Capítulo 2: Papeles y documentos.

MÍA.

Ya había pasado una semana y unos cuantos días desde que había hecho la audición, el email todavía no llegaba y mis esperanzas comenzaban a desaparecer por el subsuelo. Pasé mis días libres sólo pendiente de la computadora sin salir, esperando a una respuesta, pero nada llegaba. Mi madre intentó animarme haciendo galletas, pasteles, empanadas, lasaña, pero nada lo hacía, nada me animaba, sólo me quedaba el día mirando mi email, esperando que algo pasara, o más bien, llegara.

Mi madre harta y cansada de mi actitud decidió que necesitaba darme tiempo libre. Fuimos a comprar ropa y suministros para la casa y distraerme un poco, ella estaba realmente preocupada por mí.

Luego del pasar la mañana haciendo compras y conociendo un poco más la ciudad, no encontramos comiendo en un restaurant muy lindo que nos llamó la atención a ambas por su estilo rústico y su ambiente exótico que sería completamente nuevo para un nativo surcoreano, pero para mi madre y yo que habíamos probado tantas cosas en Estados Unidos, se podía sentir un poco igual y estábamos bien con ello.

Cuando comíamos mi celular vibró dándome a saber que alguna notificación había llegado.

— Mami, espérate un momentico que me llegó algo —dejé el tenedor a un lado y saqué el teléfono de mi bolsillo, ella asintió sin hacerme mucho caso.

Al ver el destinatario mis manos comenzaron a dar pequeños espasmos y mi estómago se retorció, con manos temblorosas y con el pulso arrítmico lo abrí:

“Big Hit Entertainment:

Gonzales Mía–ssi:

Buenos días.

Cordiales saludos de parte de Big Hit Entertainment.

Lamento informarle que usted no ha pasado la audición de admisión, después de una larga deliberación, se decidió que aún no estaba lista para formar parte de nuestra agencia. En una votación de 5 personas, 3 estuvieron en su contra. Y, aunque no haya conseguido el puesto, se le quiere hacer saber que usted tiene un gran talento y que debería seguir intentándolo.

Puede regresar a la compañía el día que usted desee para retirar sus papeles. Estamos abiertos desde las 7:00 am hasta las 9:00 pm. Tal vez en un futuro usted pueda volver a intentarlo y conseguir el puesto.

Big Hit Entertainment le desea máxima suerte en sus próximos proyectos.

Tenga un buen día.

Secretario del vice-presidente.

Himura Taeyang.”

Con cada palabra una lágrima se acumulaba en mis ojos hasta que no pude retenerlas. Dejé el teléfono sobre la mesa y tomé una servilleta que ahí se encontraba, traté de borrar las lágrimas que habían caído, pero esto era un caso perdido ya que venían más detrás.

— Mía, ¿qué pasó? —preguntó mi madre con preocupación mientras me miraba.

— No me aceptaron, mami —dije para que mis lágrimas cayeran con más fuerzas, mi mamá se levantó y me dio un abrazo.

Pedimos la cuenta y nos dirigimos a casa. Quería pasar ese día siendo consolada por mi mamá, pasar el día en su cuarto viendo televisión mientras ella me acaricia la cabeza y me dice cosas lindas. Quería un día de un descanso completo del drama por el cual estaba pasando.

Me sentía mal, sabía que los jueces no tendrían consideración alguna al momento de evaluar debido a lo descortés que había sido al pedir una oportunidad más, pero sólo había enfermado y sabía que podía continuar, necesitaba la oportunidad. Pero me había confiado mucho, una parte de mí, realmente, había creído que pasaría y sería una Traineer de manera rápida y fácil, pero eso no había sucedido. Por otro lado, sentía mis sueños destruidos, me sentía desesperanzada. Ese día me sentía tan segura, tan confiada. Eso me destruyó.

✨✨✨

Era lunes en la mañana, había despertado temprano y de un humor mejor del que había estado teniendo los últimos días, así que decidí aprovecharlo e ir a la agencia a buscar mis papeles. Me bañé y vestí y me fui caminando, necesitaba que me diera un poco el aire y el sol, necesitaba un respiro.

Al entrar en la agencia lo primero que noté fue a un muchacho en la recepción, era flaco y alto, tenía hombros anchos, tenía un gorro cubriendo su cabello, pero sabía perfectamente quién era, Rap Monster. Me acerqué hasta donde estaba, me quedé detrás de él sin interrumpir la conversación que llevaba, hablaba con el recepcionista como viejos amigos. Cuando terminaron de hablar él volteó por un momento muy corto y me vio, no me reconoció a la primera así que volteó de nuevo, ésta vez si descubriendo mi identidad.