Everlake

E13: Los herederos del futuro

El eco de los susurros en el bosque se desvaneció, dejando a Emma y Nate frente al lago inmóvil. A pesar de la aparente calma, ambos sentían que algo más grande se acercaba, algo que no podían comprender del todo.

-¿Crees que él... realmente detuvo al Ojo? -preguntó Emma, con la voz temblorosa.

Nate miró el agua del lago, donde los fragmentos del espejo negro seguían fusionándose lentamente.

-No lo sé. Pero si el ciclo se rompió, ¿por qué siento que apenas estamos comenzando?

Un viento helado sopló, y un nuevo reflejo apareció en el agua. No era de Emma, ni de Nate. Era de una mujer, desconocida para ambos. Su cabello oscuro ondeaba en el aire, y sus ojos, dorados y centelleantes, parecían mirar directamente a ellos.

-¿Quién es esa? -susurró Emma.

Antes de que Nate pudiera responder, el reflejo comenzó a moverse. Lentamente, la mujer salió del agua, no como un reflejo, sino como una figura real que emergía del lago.

-Mi nombre no importa -dijo, con una voz firme y llena de autoridad-. Pero he venido del futuro para corregir lo que ustedes no pudieron.

Un futuro roto

Emma dio un paso atrás, su corazón latiendo con fuerza.

-¿Del futuro? ¿Qué significa eso?

La mujer avanzó, el símbolo en su brazo brillando intensamente, más intrincado que el de Nate o Emma.

-Ustedes han sido las piezas de un juego que nunca entendieron. El Ojo no puede ser destruido, solo contenido. Pero su elección de romper el ciclo ha desencadenado algo mucho peor.

Nate frunció el ceño, intentando procesar sus palabras.

-¿Qué podría ser peor que el Ojo?

La mujer lo miró, su expresión grave.

-El ciclo era un equilibrio. Imperfecto, sí, pero funcional. Al romperlo, han liberado algo que no pertenece ni al abismo ni a este mundo. Una fuerza que consume no solo el tiempo, sino también la realidad misma.

Emma sintió un nudo en el estómago.

-¿Y qué quieres de nosotros?

La mujer levantó la mano, mostrando un pequeño objeto que brillaba con una luz cálida: una llave dorada con símbolos grabados en su superficie.

-Vengo a reemplazar el sacrificio que faltó. Mi vida por las suyas, y por el equilibrio que ustedes rompieron.

La resistencia de los espejos

Antes de que Emma pudiera responder, el lago comenzó a vibrar. Los fragmentos del espejo negro que habían estado fusionándose se elevaron en el aire, formando un círculo perfecto. Desde el espejo, una figura emergió: Liam.

Pero no era el Liam que conocían. Sus ojos estaban vacíos, su piel era gris y venas oscuras recorrían su cuerpo.

-No puedes detener lo que ya comenzó -gruñó, con una voz que resonaba como un eco.

Emma se acercó a él, con lágrimas en los ojos.

-¡Liam! ¡Somos nosotros!

Él la miró, pero no había reconocimiento en sus ojos.

-Liam ya no existe. Soy el Guardián del Vacío.

La mujer del futuro se interpuso entre Emma y Liam, su mirada fría e imperturbable.

-Tú eres una sombra de lo que el Ojo dejó atrás. No me detendrás.

Liam levantó una mano, y el aire alrededor se congeló. Un remolino de energía oscura comenzó a formarse a su alrededor, amenazando con arrastrarlos a todos.

-No pueden ganar. Este es el final del ciclo, y el comienzo del vacío.

El sacrificio incomprendido

La mujer del futuro extendió la llave dorada hacia el círculo formado por los fragmentos del espejo.

-Este objeto es la última pieza del equilibrio. Pero alguien debe cargar con el peso de colocarlo.

Nate se adelantó.

-Si eso salva a Emma, lo haré.

Ella lo detuvo, colocando una mano en su pecho.

-No. Esto no es para ustedes. Este es mi destino.

Antes de que pudieran detenerla, la mujer corrió hacia el círculo, el espejo brillando con una luz cegadora. Liam intentó atacarla, pero Emma y Nate lo sujetaron con todas sus fuerzas, mientras el suelo bajo ellos comenzaba a agrietarse.

-¡No puedes detener lo inevitable! -rugió Liam, mientras la mujer desaparecía en el espejo.

La luz se intensificó, y todo a su alrededor comenzó a desmoronarse.

Un equilibrio inestable

Cuando la luz se desvaneció, el lago estaba vacío, el espejo destruido, y Liam había desaparecido. Emma y Nate se encontraron solos, pero algo había cambiado.

El cielo estaba teñido de un color púrpura profundo, y el símbolo en sus brazos brillaba con una intensidad que no podían soportar.

-¿Qué pasó? -preguntó Emma, respirando con dificultad.

Una voz resonó a su alrededor, la misma voz de la mujer del futuro.

-El equilibrio ha sido restaurado, pero solo temporalmente. El ciclo nunca termina, solo se transforma. Prepárense, porque el verdadero Ojo aún no ha despertado.

Emma y Nate se miraron, aterrorizados. En el agua del lago, sus reflejos comenzaron a distorsionarse, mostrando versiones de sí mismos que no reconocían.

Desde el bosque, una figura los observaba desde las sombras. Sus ojos dorados brillaban, pero su rostro estaba oculto.

-El ciclo continúa... -murmuró la figura, antes de desaparecer.



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En el texto hay: misterio, suspenso, pueblo

Editado: 09.01.2025

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