Error de los dioses. Caos en el Imperio

Capitulo 2

- ¿Quién es ella? ¿Cómo terminó aquí, Jameson? – gritó Evie, la hermana menor de la persona principal de la gran casa.

La sala de estar era el único lugar donde la familia Ellising se reunía por las noches antes de cenar. Lord Edward es un amigo cercano y aliado del último emperador Agustín. En el pasado, Edward era un gran guerrero y un político inteligente; siempre se hablaba de la familia Ellising no sólo con respeto, sino también con miedo. Después de la muerte del emperador, el padre de Jameson envejeció mucho.

Lady Rose es la esposa de Edward, es la patrona de muchos orfanatos y hospitales para pobres y dedicó su vida a la caridad. A temprana edad, Lady Rose se casó con el influyente Lord Edward, que es 20 años mayor que ella. Un matrimonio fallido tuvo un efecto adverso en el carácter de la mujer. Con el paso de los años, Roz se volvió cada vez más encerrada en sí misma, aunque la apariencia de la mujer cambió poco durante los años que pasó en matrimonio.

Lord Jameson Ellising es el ideal para muchas mujeres del imperio. Un hombre alto, de pelo negro, piel oscura, ojos oscuros y barbilla decidida, constitución atlética, carácter autoritario y razonable. Es un guerrero con el que muchas de las grandes casas del imperio sueñan con una alianza.

Lady Evie, la hermana menor de Jameson, se considera un activo especial para la familia. Ella es pequeña de estatura con cabello largo y blanco, piel clara y ojos azules, parece tan pequeña y frágil que las personas que la rodean desean proteger y apreciar a la chica.

La visión del cuerpo inconsciente en el suelo preocupó a todos los presentes en la sala de estar. Jameson estaba muy desconcertado por el hecho de que la chica pudiera aparecer desapercibida en la habitación con un cuchillo de postre a la espalda. ¿Cómo pudo pasar esto?

- Hay que devolverla a la cama e invitar a un médico, me parece que está empeorando. Jameson, no te quedes quieto, lleva a la pobre chica a la habitación, - dijo Lady Rose en tono ordenado.

Lord Jameson subió su frágil y ligera carga al piso de arriba, la bajó con cuidado sobre la cama, le dio al médico la oportunidad de cuidar a la chica enferma y bajó él mismo al gabinete.

Un poco más tarde, el médico abandonó la casa de Ellising con el firme entendimiento de que la joven no sobreviviría. Temiendo la indignación de Jameson, el médico prefirió contarle a Edward la noticia sobre el estado de la chica.

Edward acompañó al médico hasta la puerta y entró en el gabinete de su hijo.

- Ella Está durmiendo, el médico dijo que ha empeorado, la herida del estómago vuelve a sangrar.

- Es todo extraño, ella terminó en la sala con una herida tan grave, donde varias personas no notaron su apariencia, ¿es esto realmente posible? – Jameson estaba perplejo, mirando inquisitivamente el vaso que sostenía en su mano, como esperando una respuesta del objeto.

- Esta chica es un completo misterio. Por cierto, ¿te gente pudo descubrir algo sobre a su y los que llevaron a cabo el ataque? - preguntó Lord Edward.

- No, todo lo relacionado con ella está envuelto en un misterio. Las personas que fueron asesinadas en el claro tenían un aspecto inusual; nunca había conocido a hombres tan larguiruchos, de piel delgada, clara y casi transparente. Lo principal es que en su ropa no hay bordados signos de pertenencia a ningún clan. Los enterramos. ¿Existe realmente gente en nuestro imperio que no pertenece a ninguna de las grandes casas?

- No, esto no puede ser. ¿Qué piensas hacer con ella si sobrevive? – preguntó Lord Edward.

- Sobrevivirá, estoy seguro. En cuanto recupere el conocimiento intentaré averiguar quién es, de dónde viene y por qué intentaron matarla. Debemos castigar a quienes se atrevieron a derramar sangre en nuestra tierra. . DE ACUERDO. Padre, iré a verla. Buenas noches.

- Y tú, Jameson.

Lord Edward miró preocupado a su hijo. Por un lado, se alegraba de que apareciera una chica que despertaba el gran interés de Jameson; si Sinei ayudaba, su hijo sentaría cabeza; Por otro lado, la aparición tan misteriosa y peligrosa de la chica daba miedo, sin embargo, Jameson nunca sucumbió a los problemas. Lord Edward tenía la impresión de que había llegado el momento de un cambio.

Jameson abrió con cuidado la puerta de la habitación donde yacía la chica enferma. Ella se le asignó una habitación bastante acogedora, pequeña pero bien climatizada. Acercándose a la cama, Lord Ellising sintió el aroma del perfume de mujer y el olor a sangre; la idea de por qué alguien quería matar a una criatura tan frágil no cabía en su mente; El misterio envolvió a esta persona. La chica se movió y parte de la manta se deslizó por su hombro, dejando al descubierto su espalda y brindándole la oportunidad de disfrutar de su belleza. Lord Jameson no permitirá que ella desaparezca y recibirá respuestas a todas sus preguntas.

- Duerme bien, eres un ángel o un demonio, lo resolveremos.




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