Capiítulo 29

En medio de la nada y a la vez todo, tengo una especie de pantalla frente a mis ojos, donde se reflejan todos los momentos de mi vida y de repente todo se detiene. Escucho voces a mí alrededor pero no veo a nadie, estoy casi segura que estoy enloqueciendo.

—Brooke. —Una vez más escucho a alguien detrás de mí, giro sobre mis talones y me parece ver a mi hermano.

—¿Zayed? —cuestiono.

—Realmente me estás enojado, mamá no tiene cabeza para nada, y tú no quieres despertar —dice él con el ceño fruncido. Cada vez se parece más a papá, incluso en los gestos.

—Joder, ¡no entiendo nada de lo que está pasando! —grito desesperada.

—Tienes que despertar, eres la única que puede acabar lo que empezaste. —No responde a lo que digo.

—Pero si ni siquiera sé dónde estoy, cómo quieres que solucione otro problema si no puedo salir del mío —Estoy enloqueciendo, todo es tan confuso.

—Brooke, tienes que abrir los ojos, ya me hace falta discutir contigo. —Esto es raro, es como si él estuviera frente a mí, pero no me ve, solo me mira y habla, pero no responde a lo que digo, solo está ahí expresando todo lo que tiene que decir.

—Zayed, ayúdame —le pido con la esperanza de que me responda.

—Papá ha hecho todo lo posible por mantener las cosas bajo control, y no volverse loco él, sabes que no me gusta involucrarme mucho en los asuntos de tu organización, pero estoy ayudando. —No digo nada mas solo escucho todo lo que tiene que decir.

—Todos estamos ayudando, ahora nos damos cuenta lo mucho que hace falta tu presencia, incluso Charlie se está involucrando en toda esa mierda —dice. Toma una pausa y vuelve a hablar.

—Lo peor de todo es que Samantha también se está incluyendo y si no despiertas ya mismo, quizás todos terminemos como tú estás ahora mismo, creo que nunca te lo he dicho, pero te necesito, todos te necesitamos. —Es lo último que dice y cómo por obra de arte, desaparece de mi vista, lo único que pienso es que tengo que despertar, no sé cómo hacer lo que me pide con tanta urgencia, pero lo intentaré.

*** 
Llegamos al hospital casi a tiempo porque sentía que papá ya no estaba respirando, Jeff se encargó de llevarlo hasta emergencias, mientras que todos íbamos corriendo detrás de él.

—Tiene pulso —dice un enfermero antes de llevárselo a una habitación, me doy la vuelta y veo a Charlie y Samantha llegar.

—¿Qué ha pasado? —cuestiona Charlie.

—Llegó casi sin pulso, dejó de respirar —respondo al mismo tiempo que peino mi cabello hacia atrás, entonces escucho un sollozo de mi madre. Yo sé que ella es muy fuerte, pero en estos casos pierde el control total de sus emociones.

—Mamá —susurra Zayed y la abraza por varios minutos. Sam me mira y sabe que me duele ver a mi madre así, y más aún saber que mi padre está al borde la muerte por segunda vez.

—Ven aquí —me llama ella, y me dirige a los asientos.

—Tienes que ser fuerte amiga, todo saldrá bien, solo mantén la compostura por tus padres —murmura y yo solo asiento y trago la bilis de mi garganta. Mamá toma asiento a mi lado sin soltar la mano de Zayed, mientras que Samantha va con mi hermano y Charlie se sienta a mi lado.

—Siento algo, aquí en el pecho —susurra mamá.

—Que sea fe madre. —Es lo único que digo y el silencio se hace presente. Me encargo de dejar al tanto de lo que pasa a Bonie y ella se presenta en cuestión de minutos en el hospital, y para sorpresa de todos, se toma la molestia de preguntar a cada minuto que sucede con papá, lo cual demuestra que está bastante preocupada por él y que realmente le importa.

Después de varios minutos sin saber de papá, un doctor se acerca a mi madre y habla con ella en privado, supongo que es el doctor a quien llamaba antes de salir corriendo de casa. Solo espero que, lo que esté diciendo no sea algo malo.

Finalmente, mi madre sale de la habitación en la que estaba hablando con el doctor, no puedo permanecer tranquila, no estoy segura de querer escuchar lo que ella tiene para decir, así que me mantengo en movimiento, un lado a otro.

—¿Qué tiene? —pregunto en cuanto mamá llega a nuestro lado, ella no dice nada, entonces pienso lo peor—. ¿Mamá? —Ella toma mi mano, aun sin decir nada.

—Está estable, solo ha sufrido una crisis por haber fumado, por suerte fue operado hace 10 años y las consecuencias no fueron graves, estará bajo atención medica hasta mañana —dejo salir un largo suspiro y siento que vuelvo a respirar, noto que mi madre aún sigue igual de seria y triste, lo cual me preocupa.

—Pero... —dice Bonie junto a ella.

—No soy capaz de decirlo, el doctor quiere hablar con nosotros y Zack.

—Con nosotros, te refieres a ti, Brooke, y Zayed —comenta la abuela antes de sentarse nuevamente.

—¿Está despierto? —pregunta mi hermano y me doy cuenta de que él y Samantha están muy juntos, no se han separado desde que llegamos al hospital.

Mamá no dice nada, solo hace su camino hasta la habitación en la que se encuentra mi padre, con Zayed y yo detrás de ella casi pisándole los talones. Antes de entrar a la habitación, mamá nos dice que quiere entrar primero, desde el cristal podemos ver a papá conectado a las máquinas que lo ayudan a respirar. Mamá no tarda en sentarse a su lado y tomar su mano, lo mira y acaricia su cabello, como era de esperar llora en su pecho por algunos segundos, estoy segura que papá se hace el fuerte para no hacerlo también, ellos se dicen un par de cosas y seguido de eso entramos a la habitación.

Ni Zayed, ni yo decimos nada, solo nos sentamos a cada lado de los pies de la cama, con la mirada de papá en nosotros, intenta sonreírnos, pero parece una sonrisa forzada. Antes de que alguno rompa el silencio, el doctor llega junto a nosotros.