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El hombre, como la hierba son sus días;
Como la flor del campo, así florece;
Cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser,
Y su lugar ya no la reconoce.
Pero la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen,
Y su justicia para los hijos de los hijos,
Para los que guardan Su pacto
Y se acuerdan de Sus preceptos para cumplirlos.
Salmos 103:15-18
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Sean muy bienvenidos a "Esperanza en el dulce néctar"
¡Si logras leer esto es que he logrado cumplir un sueño!
Primero que todo, me gustaría presentarme y darte a conocer un poco de mi libro de vida en las siguientes líneas jaja. Mi nombre es Elizabeth Veas, estudiante de la carrera de Periodismo y una mujer conforme al corazón de Dios. En este libro, pongo cada parte de mi alma; relatando quizás secretos que simplemente Él de arriba, mi almohada y yo conocemos.
Este escrito es el primero, por lo que, no te sorprendas si hay una falta ortográfica o una parte mal redactada o poco entendible. Mi meta es superarme cada día más y cumplir con mis expectativas de cuando era más pequeña (14-15 años).
Si piensas que tendrá cierta suavidad este escrito por mi creencia, déjame decirte que no lo será. Incluso, quizás te sorprenderás. O al menos, eso quiero reflejar en cada una de mis creaciones literarias.
Espero que con 'Esperanza en el dulce néctar' puedas disfrutarla tanto como yo la disfruto al momento de escribirla, me gustaría saber tu opinión o incluso, crítica respecto a los acontecimientos que surjan. ¡Tengo tanto nervio' que ni siquiera sé porque ando diciendo esto!
Quizás, debas empezar por el inicio.
Deslizando hacia abajo, lo encontrarás en un segundo.