Esposa por obligación.

♡23♡

2 meses después.

Culiacán Sinaloa, México.

Casa de la familia Acosta Martínez.

Daiana: ya hace tres meses que Lian nació y que yo regresé con mis papás, en este tiempo Jorge ha querido llevarme con él otra vez, Pero afortunadamente mis padres han logrado detenerlo, Lian afortunadamente hace un mes recibió el alta y está conmigo.
en este tiempo he hablado con mis padres, mis primos y mis tíos, En qué sería bueno que retomara mi vida de antes y siguiera con los planes que tenía antes que todo esto pasara, que eran empezar a trabajar en las empresas familiares y estudiar una carrera para tener muchos más conocimiento.
me había despertado en la madrugada, porque Lian empezó a llorar porque tenía hambre, así que lo alimenté y al terminar me fui al baño, al salir de este, vi como Jorge volvía a entrar a escondidas a mi habitación.
¡me asustaste!

Perris: ¿Cómo están mis amores?

Daiana: ¿como que se te está haciendo costumbre venir por la noche sin permiso no?

Perris: Pues porque de día no me dejan ¿no les habrás contado algo tú para que estén así conmigo no?

Daiana: no... ¡Ay! me quejé cuando me detuvo por el brazo.

Perris: A dónde vas, te estoy hablando.

Daiana:¡Me voy a acostar!

Perris: Más te vale que no les hayas dicho nada.

Daiana: ¡Ya te dije que no!

Perris: no te das una idea de cuánto los extrañé estos tres meses.

Daiana: no, no puedo, dije quitándomelo de encima, cuando empezó a besarme.

Perris: ¡Ay Daiana! ¡te extraño mucho y tengo ganas de estar contigo!

Daiana: ya lo sé, pero no puedo, recuerda que todavía sigo en cuarentena.

Perris: ¡no mames Daiana! ¡siempre tienes un pinche pretexto! si no es por la cuarentena, es porque se va a despertar el niño, por tus papás, siempre hay un pinche pretexto y ya me estoy cansando, dijo dándose la vuelta en la cama y dándome la espalda.

°°°

Al otro día.

🕤 AM.

Perris: ¿qué haces? dijo entrando a la cocina.

Daiana: estoy preparando el desayuno.

Perris: ¿y tus papás?

Daiana: no están, se fueron temprano.

Perris: podemos aprovechar para irnos ahorita.

Daiana: ¡no jorge! ¡Lian y yo estamos bien aquí!.

Perris: a mí no me interesa si están bien o no, su lugar es estar conmigo en nuestra casa, así que vámonos.

Daiana: no mira, te propongo un trato, yo me voy contigo si me prometes que me vas a dejar ver a mi familia y hacer mi vida normal.

Perris: ¿Qué?

Daiana: sí, estuve hablando con mis papás, mis tíos y mis primos y la verdad yo quiero estudiar una carrera y trabajar en las empresas de mi familia, como lo iba a hacer antes que todo esto pasara.

Perris: tú no lo necesitas, estás conmigo, tienes de todo y no necesitas de eso.

Daiana: ya lo sé, pero yo quiero hacerlo, por favor, te prometo que voy a hacer las cosas bien.

Perris: sí, cómo las has hecho hasta ahora.

Daiana: reconozco que no he cumplido con mi palabra, pero las cosas ahora serán distintas.

Perris: ¿y por qué te tengo que creer?

Daiana: porque está nuestro bebé de por medio ¡por favor, te lo suplico! dije agarrándolo de sus manos.

Perris: está bien, yo te dejo que estudies esa mentada carrera y que trabajes con tu familia, pero a la primera que hagas mal, te juro que hago que toda tu familia desaparezca.

Daiana: te lo prometo, muchas gracias, dije abrazándolo.

°°°

Horas después.

Verónica: ¿estás segura Daiana?

Daiana: sí mamá.

Verónica: ¡cómo te vas a ir con ese tipo después de todo lo que te hizo!

Daiana: ma, es el papá de mi hijo.

Verónica: y eso que tiene que ver Daiana ¿ya te olvidaste de todo lo que te hizo?

Daiana: ya lo sé, pero...

Verónica: ¿sientes algo por él?

Daiana: n... no, no sé...

Verónica: ¿cómo que no sabes?