Escape: Brooke

Capítulo 6

A partir de ese momento las cosas tomaron un rumbo diferente con Charlie, esperé a que el llagara a Londres y recuerdo que tuvimos una conversación bastante larga en cuanto supe quién era su madre biológica, lo que sí sé es que lo abandonó, él tuvo la suerte de tener a unos maravillosos padres adoptivos, y no un hombre recién casado con una hija asquerosamente estirada y ridícula que odia a su madrastra y al integrante que no es su hermano, ellos eran una familia envidiable, realmente su relación con sus padres era hermosa, él era el típico chico que no hacía nada mal y tenía sus notas académicas excelentes, creo que su inteligencia y astucia fue lo que me cautivó, aparte de su cabello castaño y sonrisa de príncipe de Disney.

El punto es que las cosas entre nosotros cambiaron desde que tuvimos esa conversación y no me arrepiento de nada de lo que dije.

***

Después de pasar largos minutos hablando con Charlie y ponernos al día con las cosas que han pasado en nuestro pequeño grupo de amigos y el vecindario, tuve que colgar para recoger mis cosas en la casa del abuelo y volver a casa de Trace para cenar bajo un silencio que no era necesario. 

—¿Cuándo viene Charlie? —Por fin alguien aparte de mí se atreve a hablar.

—Dentro de una semana —le respondo a mamá.

—No estaremos aquí para ese entonces —dice ésta vez papá y yo no digo nada.

—Estoy haciendo un gran esfuerzo dejándote aquí sola, cuando ese novio tuyo va a ir a la misma universidad que tú, y vivirán en la misma residencia, eso no me deja para nada tranquilo —dice al mismo tiempo que me apunta con el tenedor.

—Papá tranquilo, el chico es un ñoño y no tiene malas intenciones con la princesa Brooke —comenta mi hermano, apoyando y a la vez insultando a Charlie.

—Me extraña, antes decías que era un dolor en el culo —digo sin antes pensarlo y papá deja caer su tenedor sobre el plato.

—Brooke, estamos cenando, compórtate — me regaña. Y veo la sonrisa burlona de mi hermano.

«Idiota»

—De todos modos, Charlie no es un ñoño, solo es muy inteligente, dedicado y atento.

«Y besa muy bien» pienso. Charlie es ese chico guapo y encantador que tiene las respuestas a casi todo y eso me encanta.

—Solo espero no tener problemas con ese chico —dice mi padre.

—No los tendrás, relájate —me apoya mamá y yo le envío un guiño desde mi lugar en la mesa, o al menos lo intento, logrando sacarle una risa.

Después de que las risas y conversaciones se hicieran presente una vez más, terminamos de cenar, y no sé qué estaban celebrando mis padres, pero estaban muy felices, creo que son los efectos del vino que tomó mamá. Entonces llegó la hora de irnos a nuestra casa en Hampstead, mi intención es quedarme con ellos todo el tiempo que estén en la ciudad. En cuanto llegamos a casa el ambiente se sintió bastante… tenso, al parecer mis padres tenían buenos y malos recuerdos de este hogar, pero aquí estamos. Zayed desapareció por las escaleras hacia la planta baja, obvio que el recuerda dónde queda esa habitación que mamá preparó para nosotros en aquellas vacaciones.

—Iré a dormir —me despido de mis padres y escojo la habitación que queda junto a la de mi hermano. La mía sigue teniendo una cuna una cama queen junto a esta, es raro tener una cuna de bebé aquí, más aun sabiendo que viví aquí alguna vez, y aunque no tengo los recuerdos, me siento como en casa. 

Después de colocarme el pijama y atar mi cabello en una cola alta, me dejo caer sobre la cama, tomo mi móvil y me envío un pequeño pero significativo mensaje a Charlie, para atenuar su enojo conmigo. 

Brooke 22:30 
Te amo

Intenté dormir, pero no tenía a nada de sueño y no podía dejar de pensar en todo lo que estaba pasando en mi vida, en cómo le hablaré de esto a Charlie porque al fin y al cabo tendré que hacerlo. Dejo de dar vueltas en la cama y salgo de la habitación con mi cuaderno de dibujos que papá me devolvió. Salgo a la terraza y me siento en la orilla de la piscina y meto los pies en el agua, estar aquí se siente bastante relajante y eso es lo que busco para dibujar, lo necesito. Dejo el cuaderno sobre mis piernas y busco ese dibujo que estuve haciendo antes de que papá me castigara, ahora mi concentración estaba en trazar bien las curvas y líneas.

—Brooke, ¿qué haces? —escucho la voz de papá detrás de mí.

—Relajándome un poco, no puedo dormir —contesto sin apartar mi mirada del cuaderno.

—Una flor —afirma mi padre mientras se sienta a mi lado entrando los pies en el agua, dejándose caer hacia atrás, apoyando su peso en sus manos.

—Puedes trazar algunos grafitos de adentro hacia afuera —Me dice cuando le estoy dando los últimos toques. Él toma el cuaderno y el lápiz para mostrarme, me doy cuenta si le da más vida al dibujo. 

—Los primeros trazos son más oscuros, pero mira esto, ahora el lápiz solo va acariciando las paginas por ese motivo no queda muy oscuro en esta parte —explica al mismo tiempo que dibuja líneas de dentro hacia afuera, una línea completa más oscura que la otra.

—Es algo así como la sombra para que le dé más profundidad —Me encanta que papá sepa de estas cosas. El deja la libreta en mis manos para que continúe en los nuevos detalles. Es una flor bastante sencilla, que se parece a la que él tiene tatuada en su mano izquierda. 




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