Muchos odian tu presencia,
otros añoran tu ausencia.
¡Oh, soledad!
La mejor compañía de los olvidados,
la calle sin salida de los enamorados
y mi eterna oscuridad.
Solo los caídos conocemos tu hermosa elegancia,
tu hermosa fragancia
y tu elegante compañía.
Soledad, mi fiel amante.
Querida luminiscencia
en mi extraña elocuencia
y más allá de la ciencia...
Te tendré en toda presencia.
Soledad,
única atadura de la mente,
condesa de la muerte.