Sinopsis

Obra dos de la trilogía “Secretos del pantano Ross”

«Jamás debí haber creído en sus palabras, jamás debí haber hecho lo que hice. Estoy en una vivienda de techo bajo; tan bajo que no parece ser una casa, no estoy segura de donde estoy, tengo mucho miedo. A lo largo de la habitación hay unas mantas y cosas extrañas. No hay ventanas, ni puertas. Solo se puede salir a la noche, una de las niñas me dijo que es imposible volver a tener la vida de antes. ¿Qué me va a hacer? ¿Qué nos harán?». Emily Douglas, una joven de siete años, se despierta atontada en una cabaña; una cabaña en el pueblo Hope. La han secuestrado. No entiende el por qué, le parece extraño ya que ella simplemente era una pequeña. Nadie se comunica con ella por recompensas, ni los secuestradores se hacen presentes, hasta que la hora de la caza comienza. Su único contacto con el exterior es aquel juego, todas las niñas deben tratar de salvarse sin ser cazadas como animales, el juego siempre se produce de noche y al llegar con vida de este se encuentran con provisiones. Días más tarde, Emily Douglas decide escribir en los diarios que le brindan todo lo que sucede en ese infierno, todo lo que les obligan hacer, todo por lo que sufren y demás. Emily se hace amiga de otras niñas a las que también han secuestrado. No tienen nada en común entre ellos, solo el dolor y la pequeña esperanza en sus corazones. ¿Qué quiere el secuestrador?