Caitlin
"Hay que tener conciencia de lo que decidimos, puesto que tiene un efecto en los demás y además puede ser tergiversado o incluso usado en nuestra contra"- recalca el director Félix como por quinta vez, otra frase de William Shakespeare que al parecer nadie puede pronunciar como es debido.
—¡Acción! —grita Félix.
—Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras —digo con la emoción que tanto me ha exigido este hombre, que ya estoy empezado a odiar.
—Corten —chilla el director.
—Te noto distraída, ponle más emoción, fue algo muy crudo, menos crudo —explica el y trato de hacer lo que dice.
—Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras. —Está vez si estuve segura de lo que dije.
—Y... corten. —Más le vale que no vuelva a decir que lo he dicho mal, si es así juro que voy allá mismo y le meto su frasecita por el culo.
—Muy bien Caitlin, lo tenemos —comenta. Creo que notó mi mirada amenazadora. Bajo del escenario y me encuentro con él más de cerca para pedirle una sincera opinión de mi actuación.
—Me parece que hoy has estado un poco distraída, pero eres muy buena actriz —explica mientras guarda sus cosas en su maletín.
—Y eso que no has visto cómo lo hace mi hijo, es maravilloso —comento con emoción.
—¿Y cómo se llama? —pregunta ahora con la mirada puesta en mí.
—Tyler, parece un actor de Hollywood —aseguro y el solo asiente sonriente.
—Deberías traerlo un día —vuelve su mirada a lo que sea que esté haciendo.
—Entonces, tendría que secuestrarlo —medio bromeo, pero va en serio. Nadie aquí sabe lo que hago, estoy en actuación desde hace dos años, es lo que hago en mi tiempo libre, no lo tengo, pero me hago creer que sí.
—Mamá, tenemos que irnos —me llama Lesley desde la puerta, tomo mis cosas, me despido y salgo detrás de mi hija, si Leyla estuviese viva le hubiese encantado participar conmigo en la actuación, en cambio a Lesley no le gusta este tipo de cosas, ella es más de ver películas todo el tiempo, pintarse las uñas, ir de compras con su hija y ese tipo de cosas, quiere fingir que no esta tan loca como yo, después de la muerte de su hermana, no está tan involucrada en el negocio como antes, ahora quiere parecer una mujer "normal".
Lo que no tiene Lesley, lo tiene Tyler, me he escabullido varias veces en sus clases de teatro, siempre va solo, supongo que muy pocas personas saben que el actúa, estoy casi segura que es una de sus formas de despejar la mente, además de estar jugando con tubos de ensayo y estar metido en un laboratorio todo el día.
—¿Que ha pasado? Espero que sea algo muy bueno —le pido siguiendo sus largas zancadas—. ¿Por qué tanta prisa?
—Parece que Brooke está a punto de despertar, este es nuestro momento —dice emocionada, de la única forma que ella vuelve a ser la Lesley frívola y calculadora es cuando se trata de Brooke y su familia. Quiere hacerle tanto daño como yo.
—No es nuestro momento, debemos esperar que ella esté completamente despierta para ejecutar el plan, mientras tanto, disfrutemos de su estado, y de que estamos más cerca de recuperar nuestro imperio —le explico con la misma emoción.
—¿Y qué pasa con la persona que le disparó? —pregunta al mismo tiempo que subimos al coche.
—Ja, es curioso. —comento—, ni te imaginas quien conoce a la chica.
—¿Quién? —cuestiona cuando nos subimos al automóvil.
—Tyler sabe quién le disparó a su novia y lo mejor de todo, es que no le ha dicho a nadie —explico sonriente con la mirada en la carretera, esto es un punto para nosotros. He visto como intenta hablar con la francotiradora, pero no se atreve, de igual forma trataré de sacarle información, ya sea por las buenas o por las malas.
—¿Hasta cuando seguirás llamándolo así? Su nombre es Charlie —me detengo en el semáforo y la miro fijamente a los ojos.
—Para mi es Tyler, Charlie es el nombre que le puso la perra que le dio todo lo que yo le puedo dar ahora —casi le grito, pero ella no se inmuta, está acostumbrada a este comportamiento de mi parte hacia Charlie y su jodido nombre. Es una discusión sin fin.
Llegamos a casa en lo que canta un gallo, estaciono el auto frente a la casa, tenía intenciones de ir directo a la cocina y ejercer mi papel de ama de casa, no todo en esta casa es la familia Majid, ya hay todo un ejército preparado para todos ellos, aun así, no es como si ella estuviera en condiciones para pelear. Al entrar nos encontramos a una chica rubia, alta, con buen cuerpo y muy bien vestida, en el vestíbulo de la casa.
—¿Hola?, ¿tú eres...? —pregunto confundida. Ella se da la vuelta y me sonríe de inmediato. No parece ser por aquí.
—Soy Samantha, su esposo...
—Cariño, ella tiene un problema con su auto, la ayudo a contactar una grúa, recién acabo de llegar —la interrumpe Connor apareciendo por la cocina.
La observo por varios segundos si decir nada, no puedo confiar en nadie, ella puede ser una infiltrada de MOB, no hemos podido completar información de la gente que rodea a Brooke, así que no estamos seguros de quienes podrían aparecer en nuestro comino. No parece ser alguien del grupo de Bonie o algo parecido, pero justo por eso, no debo confiar en ella, de todos modos, estará vigilada en la casa entera.
—Eres bienvenida, ¿estás sola? —pregunto sonriente para que no se note mi estado paranoico.
—Sí, justo iba a encontrarme con mi familia, pero me he quedado sin batería, ¿no es molestia si uso su teléfono? —Su acento me confirma que es estadounidense.
Quizás solo está aquí de vacaciones, podría estar diciendo la verdad, pero no puedo quitarme la idea de la cabeza de que solo es una estrategia para quedarse dentro de la casa todo el tiempo posible, utilizar la psicología inversa puede funcionar en muchas ocasiones. A lo mejor llamar a su "familia" es la señal para atacarnos mientras tenemos la guardia baja, o yo estoy muy paranoica.
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Editado: 28.11.2020