Estirpes de Linajes

Capítulo 1

En la actualidad el mundo dejó de lado la magia. Todo era tranquilidad, ciudades con mucho ruido, trafico, trabajos aburridos, contaminación, gente que creía en Dios. Sinceramente como estamos viviendo ahora mismo.

Había un hombre llamado Sebastian Hughes tiene 33 años, soltero, trabaja de ejecutivo en una empresa de tecnología informática. No creía en Dios, ya que nunca le escuchó ni le ayudó cuando lo necesitaba. Así que cada vez que se encontraba a personas que trabajaban en la iglesia, como sacerdotes o monaguillos, siempre hablaba mal de Dios y les decía que no le molestaran más con ese tema. Un día más, frustrado, saliendo de su casa para ir al trabajo, viendo a la gente que pasaba a su lado, como corrían los niños, como saltaban de alegría sin ninguna preocupación, pensando como de aburrida y monótona era su vida. No tenía nada, ni familia, ni esposa, ni tampoco  perro.
Tuvo que pararse ya que el semáforo se puso en rojo para los peatones, y cuando estaba esperando en el paso de cebra a que se pusiera verde… de repente alguien le empuja por  la espalda y lo tira hacia el autobús que venia pasando, en ese momento. Sebastian pensaba como era posible que pudiera ser su final, tan fácil era que acabara así su vida?. Mientras se acercaba el autobús hacia él. Antes del impacto se paró el tiempo. Él, consciente de lo que estaba pasando se fijó directamente en quien le había empujado. En ese momento el hombre le dijo: - Vaya vaya… que fácil es quitar la vida, Sebastian. He estado todo éste tiempo escuchando tus quejas, tus habladurías de mi. Cada vez que venían devotos a hablarte de mi o darte información, no parabas de echarlos fuera. ¿Tantas ganas tienes de que te escuche? aquí estoy, pero ahora mismo no vengo a hacer eso. Vengo a darte una segunda oportunidad de que recapacites. Tú, y otros cuatro más, habéis acabado con mi paciencia. Esta vida te la quitaré, todos los beneficios de esta vida no los tendrás . Te vas a reencarnar en otro cuerpo, teniendo tu conciencia y recuerdos de ahora mismo. Espero que aproveches tu última oportunidad, si no lo haces, no volverás a nacer. - le dijo riguroso. Sebastian le responde: - Ésto lo haces por venganza? Como sé que eres Dios y no el Diablo?- dijo con miedo. Dios le responde: - Si fuera el Diablo te llevaría directo al infierno y no te brindaría una segunda oportunidad. Recuerda que no eres el único que envío a esa época. Tu viaje empieza ahora. Suerte. En ese momento el tiempo volvió a la normalidad, Sebastian perdió el conocimiento.

 

 

 

 

 

 




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