La nueva Pangea

Dijeron que la Tierra cambiaría en doscientos cincuenta millones de años, que solo en este tiempo PANGEA última se formaría, provocándose los deshielos en tiempos anteriores y hundiendo grandes ciudades al paso de maremotos. Pero hubo algo que los científicos no tomaron como variable, algo importante, la capacidad humana para destruir sin control. Daño colateral que provoco el adelanto de nuestra caída.

Inventos de armas súper poderosas, puestas en uso luego que la guerra tecnológica se salió de control, el mundo fue introducido a la tercera guerra mundial. Todo comenzó con ataques cibernéticos, virus introducidos en momentos cruciales como elecciones, cambios en las bolsas, bancos cayendo sin fondos e intervención en bases de datos con información crítica de los países. Luego todo se fue de las manos, ataques en zonas sensibles con bombas, virus liberados en el ambiente, ataques sónicos.

El empleo de investigaciones para detener o al menos bajar la peligrosidad de un huracán, tornado o terremoto fueron tomadas por los ejércitos para hacer lo contrario. Crearon más bombas de hidrógeno, bombas capaces de taladrar el suelo tan profundo como una mina, para detonarla provocando terremotos y en cadena incluso traer maremotos a la ecuación.

El objetivo primordial era producir armas capaces de aplastar a un enemigo con solo un golpe sin gastar al ejército y evitar pérdidas humanas en este. Al final todos se vieron implicados en la guerra, unos para atacar y otros para defenderse. No había un pensamiento para Gaia, para su naturaleza, solo puro egoísmo y terquedad.

No fueron capaces de leer las señales, eventos meteorológicos cada vez más fuertes, volcanes en actividad que habían pasado décadas dormidos, terremotos constantes a altas escalas. Cambios de temperaturas bruscos, donde la nieve no caía hacía años de nuevo volvía. Olas de calor tomando vidas sin aviso. Derretimiento de glaciales, movimientos tectónicos provocando maremotos. Suicidios en masas de animales como ballenas y delfines atascados en la arena sin dejarse ayudar.

Pero eso no les importo a los gobiernos, el enemigo debía ser eliminado, así que la guerra continúo durante años, no había a dónde huir, cualquier lugar era horrible. Esta es la historia escrita en nuestros libros de historia de la humanidad de hoy, contado por aquellos que lograron sobrevivir. Garabateada como recuerdo para futuras generaciones, para aprender de nuestros errores. La verdad, no creo que eso pase, seguimos siendo los mismos irresponsables avariciosos.

El hecho es que los cambios fueron enormes, el ser humano tuvo que evolucionar a la fuerza. La tecnología avanzó a pasos agigantados, inteligencia artificial en el tope y nano robots en acción. Nuestra arquitectura tomó el nombre de caótica para la nueva era, fácil de reconstruir, capaz de soportar grandes movimientos terrestres, huracanes, tornados y dependiendo de la economía de las personas a vivir sería la casa, nada que ver con las casas antiguas, las nuestras eran como enormes figuras en formas cúbicas con mejoras tecnológicas.

Los idiomas fueron reducidos, demasiadas tierras hundidas hicieron desaparecer a muchos países y otras se desplazaron formando nuevas uniones. Los humanos de aquellos primeros tiempos de supervivencia se vieron obligados a superar grandes barreras mezclando los idiomas y creando así nuestra lengua de hoy. Aun así, cada colonia mantiene los idiomas que prefiera cada comunidad dentro de ellas.

En cuanto a los cambios en nuestros cuerpos se puede decir que ocurrieron para adaptarnos a lo nuevo de Gaia. Menos enfermizos con una respiración modificada debido al aumento del dióxido de carbono. Mayor usó del por ciento del cerebro, aumento en los ojos modificados debido a la oscuridad más continua en el planeta, por los volcanes y sus explosiones haciendo oscurecer la atmósfera. Por suerte, ya dejaron de expulsar o quizás todos estaríamos realmente muertos. Gracias que ha mejorado, con los años la luz solar llega ahora más. Por lo que cada generación fue modificando la forma de vida, como recopilar luz solar en grandes cantidades o empleo del viento.

Para mantener a las personas saludables, existe como un toque de queda en cada colonia para tomar el sol que llega, además de ponerse un medicamento que ayuda con esta acción necesaria para nuestra piel y cuerpo en general. Este nuevo mundo ya no tiene razas reconocidas por los gobiernos, debido a la gran mezcla entre la población y la falta de luz solar. Esta llegará en distintas cantidades a las colonias dependiendo de la posición. Y debo decir que a pesar de la mezcla hay comunidades en algunas colonias que tienen prohibido ligarse con otros que no posean su linaje como los asiáticos o europeos.

Algo bueno en nuestras nuevas generaciones, la alimentación es sana por lo que todas esas enfermedades del mundo antiguo no se verán, pero, aun así, no estamos a salvo de nuevas enfermedades debido al cambio climático. Es como si la tierra intentara exterminar nos, haciendo el aire más tóxico y convirtiendo a los animales en nuestros enemigos. No solo nosotros cambiamos en el nuevo mundo.