Espera, ¡estamos Casados!

Un mes.

Capitulo cuatro

 

Un mes después.

Larson no te pagó para que seas una holgazana.

Mueve esas manos Larson, quiero mi informe con los datos de las finanzas. Hoy a las 3 de la tarde antes de que lleguen los inversionistas.

Larson tráeme mi café, que sea oscuro.

Larson a mi oficina.

Larson reunión con los extranjeros.

Pongo mis manos en la cabeza y sobó con cuidado. Un mes un maldito mes dónde ese señor me ha hecho trabajar como nadie. Cada día entro a su oficina y de su boca solo pronuncia: "Larson esto".

Me quito los tacones de punta y sobo mis pies con las piernas.

Estar a cargo de un área no es un trabajo fácil y menos cuando planeas una boda. Aunque algunas veces respiro de los preparativos, Camyl y mi madre están afrente y solo me llaman de vez en cuando para sugerencias de flores o de comida. Ashton y yo decidimos casarnos en seis meses.

Sus palabras fueron estás

Espere cinco años por ti, no voy a esperar otros cinco más. Casémonos mañana. Pero la reacción de mamá fue ni se te ocurra casarte de la noche a la mañana. Necesitamos planificar todo, así que yo me encargo de todo. Mi niña se casará.

No puedo creer lo bien que lo ha aceptado y menos Fred hace dos noches me llamo llorando diciendo que su pequeña se casará y que estaría orgulloso si el me llevará al altar. Ambos lloramos y le dije que el honor era para mí sí el me entrega en el día de mi boda.

Sonrió para mí recordando que todo está pasando demasiado rápido. Ashton y yo nos casaremos, dos vecinos en guerra que prefirieron la paz.

Cuando vuelva tendré que ver a Chloe y darle la más grande disculpa que he podido dar. Ashton me dijo que está feliz por nosotros, pero aún me sigo sintiendo mal por todo lo que hice.

Tomo un respiro y dejo de pensar un momento en eso. Recordando que tengo que llamar a Camyl por algunos pendientes.

Su teléfono al otro lado timbra una tres veces antes de contestar.

─ ¡Aló! ─ contesta agitada.

─ Lo matare Camyl ─suelto mis palabras ─ te juro que falta poco para que él me mate a mi o yo lo haga.

─ Calma fiera ─ responde entre risas ─ es tu jefe no es tu amigo.

─ Lo entiendo que no será color de rosa, pero me trata como su esclava.

─ Sexual ─insinúa Camyl.

Ruedo un poco lo ojos. Camyl sabía todo acerca de Anntonio, el incidente del avión, en la sala de juntas, en su oficina, en todo lo que me hacía trabajar.

─ Jules eres la maldita Larson ─ me da ánimo ─ que un viejito de 40 años no te haga sentir menos que eso.

Una media sonrisa se asoma.

─ Te amo.

─ Y yo a ti me pequeña peleadora. ─ responde y siento su sonrisa.

─ Por cierto Camyl ─ recuerdo por qué la llame ─ como van....

Escucho risas y algunos gemidos a través del teléfono.

─ ¡Está Taylor ahí! ─ suelto con indignación.

─ Hola Jules ─ dice Taylor al otro lado de la línea.

─ ¡Oh rayos Camyl! ─ alzó la voz ─ estás teniendo sexo con Taylor y hablando conmigo.

Ella ríe.

─ Eres repugnante.

─ Yo también estoy feliz de hablarte en cualquiera momento mejor amiga ─dice Camyl con sarcasmo.

Su voz se cortó y se combinó con algunos gritos y gemidos de ambos.

─ ¡Son unos malditos asquerosos! ─ grito a través del teléfono antes de colgar.

Tiro el teléfono en el escritorio de mi oficina y agachó mi cabeza en el.

Tendré que limpiarme los oídos con cloro. El sexo Puede ser lo más normal entre parejas, pero escucharlo y verlo de terceras personas no es normal. Y menos cuando son tus mejores amigos. Aún no se me ha borrado el incidente cuando los ví teniendo sexo en mi habitación y ahora estoy. Ellos quieren matarme.

Ambos estaban llevando su relación al siguiente nivel. Tener un perro. Aún no se saben cuidar ellos y ahora un perro, tengo miedo por él.

─Jules ─ la voz de Vicenzo me hace reaccionar, alzó la cabeza con rapidez. Una sonrisa de su parte me recibe.

Sonrió al igual que él. Su cabello miel recae hasta su frente y sus ojos hacen juego con él.

─Traje esto ─ dice al entrar a mi oficina ─ el informe revisado por Martineli.

─ ¿Qué dijo? ─ mi voz sonó preocupada, el informe lo había hecho hasta tres veces

Vicenzo tomo asiento

─ Te felicito ─ dice cómo si nada ─ menciono que el informe está muy detallado y que eso era lo que tenías que hacer la primera vez.

─ Fueron sus palabras ─ solté incrédula

Ambos nos miramos y soltamos una carcajada.

─ Esta bien ─ menciona finalmente Vicenzo ─ no fueron exactamente sus palabras, pero al menos no grito.

─ Eso es una mentira demasiado grande Señor Vicenzo.

─ Por favor sin el señor ya hablamos de esto Jules.

Vicenzo era demasiado agradable, además de apuesto. Me había enterado que él y el señor Anntonio eran mejore amigos casi hermanos. Personalidades muy diferentes para hacer amigos. Anntonio es egocéntrico y altanero en cambio Vicenzo es amable y agradable.

─ Sabes que Anntonio no dice nada cuando algo está bien, su ego no lo deja.

Sonrió a sus palabras.

─ Lo entiendo.

Vicenzo asiente poniéndose de pies.

─ Está noche tendremos una reunión en mi casa deberías venir. Para darte la bienvenida como mereces.

Sonrió a esos ojos azules que hipnotizan con su amabilidad.

─ Para mí es un honor que me hayas invitado ─ respondo en una sonrisa ─ allí estaré.

El asiente y sale de mi oficina.

Han pasado un mes dónde la relación con Ashton a superado todo. Distancia, peleas, guerra, vecinos y no puedo estar más agradecida que todas esas cosas hayan pasado con él.

Siempre habrá obstáculos con esa persona que amas, pero si son el uno para el otro se vencerá y seguirán juntos a pesar de todo. Eso éramos Ashton y yo. Una pareja a prueba de todo.



#1350 en Otros
#389 en Humor
#3713 en Novela romántica

En el texto hay: casamiento, vecinos, amor luchas

Editado: 31.05.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.