Espinas para mi rosa

Capítulo 2

Rose

Me puse al día con Dominic, hablamos muchas cosas de nuestro pasado e intercambiamos números de teléfono, yo lo registré como; Dom más un sticker de gato. Pasamos un rato agradable, tenía años sin saber lo que era disfrutar una tarde con amigos de esa manera. Desafortunadamente para mí; el auto de familia que pasó a buscarme del colegio para llevarme de regreso a casa me recordó el porqué no disfrutaba de esas cosas a menudo.

Entré en la mansión a escondidas tratando de no ser vista por los gemelos, llegué en silencio al pasillo donde está mi habitación y… Melissa me estaba esperando, con el rostro lleno de ira, jugueteaba con sus uñas impacientemente. Cuando la vi, me quedé paralizada; no esperaba que ella estuviera allí. Ella corrió hacia mí y jaló mi cabello fuertemente. Sus ojos me miraban con mucho desprecio.

-Entremos- escupió. Abrió la puerta de mi habitación y me llevó a rastras -¡Dime de dónde conoces a Dominic Eckard, yo jamás lo he visto antes de hoy!- su mano ejercía mayor fuerza en el área que jalaba de mi cabello -¡Dime!- gritó frustrada. O envidiosa más bien.

-Estudiamos juntos en Inglaterra, en la primaria- fijé mi mirada en ella. Melissa me soltó el cabello y puso sus manos en su cadera con una mueca de disgusto.

-¿Es así? No puedo creer que él haya estudiado en el mismo lugar que tú- se acercó de nuevo a mí y apretó mis mejillas enterrando sus uñas en mi piel. Creo que quería ahorcarme pero se arrepintió en el último momento -No creas que te puedes esconder detrás de él por siempre. Los Eckard nunca se quedan en el mismo lugar y te puedo asegurar que aquí en esta casa él no puede protegerte… No actúes arrogante conmigo- me empujó a un lado y salió de mi habitación.

Solté un gran suspiro, por primera vez no me importó lo que Melissa hizo, no pudo importarme más porque ahora sé que lo único que ella quiere para sentirse bien es; que yo no reciba más atención que ella. Desde que en el colegio me vieron hablando con Dominic y almorzando juntos, algunas chicas me miraban intrigadas y otras querían acercarse a hablarme. Son unas hipócritas, nadie me ayudó mientras Melissa y Mark me humillaban públicamente, y con la repentina aparición de Dominic en mi vida todos quieren hablarme porque él es superior a cualquiera de ellos en ese lugar.

Me tiré en la cama sin quitarme el uniforme, no tenía ganas de nada. Desbloquee mi teléfono y vi un mensaje de Dominic.

Dominic:
“¿Qué te hizo Glinda?”

Me reí al ver lo que me mandó, le respondí también.

Yo: ¿Por qué Glinda?

Dominic: “Porque es rubia y finge ser buena persona pero es una perra”.
“Dime qué te hizo”.

Yo: “Solo me jaló el cabello, mas nada”

Dominic: “¿Mas nada?, ¿normalmente hace más, o qué? Me vas a tener que explicar todo mañana, Rose”

“Ni si te ocurra mentirme, te voy a estar observando”. *sticker de ojos*

Yo: “Sí, hablemos mejor mañana. Voy a dormir un poco” *sticker*

Mentí acerca de dormir, realmente iba a dibujarlo de nuevo. Su apariencia adulta me resulta más fascinante de dibujar. Preparé un lienzo en blanco, tomé de los que guardo en mi clóset y me senté frente a la ventana para plasmar sus facciones. Las líneas de su rostro están más marcadas que antes, la fineza de su mandíbula se volvió gruesa y masculina, su sonrisa sigue igual y su intensa mirada también. Hay cosas que permanecieron igual en Dominic y otras que maduraron mejor; su altura dobla la mía y su cuerpo es más ancho y robusto que los demás. Sus músculos están muy bien definidos, sus manos son más grandes que las mías y todo en él es diferente.
✿⁠✿⁠✿
Terminé mi boceto y decidí darme un baño con agua fría. Me dolían los hombros luego de pasar tres horas y media haciendo el primer boceto. Lo bueno es que hoy no tengo que bajar a cenar con esos insoportables y estirados de los familiares de Thomas, mamá y él están finiquitando un contrato con una red hotelera muy importante en Filipinas, y mientras el gato no está; los ratones hacen fiesta.
Bajé a la biblioteca del abuelo después de medio comer algo de la cena de hoy. Tengo que estudiar para un examen de historia contemporánea y lo he estado postergando por varios días. Me escabullí en silencio y me acomodé en mi lugar preferido. Recibí otro mensaje de Dominic.

Dominic
“¿Qué haces?”

Yo:
“Estudiando para el examen de historia que hay el jueves”

Dominic:
“Yo falté las primeras semanas y me dijeron que no tengo que hacer las tareas antes de mi integración”

Yo:
“¿Por qué faltaste las primeras semanas de clase?”

Dominic:

“Porque estaba aburrido”

Se me escapó un bufido y no me di cuenta del momento en que entró el abuelo a la biblioteca. Él me miraba de una forma pícara.

-¿Por qué te ríes mientras ves el teléfono?, ¿es tu novio? Ya te dije que no le voy a decir a tu mamá-

-No es mi novio, Abuelo. Él es un amigo- desvíe su mirada para que no se notara mi interés por Dominic. Él hizo una mueca como dudando de mis palabras.

-Bueno, está bien. Dile a tu amigo que me gustaría conocerlo-

-Abuelo, es un amigo nada más. Nos conocemos desde la primaria cuando estudiaba en Inglaterra- enfaticé el hecho de somos amigos y el abuelo me miró no muy convencido.

Llegué a mi habitación después de estudiar un rato. Mi vida ha dado muchas vueltas en estos años, una de ellas es la reaparición de Dominic, me costó un mundo superar los sentimientos que tenía por él y cuando pensé que los había superado él regresa como si nada haciéndose el héroe en frente de mí. ¿Cómo voy a soportar ser sólo amigos si él siempre me defiende?... Es estúpido que piense así pero realmente me gustaría que fuésemos más que amigos.
✿⁠✿⁠✿
-¿Sólo te jaló el cabello?- Dominic me esperó en la entrada del colegio y me encerró en el cuarto de servicio para sacarme todo lo que sucedió ayer con Melissa.

-Sí- me encogí de hombros -No hizo mucho la verdad- Dominic dejó escapar un suspiro de frustración.




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