Everlake

E12: El limite

El espejo que Nate había tocado lo llevó a un lugar donde el tiempo y el espacio parecían estar suspendidos. Caía, o al menos así lo sentía, mientras luces y sombras pasaban a toda velocidad a su alrededor. El aire estaba cargado de un zumbido eléctrico que parecía vibrar en su interior.

Cuando finalmente se detuvo, no estaba en el abismo que Liam había mencionado, ni en el pueblo. Estaba en una vasta llanura cubierta de espejos flotantes que reflejaban un cielo fragmentado de colores irreales. Cada espejo mostraba algo distinto: Emma llorando, Clara atrapada, Liam enfrentándose al Ojo... y versiones distorsionadas de sí mismo.

El guardián del reflejo

-Bienvenido, Nate -dijo una voz profunda y gutural.

Una figura emergió de uno de los espejos. Era una versión oscura de Nate, con ojos completamente negros y un símbolo diferente en su brazo.

-¿Quién eres? -preguntó Nate, retrocediendo.

-Soy tú, pero también soy lo que serás si fallas.

La figura sonrió, una sonrisa que no era humana.

-El Ojo te observa, Nate. Siempre lo ha hecho. Crees que estás aquí para salvar a Emma, pero este lugar no es su prisión. Es la prueba.

Nate apretó los puños, sintiendo cómo el símbolo en su brazo comenzaba a arder.

-No me importa qué sea esto. Voy a encontrarla.

El reflejo oscuro rió.

-Eso es lo que todos dicen.

La elección de los espejos

El reflejo desapareció, y un camino de espejos comenzó a formarse frente a Nate. Cada uno mostraba un posible destino: algunos lo llevaban a versiones de Everlake que parecían irreconocibles, otros a mundos completamente ajenos.

Una voz familiar resonó desde un espejo cercano.

-Nate... ayúdame.

Era Emma, pero su reflejo estaba distorsionado, como si algo estuviera absorbiendo su esencia.

-¡Emma! -gritó, corriendo hacia el espejo.

Antes de que pudiera alcanzarlo, otro reflejo apareció, mostrando a Clara, con las manos extendidas y los ojos llenos de terror.

-¡No, Nate! ¡Es una trampa!

Nate se detuvo en seco, mirando entre ambos espejos. Las palabras de Liam resonaron en su mente: "El Ojo juega con nosotros."

La amenaza del Ojo

De repente, el suelo bajo sus pies comenzó a temblar. Un brillo rojo intenso iluminó el horizonte, y el Ojo apareció en el cielo reflejado en todos los espejos.

-El ciclo no se detendrá -retumbó una voz que parecía venir de todas partes y de ninguna a la vez-. Cada elección trae consecuencias.

Nate sintió que el peso de la decisión lo aplastaba. Miró hacia los espejos. ¿Emma o Clara? ¿Cuál era el verdadero camino?

-No voy a jugar tu juego -dijo, dirigiéndose al Ojo.

El símbolo en su brazo brilló intensamente, y un espejo desconocido se encendió al final del camino. Era completamente negro, sin reflejo alguno.

El camino al vacío

-Ese espejo... -susurró Nate, sintiendo un escalofrío.

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia él. A medida que se acercaba, los espejos a su alrededor estallaban en mil pedazos, y la risa del reflejo oscuro de Nate llenaba el aire.

-Estás eligiendo tu final, Nate.

Cuando tocó el espejo negro, una fuerza inmensa lo absorbió. Todo se volvió oscuro, y el sonido desapareció por completo.

La verdad detrás del ciclo

Cuando Nate abrió los ojos, estaba en el altar del lago, pero algo estaba diferente. Las estrellas en el cielo habían desaparecido, y el agua del lago estaba completamente quieta. Frente a él estaba Emma, con el mismo símbolo en su brazo que él.

-Emma... -susurró, acercándose.

Ella lo miró, pero no había alivio en sus ojos, solo tristeza.

-No debiste venir aquí.

Antes de que pudiera responder, una figura salió del bosque. Era el hombre del futuro, pero algo en él había cambiado. Su rostro estaba cubierto de cicatrices, y su mirada reflejaba un dolor profundo.

-Lo que has hecho tiene consecuencias, Nate. Has roto el ciclo, pero no lo has detenido.

El nuevo ciclo comienza

El hombre del futuro alzó un objeto brillante en su mano: un fragmento del espejo negro.

-Esto es lo único que puede detener al Ojo, pero requiere un sacrificio final.

Emma dio un paso adelante.

-No puedes pedirme que lo haga otra vez.

El hombre del futuro negó con la cabeza.

-No serás tú. Esta vez, el sacrificio debe venir del futuro.

Antes de que alguien pudiera reaccionar, el hombre del futuro rompió el fragmento, y una luz cegadora lo envolvió. Emma y Nate gritaron, pero cuando la luz se desvaneció, él había desaparecido... y con él, el altar.

El final abierto

Nate y Emma se miraron, el peso de lo ocurrido reflejado en sus rostros. El Ojo ya no estaba en el cielo, pero el aire seguía cargado de incertidumbre.

En el agua del lago, los fragmentos del espejo negro comenzaron a unirse lentamente, formando algo nuevo.

-Esto no ha terminado -susurró Emma, mirando su reflejo en el agua, donde ahora se veía una versión de ella misma con ojos completamente negros.

Desde el bosque, un viento frío sopló, y con él, un susurro:

-El ciclo siempre encuentra la manera de regresar.



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En el texto hay: misterio, suspenso, pueblo

Editado: 09.01.2025

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