Estúpido y perfecto Evans

Capítulo 21| Cuando las heridas se abren

Soundtrack: Human - Christina Perri

Sentir que no perteneces a un lugar es una sensación bastante aterradora.

Lo experimenté durante muchos años, sentía que no encajaba, que la gente me miraba mal o hablaba de mí a mis espaldas. Era introvertida, no me gustaba entablar relaciones, quería evitar salir lastimada.

Busqué tanto aislarme de todos a mi alrededor para pasar totalmente inadvertida, tantos esfuerzos fueron en vano ahora que estoy en boca de todo el mundo.

Soy la zorra, la perra que jugó con dos chicos a la vez. Esos calificativos son los más sutiles.

El corazón me duele, el cuerpo se me estremece de solo pensar en esos momentos, Ethan había hecho lo que nunca pensé que haría; me había dañado de formas inimaginables.

Me dolía saber que pasé mucho tiempo enamorada de él, desperdicié tanto mis días en admirarlo, imaginarlo y añorarlo. Fui una real tonta al permitirle entrar a mi vida y dejarlo dañarme de esta manera.

Abro los ojos sintiéndome mareada, me acostumbro a la molesta luz que pasa a través de las persianas, frunzo el ceño al no saber en donde me encuentro, esta no es mi habitación y las paredes blancas junto con el sonido de un monitor me regresan a la realidad.

Una habitación de hospital.

Después del impacto que recibí me desmayé inmediatamente. Supongo que mi cuerpo no pudo resistir tantas emociones juntas.

Siento el cálido tacto en mi mano, enfoco mis ojos en ese sitio y mi corazón se acelera al verlo a mi lado, con su torso recostado sobre la cama y sus ojos cerrados.

Está dormido, con su mano sujetando la mía.

Parpadeo sintiendo como mis ojos se llenan de lágrimas, ese no fue un día horrible solo para mí, de seguro Harry tuvo que experimentar sensaciones terribles al… ver ese video.

Me limpio las mejillas rápidamente al notar que se mueve. Segundos después abre los ojos y me mira. Suspira aliviado.

— Despertaste. — se acomoda sentándose sobre la cama. — ¿Cómo te sientes?

— Terrible. — le brindo una sonrisa desganada. — ¿Qué… sucedió? — pregunto.

— Te desmayaste. — Harry hace una mueca. — ayer pasaron demasiadas cosas, y al parecer fue el detonante para que terminaras debilitándote completamente.

Suelto el aire mirando mis manos. — lamento todo eso. — me cuesta mirarlo a los ojos.

— No tienes que lamentar aquello, no fue tu culpa nada de lo que sucedió.

— Pero ese video…

— Ese video no viene al caso. — Harry toma mi rostro y me hace mirarlo. — no cambia en lo absoluto mis sentimientos por ti, Emma.

Lo miro con un millón de emociones acumulándose en mi interior. — pero… ahora soy una cualquiera ante los ojos de todos… eso te afectará, andar con una chica así…

— Shhh… — me pega a su cuerpo abrazándome a él. Suelto los brazos a los costados de mi cuerpo. — no debes preocuparte por lo que el resto piensa, solo son chismes sin sentido, lo olvidarán pronto, además… — me aleja ligeramente para mirarme con una sonrisa. — te conozco perfectamente, Emma, los rumores maliciosos de la gente no cambiarán lo que siento por ti.

Le sonrío débilmente. — gracias por no escapar ante el desastre que generé.

— Tú no provocaste eso, Ethan fue el culpable, y ya me encargué de él.

Bajo la mirada.

— Yo… no quiero escuchar nada con respecto a él.

— Lo lamento. — exhala culpable. — prometo no volver a mencionarlo.

Asiento recibiendo un nuevo abrazo. — gracias.

Alguien toca la puerta de la habitación y nos separamos. Segundos después mis padres entran a la sala y mamá corre a abrazarme. Suspiro apoyando mi mentón en su hombro. — no vuelvas a hacernos esto cariño, estábamos tan angustiados.

— Lo lamento mamá. — se separa de mí y acaricia mi rostro.

— Mi niña, me angustié tanto cuando los vi entrar por la puerta de urgencias. — hago una mueca.

— Me siento culpable por haberlos hecho preocupar de esta manera. — le digo sinceramente.

— Ya no importa, cariño. Lo importante es que estás bien.

Se aleja para que mi padre se acerque. Está serio, lo miro entre mis pestañas. Finalmente suspira y se acerca a abrazarme. Besa mi frente. — mis hijos definitivamente deben querer que muera joven, — se queja. — tener a dos hijos hospitalizados no es bueno para el corazón de un padre.

— Lo siento. — mi voz se quiebra. — soy solo un problema para ustedes.

— Nada de eso. — dice mirándome a los ojos. — te amamos, lo sabes.

Asiento levantando la mirada para mirar a Harry, él me sonríe y yo hago lo mismo.

— Tienes anemia. — dice mi papá unos segundos después. — y es bastante severa, necesitas quedarte un día más para poder transfundirte hierro intravenoso.

Parpadeo algo impactada, ahora entiendo por qué me sentía tan débil últimamente, los mareos repentinos, mi palidez, todas eran señales de que algo me estaba pasando y no presté atención por estar enfocada en otros problemas.




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