Capítulo 11

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Y es que el amor no necesita ser entendido, simplemente necesita ser demostrado.

-Paulo Coelho

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—Sólo hay que dejarla descansar. Se pondrá bien.

Nali estaba pasada de roofies, el doctor estaba sorprendido de que no hubiera tenido una convulsión debido a la sobredosis de flunitrazepam en su cuerpo. No obstante, ella estaba estable, y Nali no era mi más grande preocupación en este momento. Sé lo egoísta que suena, pero está recibiendo la atención de los mejores doctores de la agencia; al contrario de Alex, de quién no he sabido nada desde que la abandoné en esa fiesta de mafiosos. Desde el momento en el que pisé el acelerador de mi auto, sentí como el remordimiento y la consciencia me consumían desde adentro. La busqué, incluso le pedí a Mark que analizara el perímetro, para asegurarme de que sólo se había retrasado haciendo alguna necesidad en el baño... pero no logré encontrarla. A eso le sume el contexto; me estaban buscando por matar al puto calvo. 

No quería dejarla, no podía... pero aún así lo hice, la dejé, en un lugar lleno de personas peligrosas que no dudarían ni un segundo en acabar con su vida. 

Soy una mierda.

—La vamos a encontrar, Nick.

Mis ojos se cristalizan y mis puños se contraen.

—La dejé, Mark... ¡La abandoné en una fiesta de mafiosos donde trafican mujeres! ¡La guie a su propia muerte! 

—Pero la vamos a encontrar.

Con un gran nudo en mi garganta y temor en mis palabras dije:

—¿C-crees que esté viva?

—No lo creo, estoy seguro. Alex no es idiota, Nick. Aún no está entrenada. Pero vamos, ¡Es Alex de quién hablamos! —yo río por lo bajo—. Tiene una técnica terrible, pero es una psicópata de mierda. ¡Golpeó mis jodidas bolas! ¡Asesinó a mis bebés espermatozoides!

Yo suelto una carcajada.

—Lo que quiero decir es... que vamos a encontrar a nuestra loca. Si tan sólo.... ¡Espera! ¿Le diste el Sistema Operativo de la Agencia?

—Si, pero ya lo intenté... su sistema de rastreo está limitado, eso quiere decir que ella está muy lejos del alcance del radar. Su sistema está programado para misiones de principiantes, misiones que estén cerca del radar, pero...

—Pero...

—¡Lo tengo!

—Ok, Nick, quisiera decir que leo mentes y entiendo de lo que hablas, pero estoy más perdido que... que... ¡Coño tú entiendes! Sólo dime que idea tienes.

—Ya verás.

Mark hace una mueca.

—Oye... con esa cara de maniático me asustas.

—Llama a Brat, tengo una idea.

Alex Piterson

Tanto esfuerzo para nada. 

Dejé mi trasero más plano de lo que es para nada. 

¿Por qué para nada? Pues, porque estoy en la misma hectárea de mierda de hace un rato, sí,  la de la puta gotera, otra vez.

¿No podían dejarme en el cuarto con la consola y el plasma de 90 y medio de pulgadas?

Debo iniciar otro plan, uno para poder patear el culo de todos aquí. Esos tipos me levantaron como si yo no fuera más que una hojita de papel. ¡Estúpido y huesudo cuerpecito! Debo aumentar mi dosis de hamburguesas diarias. 

Ok, concentración.

«Ojalá tuviera poderes mágico»

Miro cada sucio espacio dentro de la habitación y hago una mueca. Estos traficantes son bien pero bien mugrosos. Por un momento veo fijamente las botellas que le lance al psicópata de hace un rato, y no puedo contener una leve risita.

Dios, tú sabes que eres lo más importante en mi vida. Sé que me he alejado y posiblemente vuelto un poco bastante pervertida y mal pensada, ¡Pero vamos! ¡Aún soy virgen, no me dejes morir así!

Envíame una señal...

Y en ese momento pasó lo más inesperado: El sonido de la voz de Dua resonó en mi audífono.

—Desbloqueo del Sistema Operativo exitoso.

¡Dios, no sabes cuánto te amo! Virgen de los abdominales... creo que tengo un mejor aliado.

Bueno, Dios, ahora quiero a un chico sexy bien buenote, con abdominales y trasero de acero para mí solita. Si es Ares Hidalgo, Aegan Cash o Patch Cipriano, mejor. Si son los tres, me vuelvo mormona.

Si quieres puede ser ahora mismo, no tengo problema.

...

Ok, ok, me conformo con que revivas a Luke Howland.

...

Bien... muero virgen entonces.

—Dua, necesito ayuda para salir de aquí.

—Puedes usar el laser que está en tus aretes...

—Estoy atada, mi querida amiga.. —digo con ironía.

—Si no me dejas hablar, no puedo darte opciones, si no te doy opciones, puedes quedarte aquí a pudrirte como vegetal en supermercado.

—¿Qué acabas de decir? —dije perpleja.

—Lo que escuchaste, sorda.

—¿Desde cuándo hablas?... me refiero a... sonar tan.. independiente, y... grosera.

—Todos mis sistemas operativos están desbloqueados, incluyendo la inteligencia artificial que se adapta a tu personalidad.

Wow...

—¡Me encanta! —exclamo—. Aunque... eres muy irritante.

—Corrección. Tú eres irritante  —¿eh?—. Y por lo visto también sorda.

ESTA PERRA.

—Cómo había mencionado, mi Sistema Operativo de Inteligencia Artificial se adapta a la peculiar personalidad de cada Agente.