El tiempo paso rápido en el mercado y sin querer Leah compro algunas tajadas de postres
-ah… -suspiro -teniendo bocadillos en la refrigeradora se me ocurre comprar más.
-lo hecho, echo esta.
Sin darle tanto rodeo al asunto se dispuso a preparar el almuerzo, aunque por la hora se podría decir que la cena.
-creí que hoy tendría un almuerzo adecuado y en la hora adecuada- suspiro echándole la culpa al desagradable niño de la gerencia -en fin, es barato preparase la comida que comprarla, además alcanza para la cena y desayuno.
Una vez lista la comida se puso a limpiar todo para poder comer y luego disfrutar del pie de manzana y la torta de chocolate que se compró viendo una película de terror.
- ¡ah esto se le llama un buen descanso!
Hace mucho que Leah no disfrutaba un tiempo para ella misma sin hacer nada pues los últimos meses fueron agobiantes y cada día que pasaba la incitaba a no seguir con vida, para esta chica nada ni nadie venia a sus pensamientos como un reconfortante para seguir adelante.
Si esto iba a resultar a si hubiera sido mejor no nacer.
La vida es un asco.
Sería mejor morir.
Eran estos algunos de sus pensamientos, la vida para ella ya no valía la pena entonces la chica tomo una decisión;
MORIR
En lo primero que pensó fue en morir de hambre, era la manera más apropiada pues la circunstancia apoyaba su decisión y la idea usar un arma le resultaba poco probable.
Sin dinero para comprar una comida decente solo se limito a tomar agua los primeros días lo dejo después de tomar la decisión de morir. Estuvo a si por dos semanas tendida en el piso de la sala esperando la visita de la muerte, espero dos semanas más, pero se reusaba a llegar.
-incluso la muerte me dio la espalda
Ja ja ja ja ja…
Cuando intento pararse del suelo fue grande su sorpresa al descubrir que aún tenía fuerzas para moverse entonces se dirigió al espejo para ver su aspecto.
-Esto… ¿Qué? -susurro con la voz temblorosa -a pesar de estar un mes sin comer y beber agua, su rostro lucía como si solo no hubiese dormido bien la noche anterior, sus labios estaban ligeramente resecos y tenia pocas ojeras debajo de los ojos… Ojos que eran rojos como la sangre.
-Esto no puede ser… yo ¿Cómo es que lusco así? -se toco el rostro y lo acerco al espejo para mirar de cerca.
-odio el rojo -se miró el rostro con asco para luego hacer una inspección a todo el cuerpo y noto que un aura rojiza la rodeaba.
- ¡ah! ¡¿Qué es esto?! -trato de quitarse esa extraña aura limpiándose, pero no funciono, en un intento desesperado corrió hacia la cocina y con un cuchillo se hiso un corte en la muñeca, su mano temblorosa tiro el cuchillo quedando a una esquina mientras que el cuerpo de la chica callo al suelo sin dejar de temblar. sostuvo sus rodillas en forma fetal.
-Esto no puede ser cierto ¿Qué rayos soy? -no solo el color de sus ojos había cambiado, el cuerpo que poseía también. El corte profundo echo en la piel se regeneraba rápidamente, Leah vio como los tejidos de su piel se regeneraban y la sangre desapareció quedando limpia de cualquier signo de algún daño.
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La tarde se fue para dar paso a la fría noche de invierno, el cambio de temperatura hiso despertar al cuerpo dormido de Leah quien estaba recostada en el suelo.
- ¿Cuándo fue que me dormí? -se levanto del piso frio y fue al tocador para lavarse el rostro
-ah… otra vez estos ojos.
(el timbre de la puerta se escuchó)
Somnolienta se dirigió hacia la puerta.
-Leah por favor abre la puerta -la voz de Naima se escuchó.
Sin pensarlo por un segundo, Leah abrió la puerta.
-taran ¡mira que traje para la cena! -una alegre Naima le mostro unas bolsas de deliciosa comida cuyo olor se percibía al momento.
- ¿Qué?
-pero mira quien se acaba de despertar ¿he? No sabia que eras una aficionada a los lentes de contacto -un repentino comentario vino de Naima.
El pánico ataco internamente a Leah.
-solo quería probar algo nuevo, se me olvido quitármelo. Ya entra de una vez que hace frio -dijo de lo más natural.
-Iré a quitármelos enseguida -dijo Leah
-creí que odiabas el rojo ¡es bueno saber que lo estas superando! -las palabras de Naima estaban llenas de entusiasmo.
-poco a poco -a pesar de mostrarle una sonrisa a su prima por dentro estaba aterrada de ser descubierta asi que camino lentamente para contener sus emociones mientras sus ojos no pestañaban. Estando ya sola en su habitación su rostro mostraba una expresión de frustración reflejada en el espejo.
-como si pudiera olvidarlo. Nunca lo are porque simplemente no puedo olvidarte así de fácil… -dijo mientras sostenía con fuerza el collar que colgaba en su cuello desde hace ya varios años
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Editado: 12.03.2022