Algunas veces suelo disfrutar del silencio, de la soledad, de la ausencia de palabras. Otras siento que me ahogo en ellas. Son mi calma y mi tormento. A veces son una excusa para sumergirme en todos esos pensamientos que retengo en lo profundo de mi mente pero también son mi momento de descanso de desconexión del mundo y de la realidad, momentos en los que solo cierro los ojos respiró profundo y me olvidó de todo, y solo existo yo.