Estúpido y perfecto Evans

Capítulo 12| Mi sexy vecino

Soundtrack: Fallin' All In You – Shawn Mendes

Hay momentos en la vida en los que no se puede comprender porque nos suceden las cosas. Muchos lo llaman suerte, otros el destino.

Yo lo llamo una jugarreta extraña de un ser supremo que me odia seguramente.

Jamás creí que el chico por el cual me moría y suspiraba a cada segundo se portaría como idiota.

Jamás pensé que el chico que buscó hacerme la vida un desastre terminó convirtiéndose en el dueño de mis suspiros...

Ahora que voy en el auto junto a mi amiga ebria y mi hermano que ni siquiera puede mirarme al haberlo descubierto haciendo… eso con mi amiga, es que todo lo que sucedió hoy se acumula en mi cabeza y me hace cerrar los ojos sintiéndome tan cansada de todo.

Dejo a mi amiga en su casa, su madre la recibe y parece no gustarle el estado en el que se encuentra su hija, me pregunta por Harry así que con esto me doy cuenta de que él no ha vuelto.

¿Qué habrá sucedido?

Vuelvo por el camino hacia mi casa, entro y encuentro a mi hermano sentado en el sofá frotándose la cara.

— Alex…

— ¿Ese cabrón te atrevió a hacerte daño? — sello los labios mirándolo agobiada. — responde…

— No es el momento. — me mira serio.

— ¿Crees en verdad que soy un chiste para ti?

— No…

— Sé que parezco un idiota la mayoría del tiempo, pero te quiero y no permitiré que alguien te lastime, así sea mi mejor amigo.

Sonrío melancólica. — Harry no me ha lastimado. — recordar nuestro beso envía corrientes por todo mi cuerpo.

— ¿Y qué me dices de Ethan? — inquiere acercándose. — ¿Qué te hizo para que terminaras en los brazos de Harry? Te conozco, sé que eres fiel, no lo harías si él no te diera un motivo lo suficientemente fuerte para hacerlo.

— Lo hablaremos mañana ¿Ok? — intento calmarlo, lo noto alterado por lo que pasó con Madison, además con algo de alcohol en su sistema, no creo que sea conveniente hablarlo en su estado actual.

— Será como tu quieras, pero… solo te pido que confíes en mí, te quiero, enana.

Le sonrío abrazándolo. — y yo a ti, tonto. — Nos separamos en el momento justo en el que el timbre suena.

Mi hermano se mueve a la ventana que da a la entrada principal y frunce el ceño mostrándose colérico de un momento al otro.

— ¿Quién es?

— Quédate ahí. — me da una mirada de advertencia y me tenso al verlo abrir la puerta y zamparle un certero puñetazo al chico que se encuentra en la entrada.

Mierda.

Corro a la puerta. — ¡Alex!

— Te enseraré a respetarla, ¿Quién mierda te crees para lastimar a mi hermana?

Ethan jadea con el cuerpo contraído y la sangre saliéndole de la nariz. Me acerco por acto reflejo a comprobar que se encuentre bien.

— ¿Qué rayos haces? — inquiere mi hermano con el ceño fruncido.

— No quiero más peleas. — sollozo. — solo, deténganse.

— Nena… — Ethan se levanta mirándome con dolor. Los ojos me pican por las lágrimas que se acumulan. — dame una oportunidad, por favor, necesito hablar contigo…

— No puedo creer que seas tan cínico para venir aquí, en tu estado a intentar recoger los pedazos rotos de la relación que tu mismo cagaste…

Ethan lo miro serio. — Eres mi amigo, Alex. Pero no dejaré que te entrometas en nuestra relación, esto es entre tu hermana y yo.

— ¿Emma? — mi hermano habla esperando que diga algo, lo más lógico es que le pida que saque a este chico de mi casa, que me lleve adentro y me aleje de lo que me hace daño.

¿Pero qué sabe el corazón de lógica?

Ver a Ethan frente a mí, tan herido y con sus ojos llenos de lágrimas me rompe el corazón. Sé que soy débil, que no puedo caer ante un posible chantaje de su parte, pero me decido por escuchar lo que tiene que decirme.

— Solo… dame un minuto.

Mi hermano niega con algo de rabia y decepción en su mirada.

— Has elegido creer en sus mentiras, ojalá no te arrepientas después, enana.

Se adentra en la casa y me quedo en silencio escuchando su respiración agitada.

— Hermosa…

— No me toques. — me doy la vuelta mirándolo con el ceño fruncido. — ¿Qué haces aquí Ethan?

— No podía perderte así como así. Por favor nena, perdóname por lo que pasó en la fiesta. — lo observo estoica. — por todo; por lo de la cabaña, por mi actitud de mierda, por lo de esa chica y por… eso que sucedió con Evans.

— Ethan, hoy hiciste tantas cosas que te desconocí totalmente, me mostraste un lado tuyo que probablemente… no pueda tolerar.

— Nena… — se acerca buscando tocar mi mejilla, veo sus nudillos lastimados y siento mi pecho doler al saber que Harry recibió los golpes de sus puños furiosos. Y todo por defenderme. Él lo único que hizo fue ayudarme a no quedar en ridículo frente a toda esa gente, bien podía negarse a ese beso, sin embargo, me protegió entre sus brazos, me hizo sentir especial aun cuando estaba en la mierda por el engaño de mi novio, y ¿Qué fue lo que gano? Eso, la furia de mi “pacífico novio”. — dame una oportunidad para demostrarte que lo que pasó hoy no fue más que un error, no volverá a repetirse, te lo juro.




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