Capítulo 33

No puedo decir que conozco Londres tan bien como Zack, pero sé que estamos en Regent's Park, está repleto de personas que no tienen idea del desastre que hubo aquí durante aquella madrugada en la que Brooke perdió la consciencia y desde ese entonces no ha despertado.

Estuve todo el camino pensando en que es lo que Zack quiere mostrarme, no dijo nada cuando salimos del hospital, mucho menos cuando estuvimos dentro de su auto.

—¿Vas a matarme? —pregunto con desdén para que no se note mi nerviosismo sin sentido, como si no lo conociera de mucho tiempo. Nos hemos bajado del auto desde hace unos minutos y desde entonces hemos estado caminando.

—¿Por qué querría matarte? —Eso es un no.

—No lo sé —mascullo.

—No es un delito que te guste mi hija, no te voy a matar por ello. —Casi me atraganto con mi propia saliva al escuchar lo que acaba de decir—. 
El que si lo haría es Charlie. —Me mira con sus cejas alzadas—. Pero, ambos sabemos que no tiene las suficientes agallas para hacerlo. —Vuelve su mirada al frente.

—No me gusta Brooke. —Me defiendo por segunda vez en el día.

—No te atrevas a negarlo, repito, no es un delito.

—Suena a como que —hago una pausa—, quiere que me guste, ¿estoy equivocado?

Esto ha sido algo atrevido de mi parte. Pero conociendo a Zack, sé que él no habla con rodeos, así que yo tampoco lo haré.

—Me temo que lo estás —aclara—. Ella es feliz con Charlie, pero mientras más personas estén dispuestas a cuidar de ella mejor —admite.

No digo nada, en tanto miro a mi alrededor y noto que hemos dejado a las personas detrás, parece que estamos en una zona restringida o algo, porque está bastante solitario y hasta un poco descuidado.

—Verás, noto una especie de química entre ustedes, ya se lo he mencionado de una manera indirecta a Brooke y como era esperado desvío el tema —dice mientras bajamos por una especia de lugar abandonado.

¿Química? Creo que este hombre no está consciente de lo que dice.

—Sé que en algún momento ella se dará cuenta, y quiero evitar un poco ese dolor que sentirá cuando llegue el momento en el que Charlie quiera terminar la relación, él puede tomar decisiones muy precipitadas a veces —afirma como si supera que va a pasar.

Zack está muy seguro de que me gusta Brooke como para hablar de "ruptura", y joder, puede que me guste, no estoy seguro, pero no llega al punto en el que quiera terminar con su relación, eso sería algo egoísta y cruel.

—Escucha, ella es joven para ti, piensa como alguien de tu edad, pero sigue siendo joven y se va a ver raro que tengas algo con tu compañera de liderazgo —señala mientras seguimos bajando por un camino húmedo de hojas y maleza debajo de nuestros pies—. Además de que es mi hija y quiero lo mejor para ella, no te ofendas con esto que diré, pero lo mejor para ella es Charlie.

Tiene toda la razón, son el complemento uno del otro, Charlie es como el centro de Brooke, donde en cualquier momento que se sienta demasiado sumergida en este mundo, él está ahí para recordarle todo lo bueno que ella tiene y eso lo incluye. Están hechos el uno para el otro.

—¿Y qué quieres decir con eso? —pregunto cuándo detenemos nuestros pasos frente a una cabaña prácticamente en medio de la nada, con árboles que la cubren.

—No te enamores de Brooke. —Me aclaro la garganta cuando escucho sus palabras, sí que va de lleno en esto—. No es un delito que te guste, pero no te enamores de ella, eso traerá muchos problemas y es lo menos que necesita ahora.

Comprendo lo que dice, no quiero que Brooke pase por una etapa de confusión emocional, y me sigue pareciendo algo extremista que él esté teniendo esta charla conmigo, como si supiera con certeza que lo que siento por su hija es puro amor, y que haría lo que fuera para tenerla, que no es el caso. No estoy enamorado de ella, no quiero destruir su relación con Charlie y mucho menos confundirla.

Toda esta charla me ha puesto a pensar que Zack debió haber visto o escuchando algo como para estar tan seguro de que está pasando algo entre ella y yo, por más mínimo que sea. Él debe saber algo, ¿acaso la he visto con ojos depredadores sin darme cuenta?, ¿he actuado de una forma demasiado cercana a ella? Tal vez la respuesta a esas preguntas es un sí y por eso Charlie está tan celoso.

—¿Dónde estamos? —pregunto tratando de dar por finalizado el tema. No quiero tener que pensar en todo eso ahora.

—Esta era mi guarida, te servirá de refugio en caso de emergencia, y de hormigón para guardar dinero y cosas muy importantes —dice al mismo tiempo que abre la puerta, esperaba ver mucho polvo, pero al parecer esta recién limpiada.

—¿Y por qué me trajiste aquí?

—Porque necesitas respuestas, todos las necesitamos, quiero que encontremos a Caitlin y todo aquel que esté con ella. —Me parece que él se acaba de incluirse, ¿eso quiere decir que está en el juego una vez más?

—Yo te diré qué y cómo lo haremos, para que todo resulte exitoso —explica paseándose por la pequeña sala de pisos de madera y rodeada de libreros y grandes tableros con fichas.

No puedo evitar sonreír ante su respuesta, la última vez que trabajé con él, murió Fernández y casi todo el que trabajaba para él, no tengo dudas de que encontraremos a Caitlin y su gente.

Zack me muestra su antiguo cuaderno de borrones, tiene ubicaciones, lugares donde podríamos encontrar a esa mujer, algunos nombres que quizás no estén en los expedientes del edificio, fotos, y una habitación/sótano donde guarda armas y grandes cajas fuertes que está vacías.

—Tuve que traer todas mis armas de vuelta a Londres, porque mi nuevo estilo de vida lo ameritaba —dice tomado una de sus pistolas y yo imito su acción, tiene un buen arsenal aquí abajo.

Después de Zack mostrarme todo lo que debía saber sobre este lugar, volvemos al auto en completo silencio, es increíble lo bien que se manejaba cuando pertenecía a la mafia, tenía su propio lugar para llevar a cabo sus propios planes, solos los líderes hacen eso, lástima que solo llegó a ser capo por muy poco tiempo, se entregó y rompió la famosa omertá prácticamente de manera pública.