Esperando al Destino.

El día siguiente.

Abrí los ojos y di un suspiro. Me estiré para despertarme por completo y me di cuenta que seguía en el auto de Erick Cassell, estábamos estacionados en la parte alta de la ciudad, era un sitio turístico donde podías ver el paisaje lleno de edificios, la mayoría construidos por Haussell. En la radio sonaba Ed Sheeran pero a un volumen bajo, de seguro para no despertarme.

-Buenos días- saludó sonriendo, se veía muy cansado, era evidente que no había dormido en lo absoluto- Me pareció que esto sería agradable de ver al despertar- comentó señalando el paisaje-¿Cómo te sientes?-

-Bien, dormí profundamente, algo que por lo visto usted no hizo-respondí- ¿Qué hora es?-

- No pude dormir. Preferí conducir y escuchar música, hasta que amaneció. Entonces la traje aquí y esperé a que se despertase- chequeó el reloj de su muñeca- Y son las 7:00 de la mañana-

-¡Vamos a llegar tarde!- le reclamé acomodándome en el asiento y repentinamente noté que de sus nudillos vendados salía sangre-¡Y tengo que cambiar sus vendas!- él miró su mano y le restó importancia.

-No es nada, me he hecho peores heridas practicando-respondió con tranquilidad- Y usted no va a llegar tarde a la oficina, sólo yo. Tú tienes el día libre, ve a descansar. Te dejaré en casa de tus amigas-

-¡De ninguna manera!- me opuse completamente- ¡Hoy es el gran día! ¡Es la presentación del proyecto! Si lo reprueban…-

-Lo van a aprobar, estoy seguro- me calmó- Te compraré algo de desayunar y te llevaré con una de tus amigas. Necesitas descansar bien y recuperarte-

-Pero no me quiero perder el momento de la aprobación- me quejé- Aparte, en la oficina me necesitan-

-Si yo puedo arreglármelas sin ti un día, ellos también- me aseguró- Lo que sí sé es que necesito un café con urgencia, sin eso sí no podré sobrevivir el día de hoy-

-Gracias por cuidar de mi- le dije sin mirarlo directamente a los ojos.

-No hay ningún problema, solamente quiero saber algo: ¿Es incomodo que yo te lleve a dónde vives?- me preguntó- No es como si lo hiciera todo el tiempo, solamente cuando sales muy tarde-

-No, no me incomoda, simplemente no me quería aprovechar de usted-

-¡Basta! Nadie se aprovecha de mí, soy un hombre adulto, hasta ahora he sabido cuidar mis intereses y si usted no permite que la lleve, al menos déjeme costearle un transporte confiable-

- Lo siento- me disculpé en serio- De ahora en adelante si se me hace muy tarde, le pediré un aventón-

-Bien. Resuelto eso, le voy a comprar el desayuno ¡Y ni se le ocurra decir que con eso está tomando provecho de mi!- encendió el auto y comenzó a conducir.

-Está bien, le haré caso pero con la condición de que me deje cambiarle el vendaje- no me iba a olvidar del tema tan fácilmente, si tenía que quedarme en mi casa, al menos lo dejaría ir a la presentación con una venda decente.

-En serio no es nada, he practicado boxeo durante años, en un par de días estaré como nuevo- me quedé estupefacta, ¡¿ERICK CASSELL PRACTICABA BOXEO?! ¡¿ÉL?! ¡¿CON SU APARIENCIA DE ARQUITECTO INTELECTUAL Y PULCRO?!- No me mire como si fuera un alienígena, me gusta el boxeo-

-Pero, ¿Cómo?- no sabía cómo procesar la información, era un shock demasiado grande para mí.

-Bueno… Este es un tema difícil, pero aquí va: Cuando tenía 12 años, mi padre fue secuestrado. Iba saliendo de la oficina muy tarde en la noche, así como usted. Se metieron en su auto, lo drogaron y se lo llevaron. Mi madre recibía llamadas en la madrugada, amenazaban con asesinar a mi padre si ella no les daba dinero. Así que tuve que usar mi segundo nombre y el apellido de mi madre por un tiempo, me cambiaron de colegio y me obligaron a practicar muchas técnicas de defensa personal, para evitar que me secuestraran a mí también- hizo una pausa y suspiró con pesar- Fueron meses difíciles. Siempre en las afueras de la institución estaban guardaespaldas, disfrazados de panaderos y qué sé yo. Tal vez mi madre exageraba, pero en sus propias palabras: “Nadie le dice a Alanis Girardi cómo cuidar a su hijo”-

-Eso debió haber sido terrible- me hundí en mi asiento, sin saber qué más decir- No me imagino lo que significó para usted vivir esa experiencia-

-Mi padre estuvo secuestrado por dos meses, sin embargo las autoridades le recomendaron a mi madre mantener las medidas de seguridad que ella había implementado al menos por unos tres años. Así que durante ese tiempo, usé el apellido de mi madre y me mantuve bajo perfil- me quedé en silencio y puse mi mano por encima de la suya, en señal de apoyo.

-Gracias por confiar lo suficiente en mi cómo para contarme eso- le dije con todo mi corazón- Lamento de verdad que haya tenido que pasar por algo así siendo tan joven. Simplemente no fue justo-

-No se sienta mal por mi- me pidió sonrojándose, pero logró poner una sonrisa triste en sus labios- No fue del todo malo. Aprendí a defenderme y cómo pudo darse cuenta anoche, puedo dar una buena pelea incluso si el oponente es más alto y más fuerte que yo. Así que puede estar tranquila, que le partiré la cara a cualquiera que intente agredirla-




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