Grugnil, Annie y Remisel estaban en su sesión de entrenamiento.
Annie se lanzaba con su hacha en un intento de inmovilizar a Grugnil por unos segundos para que Remisel tenga la oportunidad de acercarse y acertarle un golpe. A pesar de ello, Grugnil corrió hacia a ella con su espada.
Este movimiento podría ser considerado muy tonto.
“Correr a tu enemigo, a pesar de saber de sus intenciones”
Sin embargo, Grugnil se deslizó de último momento, agarrando por sorpresa a Annie, quien había estrellado su hacha en el suelo. Ella cayó por el derribo de Grugnil y la batalla terminó.
En el suelo Annie, jadeaba de cansancio, pero aun así se podía escuchar maldiciones y pucheros.
¡Es injusto! ¡Injusto! ¡injusto! ¿Por qué no te puedo ganar? – gritaba Annie en el suelo.
Él es muy hábil con la espada y tiene buenos sentidos, solo con tu fuerza no le podrás ganar – dijo Remisel, acercándose a Annie.
Annie hizo un puchero y se paró del suelo.
¡Jum! No creo que no te pueda ganar con mi fuerza. Ven Grugni, uno versus uno. Esta vez no me contendré – dijo Annie, apuntando su hacha a Grugnil.
Ante la terquedad de Annie, Grugnil y Remisel suspiraron.
Mientras Grugnil y Annie, se preparaban para el enfrentamiento, Remisel se sentó en un tronco abrazando a Jin, quien se había vuelto cercano a ella.
Cuando los dos guerreros tomaron posiciones, Annie le gritó a Grugnil:
“Será mejor que te prepares, te atacaré con mis mejores técnicas”
Grugnil había practicado con Annie durante toda una semana, y creía que ya había visto todo el repertorio de ataques de Annie. Por lo que solo sonrió y preparó la tercera formación.
El observó a su enemigo, ella estaba quieta, parecía concentrada en algo. Ante la postura de su enemigo, Grugnil pensaba que solo era un truco para que el atacase primero.
Pero entonces algo sucedió, el hacha de Annie parecía recolectar una luz azul de su alrededor. Al observar lo desconocido y extraño, Grugnil abrió sus ojos en confusión, no sabía que era lo que estaba pasando. Pero rápidamente, subió su guardia al máximo, preparándose para lo peor.
Casi al mismo tiempo, Annie había terminado de cargar su ataqué y se lanzó a máxima velocidad contra Grugnil. La velocidad de Annie no era una broma, y Grugnil solo tenía unos pocos segundos para actuar.
El decidió esquivar el ataque.
El ataque de Annie llegó y golpeó el aire, casi rozando el hombro de Grugnil. Un inmenso poder llegó del hacha que mandó a volar a Grugnil hacia un árbol, mientras que la tierra de bajo del hacha saltó, haciendo una corriente de polvo y dejando un pequeño cráter en el suelo.
Grugnil sentía su brazo adormecido. En su rostro solo se podía ver la confusión y la sorpresa.
¿Qué fue ese ataque? Pensó que lo había esquivado, pero aun así logró mandarme a volar – pensó Grugnil.
Grugnil se recompuso y se dirigió hacia donde estaba Annie.
¿Qué fue eso? – preguntó
Ja, Ja Te dije que te podía ga… - Annie no pudo terminar la oración, ya que se desmayó por la fatiga. Sin embargo, Annie no toco el suelo, ya que Remisel la agarró para que no se cayera.
Ella había corrido desde el tronco, al ver a Annie utilizar ese poder contra Grugnil.
No fue hasta que la situación se normalizó que Grugnil tuvo una respuesta.
¿Energía del mundo? – preguntó Grugnil.
Si, Nosotras lo llamamos “MA” Es la energía que conforma el mundo y le da la forma. Cada cosas que conforma el mundo tiene o contiene energía MA. Mi maestro dijo que nuestros ancestros conocieron la energía Ma con la ayuda del Sumo Pontífice – dijo Remisel.
¿El Sumo Pontífice? – preguntó Grugnil.
Sip. Cuenta los ritos que nuestros Ancestros vagaban por estas tierras buscando un lugar en el establecerse. Cuando dentro de los bosques oyeron sonidos extraños. Como valientes guerreros fueron a investigar y encontraron al Sumo Pontífice rodeado de zorros gigantes. Primero, pensaron que era un enemigo, así que lo atacaron, pero las bestias le protegían. Contrario a lo que creían nuestros ancestros, el sumo pontífice no les dañó, sino que se sentó a meditar. La fiera lucha duró 7 días y sus noches. Agotados nuestros ancestros tomaron inspiración del sumo pontífice y comenzaron a meditar. Ahí fue cuando descubrieron la energía MA. Bueno, así lo cuentas los ritos antiguos – dijo Annie.
Grugnil se quedó pensando en la historia por unos momentos, luego miró a Annie y dijo:
“Enséñame”
No puedo – dijo Annie.
¿Por qué no? – preguntó Grugnil, frunciendo el ceño.
Mira, no es que no quiera. Es que esto no se enseña. Cada quien debe buscar su propia manera de conectarse con la energía Ma – dijo Annie con una sonrisa forzada.
Además, ya viste. Un ataque utilizando la energía Ma, cansa demasiado. En una batalla sería corta producente. Tal vez sea por eso que muchos guerreros no lo utilizan – dijo Annie.
Mi maestro, no me ha enseñado acerca de la energía Ma ¿Por qué a ustedes si se les enseñaron? – preguntó Grugnil.
Bueno… - Annie parecía esquivar la pregunta con su rostro.
El sumo pontífice visitó una vez la casa de Annie. Ella fue ilustrada por el sumo pontífice. Mientras que, a mí, mi maestro utiliza la energía MA – dijo Remisel.
Grugnil no podía creer lo que escuchaba, toda la situación parecía fuera de sentido. Si no fuera porque vio esas luces en el hacha, no les creería. Pero se tranquilizó para preguntar algo muy importante que atormentaba su mente.
¿Cuántos más pueden utilizar esta energía? – preguntó Grugnil.
Cantándonos a nosotras, solo cinco personas más pueden utilizar la energía MA – respondió Annie.
Grugnil no dijo nada, se limpió el polvo de sus ropas y se fue en silencio hacia su casa. Annie y Remisel se miraron algo apenadas, pero no dijeron nada, entendieron que talvez hirieron el orgullo de su amigo.