecto ya que los tres hombres mayores eran gigantes, dos de ellos tenían varias cicatrices en la cara y tenían aspecto de ser los hombres más peligrosos que alguna vez alguien vería, y si bien Rory aún era pequeño se vislumbraba rudo y grande para su edad debido a los excesos de entrenamientos estipulados por el rey
- Mi madre antes de partir a ser parte de la tierra me dijo que vendrían a buscarme y debía irme con ustedes.
Los tres hombres mayores y el pequeño Rory se quedaron estupefactos ante lo que la niña les planteaba.
- Quien es tu madre pequeña? Pregunto Charles?
- Anabeth. Les contestó la niña girando la cabeza para mirar a su madre con el dolor más profundo reflejado en los ojos
Entendieron que la niña es hija de la bruja que les mandaron a buscar y como no podían llevar a la madre al menos se llevarían a la niña quien también era hija del rey Ruidra. Su rey se pondría sumamente contento con el giro de los acontecimientos porque la niña parecía llevar magia en su interior.
- Cómo te llamas pequeña. Esta vez fue Bron quien pregunto ya que desde que la vio por primera vez quedo embelesado con la belleza y sabiduría de la pequeña.
- Erín. Contesto sin miedo cosa extraña ya que habitualmente hasta las mujeres les huían por su tamaño, pero la pequeña no solo no les temía, sino que hasta parecía haberlos esperado.
- Muy bien Erín. Le daremos sepultura a tu madre y descansaremos para mañana marchar rumbo a casa
- Las hadas se encargarán de ella. contesto la pequeña con los ojos llenos de lágrimas, sorbiéndose la nariz.
Los hombres la miraron raro ya que no creían en las hadas, pero la dejaron tranquila ya que se veía muy afectada, lo que era extraño que alguien tan pequeño entienda la gravedad de la muerte, se notaba que la niña era muy especial. Rory trato de insistir
- Pequeña debemos enterrarla para que te puedas acostar
- No. Ellas se encargarán y yo dormiré junto al árbol, el me cobijara.
Y sin más que decir los cuatro hombres giraron para salir de la cabaña y se asomaron a la puerta quedándose sorprendidos de la rapidez con la que había dejado de llover. La niña salió de la cabaña y se dirigió a un gran roble que había junto a la cabaña se acurruco en una de sus raíces y le hablaba con vos suave. Una luz cegadora inundó la cabaña y vieron el cuerpo de Anabeth flotando hacia el bosque sobre miles de pequeñas luces que parecían cantar. los cuatro guerreros se quedaron pasmados por todo lo que estaban viviendo. Al salir del estupor se concentraron en la niña que nuevamente estaba llorando siendo arrullada por el gran roble mientras un montón de hojas volaban alrededor de la pequeña cubriéndola contra el frío y de cada rama del árbol caían gotas como si el árbol llorara junto a la niña por su pérdida.
El gran roble sabía que era el momento de despedirse porque no la vería en mucho tiempo quizás nunca más, por lo que usando su magia hablo a la cabeza de la niña
- Llego el momento de despedirnos pequeña. Se que serás una gran mujer y en tu destino está salvar nuestro bosque. Tienes bondad en tu alma y tu corazón está lleno de amor. Para ayudarte en tu misión en esta vida voy a concederte el don de escuchar a la tierra y que puedas conectarte con ella.
La niña quien había mirado hacía el árbol entendiendo que era el quien le hablaba acaricio sus cortezas y le sonrió mientras una lágrima escapaba de sus ojos. El árbol en un gesto de inmenso cariño envolvió con sus ramas a la pequeña en una especie de abrazó que dejó perplejos a los hombres que la miraban sin mover siquiera un parpado como la niña era arrullada por el gran roble. Más tarde con la niña dormida en las ramas en forma de abrazó los guerreros prendieron un pequeño fuego con ramas secas y yesca que encontraron por ahí y se dispusieron a planear su vuelta a casa con la hermosa niña de los ojos verde bosque. Acordaron que viajaría con Bron en su caballo ya que él era el más fuerte y podría protegerla ante cualquier percance. Pasaron la noche durmiendo en una paz pocas veces sentida en ninguno de ellos.
Al amanecer prepararon todo para partir rumbo a Galway. Juntaron las frutas que estaba a su alrededor sin lograr entender de donde habían salido ya que no se veían árboles frutales alrededor, Rory ayudo a Erín a preparar sus vestidos los cuales eran sumamente hermosos ya que eran las hadas quienes le hacían la ropa. En un mechón de su pelo iba agarrado Lorcán su hada protectora que viajaría con ella en su destino, estaba escondido para que nadie lo vea, iba parado en su hombro con el castaño cabello de Erín como protección.
Bron se subió a su caballo y Luke le alcanzo a la niña para sentarla detrás de el en el caballo, Erín se agarró con fuerza a la armadura de cuero que traía puesta Bron y con lágrimas en sus ojos se despidió del gran Roble. Mientras los demás subían a sus caballos todo el árbol se llenó de pequeñas luces alrededor que se movían sin cesar, eran las hadas quienes venían a despedirse de la princesa Erín, a los guerreros aun le costaba asimilar lo que sus ojos veían y tenían miedo de hablarlo no sea cosa que los hicieran pasar por desquiciados.
