35: OCEAN

OCEAN

Es mi culpa por bajar la guardia.

Barrett es un Andrews, ¿Por qué pensé que él y yo nos podríamos llevar bien realmente? ¿Por qué creí que él no era tan malo como lo imaginaba? Mi intuición no me falló, Barrett es un enemigo, nada más.

De alguna forma me las arreglé para no hablarle por el resto de la semana, no me senté como siempre con ellos en la hora del almuerzo y en las clases donde se sienta a mi lado simplemente lo ignoré. Tampoco él intentó hablar conmigo, lo cual es algo bueno.

El martes por la tarde salí con Whitney y fuimos a ver vestidos pero eran muy costosos sin embargo ella me explicó que esa tienda era de su mamá y me dijo que podría escoger cualquiera sin pagarlo, yo intenté convencerla en que no hiciera eso pero ella me dijo que estaba bien.

Sé que Barrett afirma que Whitney es mala pero no lo es, es bastante amable y divertida. Ella no me trata mal en ningún momento, hablamos de muchas cosas y no parece sentirse incomoda por nuestras diferencias.

No creo que Whitney tenga intenciones ocultas, creo que solo ha sido incomprendida y catalogada como mala por ser bonita y popular, eso no es justo para ella.

Pasar tiempo con Whitney me ha distraído, me hace olvidarme de Barrett por un rato. Aunque, cuando estamos en clase y no me habla me siento extraña. Cuando es el periodo libre y no estoy con él se siente como si estuviera viviendo el primer día de nuevo.

Y reviso los últimos mensajes que nos enviamos.

No debería pensar de esa forma, extrañarlo, pero lo hago. Finn me ha preguntado porque no estoy con ellos en el almuerzo, yo me he ido a la gran biblioteca que tienen al fondo de la escuela y le miento, digo que estoy ocupada con trabajos de la escuela.

Pero incluso en la biblioteca lo recuerdo pues a él le gusta leer.

Aunque sé que esto es lo mejor y seguramente él no siente nada de esto. No se lamenta que ya no vayamos al baile juntos. No escucha canciones pensando en mí. No se queda despierto recordando los momentos donde nos llevamos bien.

Barrett no piensa en mí de la misma forma que yo pienso en él.

Pero hoy es viernes y estamos de nuevo en Literatura del mundo, obligados a trabajar juntos en otro trabajo.

Luego que la profesora nos pidiera que comenzáramos, Barrett aclara su garganta. —Ocean —no lo miro, tengo los ojos en mi cuaderno—. Ocean, ¿podemos hablar?

Suspiro irritada. —Tenemos que hacer esto, no hablar.

Barrett no me conviene, no debo ser su amiga y no debo pensar en él de ninguna manera. Es mejor esto, marcar una distancia, alejarme de una vez por todas. Él y yo no podemos estar relacionados de ninguna manera.

—Mira… lamento lo que dije de Finn, no quería que sonara así —susurra.

Mi hermano me ha preguntado porque estoy ignorando a Barrett, no le quise decir nada. Si se entera de lo que dijo sería como echar más leña al fuego que mis padres iniciaron hace años.

Entonces decido mentir. —Ya tengo una cita para el baile —en caso quiera que vaya con él porque ya no invitó a nadie más y no quiere estar solo—. No quiero que me hables, no quiero estar cerca de ti ni vernos después de la escuela, fin del asunto.

Esto no tiene sentido, le he dicho lo que es correcto pero se siente tan mal. Sí quiero que volvamos a hablar, quiero pasar tiempo con él porque es interesante y algunas veces, divertido. No sé porque pero, aquí estoy, odiando cada palabra que ha salido de mi boca.

— ¿De verdad? —Pregunta y deja salir un suspiro—. Ocean, yo… pensé que aún estaba en pie lo del baile, ¿Con quién irás?

No conozco a nadie más aquí. —Um, solo, alguien más.

Él permanece en silencio unos segundos. —Bueno, de todas formas, lo siento de verdad —tira de la manga de mi suéter, ese pequeño acto hace que mi corazón pegue un salto—. Ya habíamos avanzado, ¿no? Ya nos llevábamos mejor.

Nunca debimos llevarnos mínimamente bien. — ¿Qué importa? No somos amigos ni nada de eso, solo coexistimos en el mismo espacio.

Suelta mi suéter. — ¿No somos amigos? —Claro que no, no puedo ser su amiga—. Entonces, ¿Qué éramos para ti? ¿Nada?

Barrett suena herido, eso en lugar de alegrarme me hace sentir un poco mal. —No lo sé —contesto sintiendo mi garganta seca—. Debemos hacer esto, Barrett.

Comienzo a escribir en mi cuaderno pero él me arranca el bolígrafo de las manos y yo giro molesta para verlo. —Ocean —busca mis ojos—. No éramos “nada”, somos algo más que eso y lo sabes.

Algunos compañeros voltean a vernos. —Baja la voz —pido.

—Sal al pasillo conmigo —susurra pero yo niego—. Vamos, ella no nos está viendo.

Es cierto, la profesora está ocupada tecleando algo en su computadora portátil. Mi corazón se acelera, ¿Por qué haría eso de salir ahora, en medio de la clase? No quiero hablar más sobre esto con Barrett y no quiero que me regañen. No lo haré.

Pero Barrett sale antes que yo por la puerta de atrás, la profesora ni siquiera se voltea un grado, sigue con su mirada concentrada en su pantalla. Entonces yo también lo hago, salgo silenciosamente por la puerta y mi corazón late aún más rápido.

¿Por qué hago estas cosas por Barrett?

— ¿Qué quieres? —susurro una vez fuera.

Barrett toma mi mano. Sentirla de nuevo me hizo darme cuenta de lo mucho que me gusta cuando nuestras manos se encuentran, de lo que había extrañado esto.

Tira de ella para que nos alejemos un poco más, pasamos por unos casilleros y llegamos a un área con cristales en lugar de paredes que muestran parte del estacionamiento y se ve una extensión larga de árboles al fondo.

—Ocean —suelta mi mano—. Te voy a decir algo —da un paso hacia mí—. No voy a aceptar que digas que solo co-existimos en el mismo espacio, no somos “nada”, Ocean.

Lamo mis labios. —Barrett, ¿para esto me sacaste?

Coloca su palma contra el cristal. — ¿Sabes porque me molesté esa vez en la cafetería? Hasta ahora Tam ha sido la única persona que ha estado a mi lado, a pesar de cada cosa errónea que he hecho, ella sigue a mi lado —afirma—. Es mi mejor amiga, ella es como mi hermana. Lo que tu sientes por Finn yo lo siento por ella, es como mi familia.