Capítulo 10

- ¿Por qué se supone que la señorita demoro más de una hora en comprar dos simples cosas que le encomendé? Y estando el supermercado a una cuadra de distancia- un molesto Iván se encontraba en la puerta de entrada del restaurante.

-Ayudar a los más necesitados también es importante ¿sabes?

- ¿A quién?

- A si como lo oyes. Estuve ayudando a un necesitado, aunque era algo extraño- se cubrió los brazos a si misma temblando como si tuviese frio.

-Como sea. Ya que te has demorado tendrás que repartir los vasos de soda y papas para cada uno de tus compañeros.

-No hay problema jefe- tras hacer un saludo de soldado se fue ha preparar lo encomendado por Iván.

-solo te comportas obediente cuando hay gente alrededor su majestad – la ultima palabra fue dicha en la mente de Iván quien la miraba con nostalgia mientras se alejaba.

En la oficina de Mendoza y Asociados…

- ¿Qué fue lo que dijiste?

-Tal y como lo decidiste la reunión se llevará sin problema para este domingo-dijo Eydan con una sonrisa sincera en su rostro. El chico estaba de buen humor.

-ah…ya-ya veo- la sorpresa de Álvaro al ver su pequeño primo de buen humor lo dejo desconcertado.

- ¿Hay algo más en lo que deba ayudarte? -pregunto Eydan.

-no…nada. Ya puedes retirarte.

-Bien. Entonces almorzare primero. Me retiro- cuando Eydan cruzo la puerta, Álvaro pudo ver una sonrisa burlona en el rostro de su primo.

- ¿Qué mosca le pico? ¿o solo me está tomando el pelo? - el confundido Álvaro se rasco la cabeza- como sea pronto lo averiguare.

…

En el restaurante…

-es increíble la noticia que nos dio el jefe Iván ¿verdad chicos? - dijo Yuliana

-pues sí, aunque tarde o temprano iba aparecer un comprador- dijo Leah

-aunque es sorprendente que una firma de abogados lo haya adquirido-dijo Sebastián

Aunque solo haya pasado un mes desde que se conocían, los tres se entendían muy bien pues con el hecho de saber que ambos pertenecían a la misma carrera los ayudo a congeniar entre ellos, aunque Leah no confiaba todavía en ellos y quizás nunca lo haria a si como con todas las personas que conoció en sus trabajos pasados.

-muchas otras empresas intentaron comprar esta, pero al parecer ninguna propuesta fue mejor que la firma de abogados-agrego Sebastián

-ahora que lo pienso esa firma de abogados esta buscando formar una corporación-dijo Leah.

Leah tenía razón, desde que Álvaro asumió la gerencia de la empresa familiar la visión cambio a una ambiciosa, para Álvaro ser solo una firma de abogados que logro perdurar a pesar de los años difíciles que afronto el país no era suficiente, en este país en donde la sociedad era desigual y donde la pobreza extrema aun existía y solo un pequeño porcentaje de la población se podía considerar de clase alta, existían pocas corporaciones. Claro que lograr ser como esas corporaciones no era tarea fácil, para ello tenía que aumentar su poder comercial. Obtener una franquicia que ninguna otra corporación pudo obtener era solo uno más de sus objetivos.

-yo creo que a futuro esta empresa será parte de una nueva corporación-fueron las palabras de Leah.

-basta de charla chicos. A trabajar ahora- la voz del jefe se hiso presente y todos continuaron sus labores.

-Leah quiero que para el sábado te hayas aprendido todo el manual de la empresa. No quiero errores si uno de los socios pregunta a algún colaborador.

-si que eres responsable jefe.

-El hombre que vino es muy observador y tengo el presentimiento que su jefe es mil veces peor que ese tipo, tsk que molestia-dijo lo ultimo con una cara desagradable.

-no creí verte irritado por alguien, es una alegría para mi corazón verte sufrir- dijo Leah mientras paso de largo frente a Iván con las bandejas sucias para lavarlas en la cocina. Había una sonrisa en los labios de la chica que sorprendieron a Iván.

-A si que mi desgracia te sigue haciendo feliz -dijo riendo -no cambias

En el día de la reunión…

Para ser una temporada de frio increíblemente la mañana no estaba nublada y pareciese que el sol haría presencia en el cielo, después de todo eran los primeros días de un mes en donde los brillos solares raras veces se hacían presente para después sorprender al día siguiente con lluvia por la mañana.

Muchas personas por la zona usaban bicicletas para trasladarse pues era uno de los pocos distritos con señalizaciones para bicicletas. Entre aquellas personas estaba Eydan con una bicicleta de color cobre adaptada para llevar su maletín en la parte delantera.

-el clima es genial para que la ropa seque-dijo

- ¡odio el sol! Aunque es bueno que la ropa se valla a secar hoy- la voz de una desconocida se escuchó a su costado, muy cerca de él.