Susurros de Magia y Destinos Entretejidos
El sol se alzaba tímidamente sobre el horizonte, bañando el claro del bosque con una luz dorada que danzaba entre las hojas. Habían pasado varios días desde el tenso encuentro entre Emily, Kieran y yo. Desde entonces, la atmósfera entre nosotros había estado cargada de silencios incómodos y miradas esquivas.
Esa mañana, mientras me dirigía al claro para nuestro entrenamiento habitual, noté algo diferente en el aire. Una sensación de anticipación que hacía que mi corazón latiera con más fuerza. Al llegar, encontré a Kieran y Emily conversando en voz baja. Sus rostros, iluminados por la suave luz matinal, mostraban una expresión de reconciliación que me sorprendió y alivió a partes iguales.
—Buenos días —saludé, intentando sonar casual mientras ocultaba mi curiosidad.
Kieran levantó la vista y me dedicó una sonrisa sincera, algo poco común en él.
—Buenos días, Daelyn. Emily y yo estábamos hablando sobre... bueno, sobre todo lo que ha pasado últimamente.
Emily asintió, acercándose a mí con una mirada llena de determinación.
—Sí, Daelyn. He estado pensando mucho y creo que he sido injusta contigo y con Kieran. Solo quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte, pase lo que pase.
Sentí una oleada de emoción y gratitud hacia mi amiga. La abracé con fuerza, sintiendo cómo las tensiones de los últimos días se desvanecían.
—Gracias, Emily. Significa mucho para mí.
Kieran nos observaba en silencio, y por un instante, capté una chispa de algo indefinible en sus ojos al mirar a Emily. Algo que hizo que mi corazón se encogiera ligeramente, aunque no supe por qué.
El entrenamiento de ese día transcurrió con una fluidez que no habíamos experimentado antes. La presencia de Emily parecía equilibrar nuestras energías, y por primera vez, sentí que estábamos en perfecta sintonía.
Al finalizar, nos sentamos juntos en el borde del claro, disfrutando de la brisa fresca y del canto lejano de los pájaros. Fue entonces cuando Kieran rompió el silencio.
—Emily, hay algo que debo decirte.
Emily lo miró con curiosidad, mientras yo contenía la respiración, anticipando sus palabras.
—Desde que llegué, he sentido una conexión especial contigo. Algo que no puedo explicar, pero que es real.
Emily parpadeó, claramente sorprendida.
—¿Conexión? ¿A qué te refieres?
Kieran suspiró, buscando las palabras adecuadas.
—En nuestra cultura, existe algo llamado "impregnación". Es un vínculo profundo y permanente que se forma entre dos almas destinadas a estar juntas. Y siento que eso ha ocurrido entre nosotros.
El mundo pareció detenerse. Miré a Emily, esperando su reacción. Su rostro mostraba una mezcla de confusión, sorpresa y algo más que no pude identificar.
—Kieran, yo... no sé qué decir. Esto es... inesperado.
Kieran asintió, su expresión seria pero llena de sinceridad.
—Lo sé. Y no espero que respondas ahora. Solo quería que lo supieras.
El silencio que siguió fue denso, cargado de emociones no dichas. Finalmente, Emily se levantó, su mirada perdida en el horizonte.
—Necesito tiempo para procesar esto.
Asentí, comprendiendo que su mundo acababa de volcarse de una manera que ninguno de nosotros podría haber anticipado.
Kieran la observó alejarse, una mezcla de esperanza y preocupación en sus ojos. Cuando finalmente desapareció entre los árboles, se volvió hacia mí.
—Daelyn, lamento si esto te ha sorprendido. No era mi intención causar más conflictos.
Negué con la cabeza, intentando procesar todo lo que acababa de suceder.
—No tienes que disculparte, Kieran. Solo... dame tiempo para entender todo esto.
Él asintió, y juntos nos quedamos en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos, mientras el sol continuaba su ascenso en el cielo, prometiendo un nuevo día lleno de incertidumbres y posibilidades.
Secretos y Encantamientos en la Habitación de Emily
La tarde caía lentamente, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados, mientras Kieran y yo nos dirigíamos a la casa de Emily. Habíamos decidido reunirnos allí para investigar más sobre mi magia y su posible conexión con Evernight. Emily, siempre entusiasta, nos había invitado a su habitación, un santuario dedicado al arte de la brujería.
Al cruzar el umbral de su habitación, una mezcla de asombro y curiosidad me invadió. Las paredes estaban cubiertas con papeles pintados de cartas del tarot y constelaciones, creando una atmósfera mística y acogedora. Estanterías repletas de libros antiguos, frascos con etiquetas enigmáticas y cristales de diversos colores adornaban cada rincón.
—Bienvenidos a mi humilde morada —dijo Emily con una sonrisa, haciendo un gesto amplio con las manos—. Pónganse cómodos.
Kieran observaba todo con interés, sus ojos recorriendo cada detalle de la decoración. Yo, por mi parte, no podía evitar sentir una ligera envidia por el ambiente que Emily había logrado crear.
#438 en Fantasía
#304 en Personajes sobrenaturales
magia amistad comedia familia, brujas romance magia cuervos, brujas magia blanca
Editado: 05.03.2025