El primer ataque

La mañana llega en un escándalo sin fin. Sé suponía que el día transcurriría tranquilo, pero ahí estaba frente a los ojos de todos una mujer con sus prendas desgarradas totalmente visible para los presentes.

- Por favor tienen que ayudarme he sido atacada salvajemente.

Su padre el líder de su manada corre a ayudar a su hija tapandola con su abrigo.

- Qué clase de atrocidad es esta se suponía que veníamos aquí para formar alianzas. Cómo se atreven a tocar a mi hija sucios bastardos.

Clark se hace presente seguido de sus guardias de confianza.

- Nosotros no fuimos, acaso tiene pruebas.

- Qué más pruebas quieren, quien podría hacerle esto a mi hija más que ustedes sucios bárbaros. Paso en sus tierras.

- Cuide su lengua si no quiere perderla.

- Al diablo con todo esto desde el comienzo fue solo una trampa para traernos aquí, para deshonrarnos.

Los demás líderes comenzaban a hablar temiendo que los siguientes fueran ellos. Margaret no dejaba de llorar mientras la sangre fluía por sus piernas.

- Fueron dos hombres papá, dos salvajes que me tomaron por la fuerza.

- Ya deja de llorar mi niña esta falta de respeto será cobrada no te preocupes.

Desde la ventana Nodal junto a Megan observaban todo lo que estaba sucediendo.

- Parece que esa mujer se mueve rápido.

- Demasiado rápido, solo llevo unas cuantas horas aquí y ya empezó a esparcir su veneno.

- Te lo dije esas mujeres son la peor plaga que puede existir sobre la tierra.

- Qué vas a hacer ahora Nodal.

- Activar el segundo plan, pero nosotros nos tenemos que ir, que esto pasara significa que esa mujer trajo consigo a sus cómplices y yo no voy a arriesgarme a que te pase nada.

- Nodal qué pasa con tu gente.

- Ellos son fuertes estarán bien.

- Yo también soy fuerte.

- Déjame cuidarte Megan sé que eres fuerte no tengo dudas de eso, pero ahora hay algo mucho más importante que proteger y es el bebé.

Noha llega con la maleta en mano. - Mi niña aprende que al enemigo entre más cerca lo tengas es mejor para ti. Créeme a nadie le agrada tener esa víbora entre nosotros, pero haciendo esto nos aseguramos de que tenemos el control. Todo estará bien, ya hemos pasado una guerra y sin duda sobreviviremos a todas las que vengan.

- Está bien vámonos.

Aunque me quiera quedar y enfrentarla de una buena vez tengo que pensar en mi bebé y en que estas dos personas tienen fe en que él será el futuro para unir todas las naciones. Así que espera un poco más por mí freía, te prometo que volveré y te juro que yo seré la que acabe contigo.

Abajo las cosas no se calmaban, al contrario subían de tono rápidamente. Los jefes pedían explicaciones y Clark este se veía un poco alterado por la situación que se estaba saliendo de control.

- Todos tranquilícense no se olviden que están en mis tierras y mientras estén aquí yo soy la única autoridad, Me importa un carajo sus puestos o sus familias.

- Entonces qué respuesta nos da por lo sucedido, queremos que los bárbaros que hicieron esto paguen con sus vidas.

- Ya le dije que mis hombres no fueron sus mujeres no se comparan en nada a las que nuestra tierra nos ha dado. Ni 20 de ellas cubre la cabeza de una hembra nacida aquí. Por qué diablos quisiéramos a una mujer flaca y desnutrida.

- A mi hija la respetas.

- Y usted me respeta a mí, de todas formas fue usted su padre quien la trajo a mis tierras ofreciéndola. Yo sé que mis hombres no lo hicieron, pero estaban en su derecho de usarlas como se le diera la gana porque usted la ofreció como tributo y aquí se comparte más cuando es tan poca cosa.

- Maldito salvaje.

El primer golpe sale del lado contrario y en un abrir y cerrar de ojos todos están rodeados por soldados bien armados y los lobos qué enseñan sus colmillos listos para atacar. Freía no podía contener las ganas de reír al ver todo lo que había causado.

- Esto me salió mejor de lo que pensé y es una oportunidad que no puedo desaprovechar.

Doy un paso adelante antes de que estos bárbaros se devoren entre ellos. - Mi señor yo tengo información que puede resolver este desagradable asunto.

- Te escucho.

- Anoche estaba dando un pequeño paseo porque no podía conciliar el sueño debido a que estaba en un ambiente desconocido para mí cuando me crucé con la señorita Margaret.

- Continúa.

- Ella no me vio porque estaba escabulléndose por una ventana, curiosa me acerqué a ver qué era lo que estaba tramando y la vi junto a uno de los guardias de las delegaciones. No sé si de la de ella, la mía o la de los otros.

- Qué quieres decir exactamente.

- Que ella tenía un amante y que tal vez alguien aparte de mí la vio así que acudió a este truco tan bajo de decir que fue abusada para que nadie vea que es una mujer que ha deshonrado su castidad y el propósito de llegar aquí para convertirse en esposa de usted mi señor.

- MENTIRA.. ELLA ESTA MINTIENDO.

- ¿Puedes jurar que anoche no andabas merodeando por los pasillos del Castillo margaret?

- Eso es verdad yo me encontré contigo cuando estabas intentando meterte a la alcoba del señor, pero eso es todo.

- Eres demasiado descarada margaret llegar hasta este punto con tantas mentiras cuando incluso todos aquí saben que te acostaste con el líder de mi clan. Ya todos saben tu sucio secreto aunque es inimaginable que llegaras incluso a tener sexo en las tierras de nuestro anfitrión con uno de vayas a saber cuántos amantes tienes escondidos.

Si antes las cosas estaban malas, luego esto se pusieron peores.