Capítulo 19| Preparativos

La chica que está frente a mí me observa como a un maldito bicho raro. Frunzo el ceño preguntándome que tan cínica puede ser, probablemente es la chica con la cual Ethan me engaña y a ella parece no importarle un carajo.

— ¿Y tú eres? — pregunta con fastidio.

— Su novia. — le respondo estoica. — ¿Podrías llamarlo?

— Mmm… está algo cansado. — dice y aprieto los labios. — llegó tarde anoche.

— ¿Disculpa? — estaba empezando a enojarme, antes de que pudiera abrir la boca nuevamente se escuchan pasos en las gradas.

Ethan aparece en mi campo de visión, lo observo sería mientras él parece sorprendido de verme.

— Emma… creí que… no querías verme. — pregunta acercándose a la puerta.

— Cambié de opinión. — observo a la rubia con recelo. — necesito hablar contigo.

Asiente y al fin se percata de que no estamos solos.

— Oh, ella es mi prima, Trina. — me señala a la chica y al fin puedo comprender el porque de su parecido con el rubio.

Me siento un poco avergonzada por haber pensado que era una amante. Creo que me estoy volviendo algo paranoica.

— Un gusto, — me dice la chica. — disculpa, no sabía que eras su novia, creí que eras una de esas chicas que suele acosarlo.

Medio sonrío; pues solía ser una de ellas.

— Pasa. — me dice Ethan. — ¿Es… muy importante lo que tienes que decirme?

Hago una mueca.

— Yo… creo que mejor hablamos en otro momento. — alza las cejas. Acabo de acobardarme estúpidamente. — te mando un mensaje más tarde.

Me doy la vuelta, pero su mano rodea mi brazo deteniéndome.

— Espera, nena. — frunzo los labios. — sé que estás molesta conmigo, y te entiendo, no debí actuar de esa forma, no sabes lo arrepentido que estoy, no deseo perderte por esa tontería.

— Tontería. — repito amargamente. — ¿Sabes qué Ethan? Estoy cansada de que intentes quitarle importancia a tus acciones. — baja la mirada. — lo que pasó ese día fue más que machista de tu parte, y no tengo intención de averiguar que otras cosas más de tu personalidad me has estado ocultado.

— Nena. — se para frente a mí. — te juro que no quise comportarme de esa manera, en ese momento estaba… bueno ya lo sabes, estábamos a punto de hacerlo, no sabes cuanto tiempo he esperado para que eso pase entre ambos, y de pronto me evades, me sentí frustrado, hablé sin pensar.

— Eso solo demuestra que en situaciones en las que las cosas no salen como quieres te transformas en otra persona, el chico dulce desaparece, y en su lugar… — suspiro cerrando los ojos. — hablaremos después Ethan, te llamaré.

— Vas a terminar conmigo, ¿No es así? — me muerdo el labio sin responderle. Niega con una sonrisa amarga. — seguramente ese cabrón ya te envolvió con sus mentiras.

— Justo ahora me parece que el mentiroso es otro. — aprieta los labios con tensión.

— Emma, no digas cosas que no sabes. — aparto la mirada. — lo único que he hecho es quererte, tratarte como a una reina, te he dado el espacio que tanto has querido, sin embargo, nada de eso es suficiente para ti. — frunzo el ceño. — al parecer soy yo quien no termina de convencerte. — suelta el aire observando sus ojos. — llevamos cinco meses juntos y siento que nuestra relación no avanza, siempre pones una muralla entre ambos, no sé qué más hacer para que confíes en mí, para que entiendas que te amo y no te haría daño, si te entregas a mí no te dejaré, sería un idiota si hiciera tal cosa.

Me quedo en silencio sopesando sus palabras, puede que él tenga razón en el hecho de que siempre pongo una muralla entre ambos, es como si quisiera cuidarme de algo, no sé de qué específicamente, pero por alguna razón, Ethan me genera algo extraño, es como si hubiera algo invisible que me impide entregarle toda mi confianza.

Cosa que inexplicablemente no sucede con Harry. Por más que una vez él me haya lastimado como lo hizo, ahora al mirarlo a los ojos, puedo notar la sinceridad en ellos, puedo sentirme protegida entre sus brazos, no puedo ignorar mis sentimientos, ya lo hice una vez y las cosas no terminaron bien.

Ahora él está con otra chica y yo no sé como salir de mi relación actual, no quiero lastimar a Ethan, porque lo quiero, pero es algo que inevitablemente va a suceder.

— Ethan, te pido que no me presiones. — sus ojos me observan estoicos. — yo… debo pensar en muchas cosas, dame el espacio que necesito, hablaremos después.

Asiente sin decir nada.

— Lo lamento. — murmuro.

— Espero puedas aclarar tus sentimientos, y me des el beneficio de la duda. — se encamina a su casa. — recuerda que te amo.

Cierra la puerta dejándome parada en mitad de su jardín. Odio que diga esa palabra porque mi determinación se tambalea.

No sé si es manipulación o en verdad siente todo eso que dice por mí.

Me volteo y camino a mi casa, las dudas martillan mi cabeza y me producen jaqueca. Cuando entro me encuentro con Lucas sentado en el sofá viendo caricaturas. Me siento a su lado y despeino su cabello.