Esposo, ¿me amas?

Cap 4

Iden se bajó del auto y cerró la puerta molesta.

Este hombre era el causante de la herida en su mano y aunque tuvo la descencia de hacerse responsable por la igual lo quería lejos de ella.

Él era muy extraño.

Después que se cayó él hizo que Alya se fuera y de pronto le hablo diciéndole que conocia las deudas que ella tenía e inesperadamente le pidió matrimonio hablando de su dinero y más.

Iden ya no lo tenía por mujeriego.

Lo tenía por loco.

Y como un acosador.

Él sabía que ella tenía deudas, no sabía cómo se había enterado alguien que ni siquiera conocía.

No quería involucrarse con alguien sospechoso.

Era guapo y tenía dinero, si; pero no por eso aceptaría casarse con él.

No acepto su propuesta por varias razones, pero la principal era que no conocía realmente a este hombre.

Era alguien que claramente no tenía buenas intenciones.

¿Que sucedía si era un secuestrador o alguien malo?

Iden tenía que ver lo lógico en esto. La propuesta de él no era para nada normal.

Miro el auto lujoso pensando que talvez el hombre tenía un negocio sucio.a

Cminó con paso firme dispuesta a alejarse.

— Espere señorita

Alguien bajo del auto, era quien parecía ser el secretario del hombre.

— Para que los dos puedan conocerse mejor creo que lo ideal sería que el Señor y usted intercambiarán números

— ¿Ah?

No iba darle su número a un desconocido.

El hombre aún seguía mirandola desde dentro del carro, envío a su trabajador a propósito sabiendo que Iden dudaría con su respuesta.

Iden estaba molesta pero respiro hondo intentando calmarse, solo quería ir a dormir para terminar este día.

Aparte de que su padre cayera en coma y la despidieran de su trabajo, ahora incluso tenía un loco tras ella.

Había sido un mal día.

Estaba de muy mal humor por todo lo sucedido.

— ¡Si tiene tanto dinero como dice entonces que el mismo lo averigüe!

Grito sin importarle nada y siguió caminando sin mirar atrás.

El hombre dentro en el carro se rió mientras la veía alejarse.

La casa de Iden estaba a unas cuantas cuadras, pidió ser dejada aquí porque no iba a entregar directamente la dirección de su hogar a un desconocido así que tuvo que caminar por un rato.

Era alguien joven, y con su padre en el hospital ahora estaba sola.

Cuando llegó a casa notó la casa vacía.

No tenía hambre ni sueño después de lo sucedido en el bar, se sentó en el sofá respirando hondo.

En su mente apareció la imagen de aquel hombre y su propuesta, puede que ahora estuviese apretada de presupuesto pero no estaba tan loca o desesperada (aún) como para aceptar casarse con quién ni conocía.

Pensó que siendo un mujeriego como pensaba se rendiría o buscaría otra mujer, los hombres siempre eran así.

Otra opción era que realmente averiguara su número.

Iden decidió no pensar en ello por ahora, era mejor comenzar a pensar en como conseguir otro trabajo.

Un hombre no cabia en su vida por ahora.

Iden pensó que ya no lo vería por un tiempo; sin embargo, contrario a ello algo inesperado paso al día siguiente.




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