Eterno Caos

Capítulo 1

Ava

 

—¿De nuevo?— pregunto enfadada.

—Tu padre es el responsable querida. Un nuevo inversionista quiere hablar con él y es necesario viajar lo antes posible. Si quieres puedes hablarlo con él. Regresara a casa pronto con tu protector—. Responde mi querida madre mientras colocaba sus estúpidas joyas sobre su reluciente cuello. 

No digo nada y simplemente dejo salir un suspiro para dejar la habitación de mi madre y regresar a mi habitación. Me recuesto sobre la cama pensando miles de cosas. ¿Por que se supone que mis padres me dejan sola cada vez que quieren?

¿Acaso creen que no puedo cuidarme sola y tienen que contratar un "protector"?

Estaba tan enfadada que coloque la almohada sobre mi rostro y sin darme cuenta me había quedado dormida. Cuando desperté, estaba todo muy oscuro, sentía presión en mi muñeca derecha. 

Estaba en un cuarto, pero no era cualquier cuarto. Lucía como una clase de zotano en el que metes las cosas que ya no nesecitas. Trato de levantarme pero mi pierna estaba atada al igual que mi muñeca. 

¿Que estaba pasando?

¿Donde estaba?

Mi cabeza dolía un poco y debajo de mí, podía sentir una especie de líquido. No lograba distinguir muy bien de que se trataba todo esto. ¿Quizá era papá?

—Muy bien, Holland. Puedes soltarme, no quiero jugar tus juegos—. Comento esperanzada en que era una broma creada por mi padre. Al no recibir respuesta comencé a sentirme un poco preocupada e incomoda. 

—¿Holland?— vuelvo a preguntar.

—Holland esta de viaje, pequeña—. Escucho una voz ronca pero al mismo tiempo suave. 

Una lámpara se enciende dejando ver la silueta de un hombre sentado sobre una silla de madera. Pude darme cuenta que nos encontrábamos en el ático de casa. Pero, ¿por qué estaba amarrada?

—¿Quien eres tú?

Es lo primero que sale de mi boca. 

Él se quedó callado por unos segundos para luego levantarse de aquella silla dejando a la vista su rostro. Me sorprendió al verlo, a simple vista se podía notar que no era norteamericano. Sus ojos eran rasgados, su cabello liso y negro, alto como de un metro noventa, su piel era pálida y tenía un lunar justo debajo de su ojo izquierdo. 

Lo primero que pensé es que era asiático. 

Y equivocada no estaba. 

—Mucho gusto, mi nombre es Jaku Jahmasaky. Disculpa las condiciones en las que te encuentras pero, fueron órdenes de tu padre. 

Claro, papá como siempre. 

Rápidamente me desató y ya de pie, pude sentirme tan pequeña a su lado, tenía un olor peculiar y sus ojos te hipnotizaban. Parecía ser una persona cualquiera, seguramente mi protector. 

O eso creía. 

Que equivocada que estaba. 



#1318 en Thriller
#1318 en Suspenso
#2582 en Joven Adulto

En el texto hay: romance y tragedia, novela policial

Editado: 30.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.