Capitulo 15

André | Mundo natural

Alrededor de dos horas, al fin encuentro un lugar dónde quedarme a las afueras de la ciudad, de camino hacia acá estuve demasiado paranoico sintiendo que todos en mi entorno sabían quién era yo o mi padre, aún no entiendo en sí cuál es mi papel siendo un ¿Essentiano? Se escucha tan extraño en mi cabeza, demasiado irreal.

Y es que todo esto lo es, en qué momento pasé de tener una vida monótona, solitaria y con sólo un mal momento anual, a estar escondiéndome no sé de qué o quién, siendo consciente que hay magia, esencia, o lo que sea, que hay otro mundo, que no soy parte de este, y además, de separarme de mis padres.

Suelo pensar que mi vida era extraña, sentía que no pertenecía, y esto solo... Solo me deja pensar que tal vez la normalidad que buscaba, era esta, por más loco que suene, esta nueva verdad a medias que he descubierto, es lo más cuerdo y normal que podría explicar mi apatía hacía lo que me rodea, a él sentimiento de aceptación hacía lo que soy, no lo sé, aún ignoro muchas cosas de aquel mundo, pero muy en el fondo se que cuando sepa más, yo me sentiré más tranquilo, más comprendido y sobre todo, más en casa.

Por alguna razón siempre esperé que algo así pasara, sin explicación, sin aviso, sin nada. Esto, a pesar de todo, es lo que me hace sentir más normal.

Todo recae en que no soy el único así, que sentirme distante de este mundo, no es algo solo de mí, porque la verdad es que siento que pertenezco a otro lugar.

Desvanezco mis pensamientos, estos deberían ser lo mínimo de mis problemas, los reales en este momento, son mi familia, no se cómo están, ni cuando podré verlos de nuevo, si esto será temporal, o no.

Mi padre dijo que me buscaría, pero ¿Cómo? No tiene sentido, nada de esto lo tiene. Tengo que abstenerme de llamar, no soy un niño, puedo estar sin mi familia un tiempo, espero que solo sea un tiempo.

Entre esos, y miles de pensamientos más, me quedo profundamente dormido.

 

                   ***

 

A la mañana siguiente, salgo a la cafetería del lugar y desayuno algo, extraño mucho la rutina de casa, estando todos juntos,  pelear por el baño con Lexy, sin embargo, trato de no enfocarme en eso. Anoche cuando mi padre llamó, me dijo que algo pasaba, pero no me dijo exactamente qué era eso, lo cierto es que hay muchísimas cosas que no logro entender, no sé qué pudo pasar, si esto tiene que ver con el otro mundo, o con problemas reales de este, ¿Estará mi padre en problemas con gente peligrosa? Porque esos hombres fuera de mi casa, parecían eso, gente muy peligrosa, todos de negro, demasiadas camionetas...

Sacudo mi cabeza, no sé si debería ir hoy a la Universidad, pero no se me hace agradable solo tener 3 días en el puesto y estar pidiendo permiso apenas, no tendría ninguna razón, y no me haría sentir bien el mentir, así que sólo aviso que llegaré un poco retrasado, no tengo ropa en este lugar, al no poder ir a mi casa por ella, debo buscar qué ponerme, así que tendré que ir "de compras", Lexy moriría por estar en mi lugar, ¿Lo estará también? No lo sé.

Si esto empeora, y pasan más días, no sé si tenga el dinero suficiente para mantenerme, en las películas que muchas veces veo con mi hermana, los escapes, el esconderse y salirse del país, parece tan sencillo, ¿De dónde sacarán tanto dinero? No lo es, no es fácil, pero no tengo opción, ya veré cómo hago luego, en mis cuentas tengo para vivir al menos un mes, con lo mínimo, y administrando bien los gastos, espero poder lograrlo, y qué esta nueva situación no sobrepase demasiado.

Pago mi desayuno, y salgo del lugar, voy al centro de la ciudad y realizo las respectivas compras con respecto a mis nuevos atuendos, hay tantas dudas en mi cabeza... ¿Tendré que tinturarme el cabello? ¿Estoy exagerando? Probablemente.

Algo pica en mi mano, pero lo ignoro, no es demasiado insistente, sin embargo al pasar los minutos en el taxi dónde me dirijo a la universidad la picazón se convierte en algo inquietante y cedo a frotarme el lugar, sin siquiera ver, es cuando logro divisar la entrada del campus cuando dirijo mis ojos a ese lugar que ahora punza, y me sorprendo al ver todo el lugar algo hinchado y de un color rojo, tal vez demasiado, pero me asusta más el hecho de que "el tatuaje" que adquirí con el encuentro con aquella chica en el parque está algo ¿Borroso? Parece que quisiera desaparecer, pero algo me me dice que no puedo permitirlo...

—Llegamos, señor... ¿Señor?

— ¿Ah? ¡Ah! Si, si, muchísimas gracias —Le contesto al taxista, quién ahora me mira extrañado y un poco preocupado, tal vez no entendiendo porqué su pasajero mira con tanto miedo su mano.

—¿Se encuentra bien? —Interroga mirándome desde el espejo delantero.

—Si, perfectamente. Muchas gracias... —Contesto saliendo del vehículo.

Camino hacia la entrada y muestro mi carnet de identificación al vigilante para validar mi ingreso.

—Que tenga un buen día —Dice, atendiendo a una mujer cerca de sus 50, es una maestra, la recuerdo, ví con ella al menos 2 asignaturas. Ella me saluda levemente, y me hace un gesto para que detenga mis pasos y es lo que hago.

Segundos después se acerca a mí, es una mujer bastante baja, y su caminar siempre es apresurado, siempre que la veo llegar a algún lugar me recuerda a algún duende si existieran... ¿Si existen? Es decir, existe un mundo mágico... ¿Pueden existir también los duendes? ¿Hadas? ¿Acaso los vampiros también?

Me estoy volviendo loco, necesito hablar con mi padre sobre todo lo que no sé.

¡Dios! ¿Dónde estará mi padre? ¿Estará bien? ¿Mi familia? Deben estar bien, él me lo aseguró.

Disperso todos mis pensamientos y me concentro en la mujer que está frente a mí y creo no haber entendido lo que ha dicho, así que solo asiento.

—Muy bien, muchacho. ¡Me encantará verte en el seminario entonces! Estarán muchos de tus compañeros, incluso algunos de nuestros egresados nos visitarán del exterior, así que te espero. Muy puntual —su mirada me dicta advertencia, así que recuerdo muy bien a qué se refiere, solía por alguna extraña razón llegar siempre tarde a sus clases. Le sonrío un poco apenado por eso.