Estrella Maldita

3

Caminábamos por la cueva aunque Umbra iba mucho más adelante que yo e intentaba seguir el paso pero era imposible. Miraba cada rincón de la cueva, examinandola a detalle.

-¿Donde estamos?- Pregunte como por tercera vez. Umbra me ignoraba y no sabía porque. Tal vez ya lo había fastidiado o yo que se.

-Donde fui sellado- seguimos caminando-. Donde los antiguos nos traicionaron.

Tenía dudas pero decidí callar. Tocaba las piedras de las paredes y algunas tenían un pequeño destello púrpura como los ojos de umbra y luego vi un espacio en la "pared" y eran símbolos de color púrpura. Los toque y parecía que estaban recobrando vida dentro de mi. Era rara la sensación.

-¿Qué eres tu Umbra?

-La mitad de algo que alguna vez fue completo.

Me detuve. ¿La mitad?

-¿La mitad?

Umbra se detuvo y no hablo pero proyecto una escena en mi mente. No era un recuerdo, era una herida abierta.

Un campo de fuego. Dos dragones entrelazados en el vuelo. El, negro como la noche y ella, plateada con unos toques azules y sus ojos igual de intensos color azul.

Volaban en círculos tratando de luchar contra una bandada de humanos montados en criaturas magicas. Y luego la traición: un golpe de lanza dorada atravesando el corazón del dragón negro. Gritos. Fuego. La separación de 2 almas.

La dragona rugio tan fuerte que partió una montaña en dos.

Volvi a mi visión normal con la respiración acelerada.

-Ella... ¿Ella sigue viva?

-Si

-¿Donde?

-Aqui, en el norte, encerrada como yo pero por voluntad propia.

-Y... ¿Tiene alguien que la cuide?, una persona?- El no respondió y siguió con su camino. No necesitaba responder para saber que ella ya lo sabía-. ¿Cómo se llama?- Empecé a correr tras de Umbra para que me dijera más detalles.

Tres días después yo y Umbra nos preparabamos para el vuelo hacia donde estaba... la dragona. Debía subirme al lomo de Umbra pero había un pequeño o más bien un gran problema. No sabía como.

-Como quieres que me suba si me triplicas el tamaño

-Solo escala en mis escamas

-Como si fuera tan fácil...- Me cruce de brazos y en eso sentí que estaba volando en el aire-. ¡Te juro que te hago caso pero bájame! ¡Nunca eh volado!- Ya estaba arriba en el lomo de Umbra.

-Exagerada

-Solo no vayas tan rápido... es mi primera vez volando.

Parece que le estaba hablando en chino porque se aventó de picada de la cueva y me aferre muy fuerte como pude a su lomo y después extendió sus alas para empezar a volar con normalidad.

-Voy a vomitar...

-Me vomitas encima y juro que te dejo caer

-Por eso decía que ya se me pasaron las náuseas.

Después de unas horas vi una montaña y una entrada igual de grande que donde estábamos. Supuse que ahí estaría ella.

-¿Aqui vive ella?

-Aqui duerme.

Nos pusimos en la orilla de la cueva y de esta se escucho un grand rugido y después salió una gran dragona de color plateado con ojos azules y en su cola igual un degradado de color azul.

-Umbra' thar...- la dragona se acercó a este y los dos se ¿abrazaron por el cuello?

Umbra me bajo con su poder de su lomo y me dejo suavemente en el suelo de piedra.

-¿Porqué la escucho?- Dije para mi.

-Porque están unidos y eso hace que los puedas escuchar a los 2- Una voz hablo a mis espaldas y voltee con una cara de horror-. Tranquila... ¿eres Niara? No, espera, ¿eres Niora?

-Neriah- Lo corregí

-Neriah... pensé que Umbra había escogido a alguien... mejor.- Dijo en un tono engreído.

-¿Disculpa?- Me acerque a el enojada.

-Si, ya sabes, alguien alta, fuerte y con músculos. No una niñita tonta que no sabe nada.

-Mira tipejo no te metas conmigo sino- Me interrumpió

-¿Sino que?- se acercó a mi quedando muy cerca aunque tuvo que bajar la mirada para poder verme a los ojos. Carajo, era guapo pero esa actitud de mierda no.

-Sino te las veras conmigo... engreído.

-Mira como tiemblo- Hizo como si temblará y sonrio de lado. El y yo nunca nos vamos a llevar bien

Un rato después, yo y Kaelirh, así se llamaba o al menos eso me dijo, estábamos buscando leña para una fogata. Umbra y la dragona estaban en su cueva haciendo... cosas de dragones supongo. Juntamos la madera suficiente y empezamos a acomodarla para prenderle fuego. Yo tenia muchas dudas pero no quería dirigirse la palabra.

-Habla... se nota que quieres hablar- Termino de acomodar el último trozo de madera.

-Explicame lo que dijiste... sobre lo de umbra y la dragona.

-Ellos son pareja, tienen una conexión y esa conexión también se la transmiten a sus "jinetes" y también entre los jinetes pueden hablar

-¿Qué quieres decir?- Kaelirh se acercó y se sentó frente a mi.

-Tu y yo somos lo que los antiguos temían. El renacer de los dragones que alguna vez desafiaron al consejo estelar. Los que lo rompieron con equilibrio... y lo pagaron con encierro.

Me estaba hablando por mi mente, igual que Umbra.

-¿Y ahora?

-Ahora el equilibrio se rompe solo. Las estrellas están muriendo. Los cielos arden. Y la maldición de los vínculos ah comenzado a despertar.

Asimilando todo hasta que Umbra me hablo.

-Ella es Lyssara, mi otra mitad. Tu ya me escuchas Neriah. Pero pronto, tendrás que decidir si también quieres escucharla a ella. Porque su jinete no siempre estará de tu lado.

Kaelirh sonrio pero igual no me fiaba de el.



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En el texto hay: fantasia, dragon, magia

Editado: 23.06.2025

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