Excent

Cap. 1: Un estilo de vida

“Estamos ante un despliegue desafiante a la autoridad-decía la reportera-las siete banderas que se han desplegado en los edificios más importante de la ciudad con una sola palabra: ECENT, han conmocionado a todos; pero quiénes son esos Excent que ahora se adueñan de Ciudad Capital”.

Las sirenas de la policía se escuchaban pasar por las calles hacia los edificios en donde en siete idiomas diferentes se escribía en grandes letras EXCENT. Sofía veía a las personas detenerse y con sus celulares tomar fotos de los bomberos que desenganchaban las grandes pancartas y una joven dijo:

  • Me muero por conocer a un Excent.
  • Son tan atrevidos-dijo un chico.
  • Divinos-dijo otro.

De hecho de un tiempo acá la ciudad se veía atacada por estos sujetos conocidos como Excent. Según algunos decían por las redes, eran parte de la gran Elite que dominaba al mundo, otros decían que era una nueva tribu urbana y las ideas sobre el tema llovía; habían foros, chat especializados y toda una gama de artilugios que ahora eran la moda del momento: se habían hecho camisetas muy increíbles por cierto que tenían la palabra Excent o solo Ex, cuadernos, carteras, pulseras; la gama era variada y todo con un cierto dejo de exclusividad que encantaba a los jóvenes de entre 14 a 35 años.

Sofía veía todo como una especie de fiebre de moda y que esos sujetos, sea quienes sean solo deseaban llamar la atención como lo sucedido el 4 de Julio en las fiestas patrias, unos drones se apoderaron de la plaza pública y dieron un espectáculo de luces a todo el mundo; o la orquesta sinfónica que se presentó en el Hogar de ancianos y dio un concierto exclusivo para ellos a nombre de los mentados Excent, lo cierto es que iban desde cosas extravagantes que cautivaban al mundo e involucraban a todos. Por su parte Sofía Morales tenía una reunión importante en la avenida Bulevar, en un café de la zona con Janik Baker. Janik, era divino, le encantaba y daría mucho por ser algo especial para él, estar en su círculo social ya era un lujo, se conocieron en la iglesia, el sitio neutral en donde no había diferencias económicas y en donde todos se trataban normal.

Frente a un capuchino y un dulce las cosas eran otras no podía ver el futuro en la espuma del capuchino, pero sí sabía el destino que le esperaba a este en pocos minutos y era: ser ingerido ávidamente por ella, fue en ese momento que Janik Baker habló y ella puso atención:

  • Sofía hay un puesto de trabajo en mi empresa y es un buen puesto-hizo una pausa y dijo en voz baja- es un gran puesto…pero…

¿Pero? Alzo la miraba para ver el rostro hermoso de Janik y lo notó bastante contrariado, cosa rara, solo pudo decir:

  • Pero…
  • El jefe está loco.

¡Zas! no esperaba eso, sus ojos cafés se abrieron enormes y solo pudo preguntar:

  • ¿Loco…loco?-señaló su cabeza.
  • Bueno…Nel es un buen tipo, pero tiene sus bemoles-hizo una pausa para decir- es un Excent.
  • ¡Excent!

Los Excent comprendían una edad entre los 18 a 30 años, eso se sabía, ricos hasta más no poder, con gustos bastante extravagantes y que se jactaban de quebrantar las leyes terrenales:

  • ¿Eso es real?-preguntó ella.
  • Muy real-miró a todos lados y se alzó la manga de su exclusiva camisa y le mostró una pulsera con las letras doradas Ex-esta es una pulsera oficial.
  • Es hermosa.
  • Oro labrado magistralmente por un exclusivo diseñador de joyas japonés, Nahito.

Ese tal Nahito era uno de ellos, joven 27 años y con talento para hacer arte en joyería, Sofía no  podía creer lo que estaba oyendo y preguntó:

  • ¿Eres uno de ellos?
  • No, no soy uno de ellos…soy como un visitante autorizado, son privilegios que tienen unos pocos.
  • No sé qué decir…

Janik tenía que explicar e intentó hacerlo:

  • Nel se involucró o lo involucraron, sea cual sea ese asunto, pero es uno de ellos y cada día está peor…arrogante y loco, ha despedido a 30 secretarias este mes y no una diariamente.
  • Complicado el tipo.
  • Mucho, lo cierto es que le dije que lo ayudaría en encontrar una secretaria nueva y resistente y por eso pensé en ti-entonces añadió-eres una chica con valores y no cederás a sus locuras.

¿Ceder? Ella solo veía sus ojos verdes mirándola y él le deslizo un papel con la cantidad que le pagarían:

  • Es mucho.
  • Tiene incluida indemnizaciones por…todo.
  • ¿Han recurrido a la agencia?
  • Claro a todas y no ven el empleo viable y nos tienen como clientes difíciles y no nos envían aspirantes por eso, no duran.
  • Bueno…necesito trabajo.
  • Y yo de tu ayuda ¿aceptas el reto?
  • Claro que sí.

¿Qué había dicho? ¿Sí? ¿En qué se estaba metiendo? Ni ella mismo lo sabía, pero estaría cerca de Janik y sería su mano derecha y…si tenía suerte: su novia, sonrió a lo tonto sin imaginar Sofía Morales que se estaba metiendo en el excéntrico mundo de los Excent.




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