¿Acaso no era obvio cómo me sentaba a admirarte?
Qué mi mirada se iluminaba cuando con la tuya se encontrase.
Qué me hacía feliz verte.
Y la verdad es que aún lo hace…
Pero tú nunca me mirabas,
Por lo que nunca te enteraste,
Te dije con mil miradas
Lo que con palabras no podía expresarte.