Esperando al Destino.

¡¿Qué está pasando aquí?!

Era una noche hermosa, llena de estrellas. No hacía demasiado frío, estábamos en el balcón y Erick Cassell estaba justo a mi lado. Habría sido perfecto si Karen, Mary y René no estuvieran gritando y discutiendo cómo locos. Emma estaba ahí también, comiendo y observando la escena divertida.

-¡¿Por qué no me dijiste que iba a ser papá?!- le gritaba René a Karen.

-¡No le grites que está embarazada!- gritaba Mary.

-¡Fue algo de una sola vez y seguramente no ibas a creer que el bebé era tuyo!- gritaba Karen a toda voz.

-¡Pero es mi hijo también, yo necesitaba saber!- seguía gritando René con desesperación.

-¡Ya les dije que no griten que le hacen daño al bebé!-insistía Mary tratando de mediar entre los dos.

-No entiendo con tanto grito- murmuró Erick-¿Cómo fue que se conocieron?-

-Según entendí-dije haciendo cálculos mentales- El jefe de Karen contrató a unas modelos de la compañía de René para hacerle publicidad a la compañía y de ahí tuvieron una reunión- me detuve a pensar, intentando ordenar la historia en mi cabeza- Y de ahí creo que se vieron y fueron a comer, no lo sé, me confundieron los gritos-

-¿Y tú no lo sabías?- me preguntó Erick.

-No nos dijo nada ni a Mary ni a mi- le confesé siendo absolutamente sincera- Nos dijo que no contaba con el apoyo del padre y nosotras no la presionamos-

-Bien, sé que René no es mi primo más guapo, ni más brillante, ni más valiente, ni el más galante…- comenzó a enumerar Erick.

-No sé hacia dónde va tu punto, pero no me estas convenciendo-aclaré frunciendo el ceño.

-Mi punto es que René es responsable. Y por mucho que me cueste admitirlo, es buena persona. Muy fastidioso, eso sí- añadió Erick- Pero siempre he podido contar con él. De saber sobre el bebé de Karen, no se habría enojado-

-Tal vez Karen debió haberme dicho algo cuando comencé a trabajar para ti-apunté.

-No necesariamente, Cassell es un apellido común en este país- Erick se acomodó las gafas y dejó escapar un suspiro- Y Haussell no tiene nada que ver con la empresa de René, así que Karen probablemente pensó que no teníamos relación de ningún tipo-

-¡René! ¿Qué estás haciendo? ¡Deja de revisar el celular y préstame atención!- le reclamaba Karen.

-¡Estoy comprando una cuna por internet!- se defendió René alterado- Y vamos a necesitar un coche también-

-¡Pero es que yo no te estoy pidiendo nada de eso!- objetó Karen molesta.

- Te voy a proponer algo un poco loco- siguió susurrando Erick.

-No creo que sea más loco que todo lo que he vivido esta noche- reconocí volviendo a mirar la escena, Emma se había acercado y estaba grabando todo en su celular, al parecer planeaba subirlo a youtube.

-Sí, bueno, en eso tienes razón- Erick también se detuvo a contemplar la locura- Igual te iba a preguntar si quieres irte a algún otro sitio-

-Sí-respondí de forma inmediata.

-Vaya- respondió aturdido- No pensé que fueras a aceptar, pero ya no puedes echarte para atrás. ¿A dónde quieres ir?- insistió.

-A donde sea, no importa- me encogí de hombros.

-Bien, vámonos- dijo Erick con determinación, aunque se detuvo por un segundo- ¿Tus amigas…-

-Van a estar bien- lo tranquilicé- Karen es la chica más ruda que conozco, Mary la más inteligente y Emma la más loca. Más bien temo por René- Erick se detuvo a mirar a su primo, indefenso ante aquellas mujeres.

-Tienes razón, lo van a matar… Pero puedo vivir sin él- decidió y me tomó de la mano.

Terminamos abandonando el sitio y subiendo a la camioneta de Erick. Ya me estaba acostumbrando a ir de copiloto y a disfrutar del olor agradable. Me invitó a escoger la música y yo puse algo al azar mientras comenzábamos a conversar.

-¿Tienes hambre?- me preguntó. La verdad tenía el estomago plagado de mariposas.

-No mucha-respondí. Suavemente su auto se detuvo frente a una casa de dos pisos. Estaba pintada de blanco y tenía enormes ventanales e incluso desde afuera se notaba que espacios amplios y luminosos, el techo plano y permitía admirar las líneas rectas en la fachada.

-Es hermosa- me quedé asombrada.

-La diseñé yo- explicó Erick con orgullo- Es mi casa-

Volteé para mirarlo fijamente, maravillada por su creación. Cada vez que sabía algo sobre él, aparecía algo nuevo e increíble.

-No tenemos que entrar, te traje solamente para que vieras el diseño- siguió explicando con tranquilidad- Estoy orgulloso de mi casa. Igual planeaba llevarte a un restaurante que prepara…-

-¿Podemos entrar?- lo interrumpí mirando de nuevo la casa.

-Ehm sí, si quieres- respondió Erick- Pero también puedo llevarte a donde quieras-

-Quiero verla por dentro- insistí.

-Tus deseos son órdenes- respondió apagando el auto, me abrió la puerta y me ayudó a bajarme. Al entrar a la casa, me sentí aún más deslumbrada, el diseño era impecable, lujoso, pero muy moderno y casi minimalista. Las luces principales estaban empotradas en el techo de la sala, la escalera que daba hacia el segundo piso era de madera y vidrio templado y con un  agarradero de madera con detalles que hacían juego con los peldaños.




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