Megan había encontrado un lugar seguro para poder pasar el invierno y tener a su bebé a salvo, todo lo contrario pasaba en la que alguna vez fue su hogar.
- Estamos con las reservas al límite, Jason.
- Como puede ser eso posible, la bóveda estaba en buenas condiciones un mes atrás.
- Pero ahora se come más de lo que se recolecta y a este paso no sobreviviremos lo que queda del invierno.
- Eso es imposible, arma grupos pequeños que traigan comida todos los días sin falta, que nadie vuelva hasta conseguir lo que sea que se encuentren.
- De nada servirá, las últimas presas ya emigraron y la nieve se convirtió en hielo. No queda nada.
Esto es imposible, no puede ser verdad que superamos una guerra y ahora estemos destinados a morir de hambre. Camino apresurado a la bóveda y la encuentro casi vacía.
- Esto no puede ser... ¿Dónde se fue todo el suministro?
- Lo hemos estado racionando lo más que se podía, pero es lo único que nos queda.
- 3 jabalíes, 6 faisanes, una canasta de verduras, 10 conejos y un ciervo macho a mitad. Hay diez cuerdas para la carne seca y solo están en uso 3... ¡ME DICES QUE ES LO ÚNICO QUE QUEDA!
- Las mujeres no traen nada y los hombres estamos en las fronteras. Se acabó, no hay forma de que lo logremos.
Maldición no puede terminar así, no después de todos los que han muerto para defender estará tierras. Las huertas. ¿Qué pasa con las huertas y el ganado?
- No queda nada, las verduras se congelaron porque nadie las atendió debidamente y el poco ganado escapó asustado por los disturbios.
Las mujeres que estaban cocinando nos miraban preocupadas hasta que una de ellas sale y se para en frente mío.
- Señor esto se debe a que Megan ya no está con nosotros.
- Que quieres decir Tisha.
- La noche en que ella fue exiliada yo estaba aquí y vi todo lo que ocurrió. Megan no se estaba robando la comida como asegura Freía, tomo únicamente 3 trozos de carne y un poco de agua. Ella era la que más contribuía, de hecho todo lo que ve es gracias a su esfuerzo. Nosotras como mucho podíamos traer uno que otro conejo o gallina.
Debido a todo lo que estaba ocurriendo no pude averiguar lo que realmente pasó esa noche, pero Tisha se ve muy segura de lo que dice. - Acompáñame para poder hablar.
Caminamos por un buen rato hasta llegar a lo que se suponía era una huerta. - Cuéntame todo.
- Como se lo dije yo estaba esa noche con Megan, ella no robó nada al contrario todo esto se debe a Freía, ella era la que se suponía que tenía que cuidar la huerta y cubrir los brotes para que no se murieran.
- ¿Quién la asignó a ese trabajo?
- Las ancianas, puesto que ella era inservible afuera, tardo una semana entera en conseguir algo y lo único que trajo fue está cebolla podrida. De hecho ella es la que menos contribuye y la que más come.
- Porque no me dijiste nada de esto antes, Tisha.
- Cuando la echaron esa noche los guardias me sujetaron y luego me encerraron por días en una celda. Me dijeron que si acaso abría la boca exiliarían a mi familia como forma de castigo, pero ya no lo resisto más. Me parece muy injusto que la única persona que nos podía alimentar fuera echada de esa manera tan miserable acusada de algo que no hizo y la que lo provocó todo sigue aquí comiéndose lo poco que nos queda.
- Gracias por decirme esto.
- ¿Le va a permitir regresar? Necesitamos a Megan.
- Es casi imposible que ella siga con vida luego de estar un mes completo afuera con este clima y sin comida. Pero te aseguro que la persona que lo provocó pagará.
Tisha cae al piso llorando sin parar, ella era muy cercana a Megan y sé que no miente porque en sus ojos pude notar la esperanza de que ella pudiera volver. De hecho yo también quisiera que lo hiciera, pero Megan ya no debe de existir.
Tomo esa cebolla y me voy directo al cuartel en donde los soldados que lograron regresar disfrutan de una buena comida para recuperar fuerzas, entre ellos está Freía riendo con su plato lleno de carne.
- Jason que bueno que estás aquí, ven y disfruta. La comida está noche está deliciosa.
Arrojó el plato al piso y le pongo la cebolla en frente de ella. - Que crees que está haciendo aquí Freía, comiendo como si fueras alguien importante mientras las demás personas se mueren de hambre.
- ¿Jason?
- Esto es lo único con lo que has contribuido así que está cebolla podrida debería de ser tu única comida en una semana completa.
- Yo...
- Dejaste morir la huerta, no traes nada que nos sirva y te sientas en esta mesa con los guerreros que logran sobrevivir como si nada. ¿Qué pasó la noche en que Megan fue exiliada?
- Ya.. ya te dije, ella estaba robando.
- A mis ojos la única ladrona eres tú, llenas tu pansa sin pensar en los demás. En que hay más de 20 personas que está noche no comerán porque no haces tu trabajo.
- Jason por favor no hagas esto delante de todos.
La tomo de la muñeca y la llevo a los pasillos, antes de que pueda decir algo la tomo del cuello cegado por la furia. - La acusaste injustamente e hiciste que la echarán de su tribu para que ahora todos mueran de hambre. ¿Por qué, Freía?
- Me.. Me lastimas.. Por favor Jason estoy embarazada del hijo de tu hermano.
Maldita sea, la arrojó lejos dejándola sola.
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Editado: 02.09.2025