El cuervo y Kaelirh no mentían. Habían apenas pasado unas horas cuando el cielo se nubló. El aire cambió y se volvió más fuerte. Algo andaba mal. Sentía como mi vínculo con Umbra se fortalecia.
-No están solos -Dijo este aun estando en la cueva junto a Lyssara
Iba a decírselo a Kaelirh pero el ya estaba enterado.
-Ya lo se, chaparra
-¿Porqué se tienen que meter con mi estatura?
-Pues es verdad, estas chaparra. -Le hice mala cara pero volví a ponerme en alerta
-¿Cuantos vienen?
-Suficientes para que discutamos después. -Dijo sin mirarme-. Quédate cerca y no hagas nada estúpido.
Sonreí sabiendo que yo no le hacía caso a nadie.
-Ambos sabemos que no te haré caso
-Si te mueres, yo te lo advertí.
Rato después ya los dragones habían bajado y estaban con nosotros, bueno ellos en su mundo pero estaban ahí atrás nuestro bebiendo agua.
Se escucho una explosión cerca de los riscos de una montaña. Cinco figuras encapuchadas descendieron hacia nosotros montados en unas criaturas oscuras. Las marcas del consejo brillaban en sus frentes, una estrella oscura. Uno de ellos habló.
-Neriah del vinculo negro. Por decreto del Consejo Estelar, quedas condenada. Entregarte o tu criatura será destruida.
Carajo, daban miedo. Me sentía con mucho miedo pero Umbra se puso detrás de mi y rugio. Su rugido pareció como si me hubiera dado mucha fuerza para ya no sentir miedo.
-¿Eso es todo lo que tienen? ¿Amenazas recicladas?
Me rei y uno de ellos chasqueo los dedos y desde las sombras surgieron más "soldados" portando lanzas imbuidas con luz dorada. Los había echo molestar y mucho. Pero ahí sigo con mis bromitas.
-¡Atrás! -Grito Kaelirh y lanzó su daga con fuerza-. ¡Lyssara, cubre el flanco!
La dragona voló un poco y empezó a batir sus alas creando un pequeño tornado que se llevaría a 2 de los soldados acabo con ellos. Corrí atrás de un árbol y me oculte ahí pero uno de los del consejo me encontró y se aproximaba a mi con una sonrisa.
-¡Usa tus poderes Neriah! -Grito en mi mente Umbra.
-¡No los se utilizar!
-¡Solo imagina lo que quieres hacer e imagina que ese poder se va a tus manos y lanzalo!
Me imagine que quería una corriente de poder y lo puse en mis manos. Abrí los ojos y tenía una bola morada de poder. Se lo lance y este se desvaneció.
-Impulsiva... pero efectiva -Dijo Kaelirh aun luchando.
Uno de los soldados venia hacia mi pero Umbra fue más veloz y abrió su gran boca para sacar el fuego púrpura.
-Al suelo -Me ordenó y eso hice. El lanzó la ráfaga de fuego y sentí el calor en mi espalda.
Me levante del suelo y observe mi al rededor. Nos estaban separando para que sea más fácil.
-¡Nos están separando! -Grite para que me escuchara y este seguía peleando pero lograron rodearlo-. ¡Umbra, a el!
Señale a Kaelirh y Umbra lo rodeo con sombras y pudo sacarlo de ahí. Kaelirh me dio una daga y la agarre. Nos pusimos espalda a espalda con la respiración agitada. Nos separamos de nuevo y yo estaba tomando un pequeño descanso.
-¡Detras tuyo! -Voltee justo a tiempo para evitar que me dieran con la lanza pero no resistiría mucho. Kaelirh llego rápido y derribo al soldado-. Esto no cambia nada
-Tu tampoco cambias nada -Esboce una pequeña sonrisa
Cuando todo termino, todos los soldados estaban muertos y solo uno del consejo estelar logró escapar aunque iba herido.
Me deje caer de rodillas por lo cansada que estaba, sangraba de un brazo. Kaelirh se acercó a mi y con un pedazo de tela me cubrió la herida para detener la hemorragia.
-Peleas como si no valoraras tu vida
-Y tu como si tuvieras algo que demostrar
Los dos nos sentamos en el suelo y a lado mio había una lanza qué aun brillaba. La agarre pero al instante se desvaneció con un humo negro sobre mi mano. Algo me rechazaba.
-Hay más cosas que no te han dicho, incluyendo lo que hay debajo de la montaña del consejo donde forjan esas armas
Procese la información y alce la vista.
-Necesito respuestas
Kaelirh me miro de lado, serio.
-Entonces prepárate para verdades que duelen más que esas putas lanzas.
Editado: 23.06.2025