Escritos de una cruel realidad

Alma desquiciada

Hoy te volví a ver. tu sonrisa me guiaba a seguirte, tus ojos iluminaban mi camino, tu voz me daba aquel consuelo que tanto anhelaba...

te veías como un espejismo, pero aún así moría por abrazarte, por tocar tu lindo cabello color azabache. empecé a caminar hacia ti, pero corrias lejos de mi ¿que pasa? ¿acaso no me quieres a tu lado...?

mi mente estaba confundida, mis pies cansados y mi garganta desgarrada de tanto gritar tu nombre.

por favor detente ¿no ves el daño que me haces?

al parecer tuviste misericordia hacia mi alma desconsolada, pues te sentí atrás de mi. Tus manos tocaban mi espalda y tu boca se acercaba a mi oído.

Un suspiro fue lo único que escuché antes de que el suelo se abriera debajo de mi...

al caer lo único que pude ver fueron tus ojos, aquellos que se burlaban de mi desdicha.

Mi corazón ciego se enamoró de ti y ese fue mi único error, ahora estoy destinada a caer en picada con la muerte esperándome al final de esta cascada...




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