- Creo que lo mejor para nosotros es que no hablemos de las rarezas que hemos visto en este lugar. Comento charles mientras no dejaba de ver la maravillosa sincronía de las luces
- Tienes razón nos van a creer locos y el rey loco nos va a hacer decapitar. Esta vez fue Luke
- Estas hablando de mi padre. Contesto Rory molesto por el comentario
- El mismo que te hizo matar a tu amigo. Retruco Luke con mofa
- Eres un idiota. Rory ya estaba empezando a molestarse
- Ya basta. Esta vez fue Bron. Se la pasaron molestando todo el viaje de ida y ahora tenemos una pequeña que no tiene porque presenciar sus peleas, y no quiero que se les vaya a escapar ni un solo insulto, llevamos con nosotros a una dama
El resto del camino ese día lo hicieron hablando solo de tonterías como: lo extraño que les parecía que el cielo estuviera tan nublado cuando habitualmente en esa región siempre había sol, claro que ellos no sabían que el tiempo estaba según el estado del ánimo de Erín y al ella hallarse triste el cielo se pintaba de tristeza junto con ella, obviamente ella tampoco lo sabía por lo que iba atenta a la conversación.
Lorcán quien iba prendido de su cabello estaba sumamente aburrido por lo que comenzó a hacerle cosquillas en el cuello de Erín quien ante el juego del hada lanzo una carcajada con su voz infantil presa de la alegría momentánea causada por Lorcán, ante este desprendimiento de felicidad inesperado los guerreros se voltearon a ver a la niña y mientras esta reía las nubes huyeron del cielo dándole paso al sol para iluminar los cabellos castaños que al sol tenían reflejos rojos haciéndolo brillar y el hermoso vestido regalo de las hadas reflejaba destellos del sol a su alrededor dándole aún más hermosura a la imagen. Se sentían extrañamente felices sin llegar a comprender el porqué de semejante sentimiento, habitualmente charles solo se sentía feliz al estar con su familia y ya hacía más de dos meses que no los veía. Bron nunca se sintió feliz luego de la muerte de su esposa y su hija a las que amaba con locura y Luke era feliz casi todo el tiempo ya que se la pasaba metido entre las faldas de toda la que se dejara, pero el príncipe Rory jamás había conocido la felicidad y se sintió absolutamente extraño ante las emociones que la pequeña despertaba.
Los hombres no podían definir más allá de su belleza de niña que era lo que tenía especial pero sin duda era un ser maravilloso y el entorno brillaba o no según el estado de ella, parecía que la naturaleza la adorara y prueba de ello era que el gran Roble la había acunado como si fuera su hija y el un padre triste por su partida
Cabalgaron gran parte de la mañana, en un silencio cómodo escuchando reír a la pequeña. Cerca del mediodía pararon a descansar y a comer. Mientras charles atendía a los caballos Luke y Rory juntaban maderas para una pequeña fogata y Bron se quedó cuidando a Erín que estaba sentada en el pasto, se sentó frente a ella y la miraba con mucha curiosidad le despertaba una especie de instinto protector que solo había sentido con su familia. Lorcán no quería salir de su escondite para que nadie lo viera, pues su misión era cuidar de Erin y si alguien sabía que el la protegía su misión podría fracasar.
Al mirar alrededor de la nada aparecieron cientos de frutas de todas las variedades. Los cuatro guerreros no podían creer su suerte y aunque deseaban cazar algo prefirieron comer eso y descansar ya que el viaje duraba aproximadamente un mes. Erin le daba pequeños trozos de fruta a Lorcán a través de su pelo sin que nadie se diera cuenta. Para ser una niña tan pequeña era sumamente inteligente.
Descansarán una hora junto a la fogata mientras los guerreros hacían chistes Erin se quedó completamente dormida junto a Rory que distraidamente había comenzado a acariciar su cabello
Bron levantó a la pequeña y se subió al caballo con ella aún dormida. La acuno entre sus brazos y espero a que el resto del equipo estuviera listo para emprender nuevamente la marcha.
Al amanecer llegaron al pueblo de Gortin donde habia una pequeña posada en la que pararon a dormir. Esa sería una de las pocas noches que dormido al en un catre ya que la mayoría del camino lo harían a la intemperie. Comieron en la posada y mientras los cuatro guerreros comieron suculentos platos de carne. La niña solo comió verduras y frutas ya que ella amaba la tierra y no comería animales. Así la había educado su madre hasta el momento de su muerte y así lo haría el resto de su vida. Llevan recibía las verduras que Erin le pasaba por entre medio de su cabello. Los hombres pidieron a la posadera que les prepare una tina de agua caliente a cada uno y Bron miro a Erin sabiendo que la niña también por lo que le pidió a la posaderas si podría mandar alguna criada para que bañe a la niña ya que ellos eran cuatro hombres.
- Quien es está hermosura que viaja con ustedes? Pregunto la pasadera
- Es mi hija. Acaba de perder a su madre y necesita atención. yo soy demasiado bruto podria romperle un brazo sin querer.
La posaderas asintió llevándose a la niña que la miraba con tranquilidad.
- Pues haber bonita si me ayudas a conquistar a alguno de esos tres guapetones. Vamos a dejarte más linda de lo que eres, necesito algún cliente. Erin no entendía a que se refería pero algo en la mujer noble gusto lo que hizo reaccionar a Lorcán quien le lanzó un conjuro y durmió a la posaderas mientras el mismo se ocupaba de bañar a la pequeña.