El cazador de huérfanos 3.

Viernes 22 de Diciembre -23:45 PM.

En el centro del primer distrito se podían presenciar edificios enormes, tan altos que casi rozaban las nubes. Pero mientras más lejos del centro te encuentres, más se puede notar como los edificios de a poco se vuelven más pequeños hasta pasar a dar lugar a los barrios, casa y mansiones de las personas.

En este momento ambos nos encontrábamos en la azotea de un edificio de 30 pisos. Ya dejamos todo minuciosamente preparado y junto a nosotros se encontraban varios aparatos y sensores entre otras cosas.

-¿Ya está todo listo? –Me pregunto.

-Así es –Respondí firme- Todos los aparatos se encuentran encendidos y funcionando sin problemas-

-Excelente-

Aprovechando que él inicio a hablar quise comentarle algo -¿Y cómo harás para colocar la bomba? -Le pregunte a Aleister, hace unos días mientras repasábamos el plan me explico como lo haría, pero me costaba mucho creer que pudiera hacer eso tomando en cuenta los demás factores.

-Ya te lo había dicho. No te preocupes que todo saldrá bien, y si no es así por algo te traje a mi lado-

-Aunque digas eso, igual creo que…- De un segundo para otro el acorto la distancia que existía entre nosotros y sin previo aviso metió su lengua en mi boca sin dejarme terminar hablar. Eso hizo que me exaltara pero simplemente cedi mi cuerpo ante sus impulsos.  Podía sentir como colocaba su mano en mi barbilla mientras su lengua exploraba mi interior sin permiso.

De repente la luz de uno de los aparatos comenzó a titilar a la vez que hacia un extraño sonido. El dispositivo en cuestión hacia esto, ya que uno de los sensores que colocamos cerca de la entrada al distrito se había activado. Él sabía lo que eso significaba así que rápidamente se apartó de mí y se dirigió a la esquina del edificio, justo al borde de caerse. Su atuendo era completamente negro y no dejaba ver ni un centímetro de piel, se tapó la cara con una extraña mascara japonesa y me dijo –No te preocupes, yo confió en ti –Acto seguido desapareció sin dejar rastro.

Yo lo observaba desde mi lugar, no me había movido ni un milímetro – Ten cuidado –Se lo dije demasiado tarde como para que pudiera oír mis palabras.

<No tengo que distraerme> Pensé <Él confía en mí y es hora de trabajar>

Utilizando las ecuaciones de la explicacion de Vodhfa doble todo el espacio tiempo a mí alrededor gracias a mi dimension de bolsillo. Pase de estar en la esquina del techo de un edificio de 30 pisos a estar sobre otra mucho más chica y con vista a la ruta principal.

Con la paciencia de un gato me senté en la esquina del techo a esperar. Observaba a varios autos pasar hasta que llegó el momento en el que se acercó mi objetivo. Era muy normal ver camiones blindados por aquí ya que los ricos necesitan transportar su dinero y cosas de valor en algún lugar. Pero para pasar desapercibidos los de Onyx decidieron usar camiones que llevaban conteiners, tres de estos camiones aparecieron en la ruta y eran escoltados por siete motos con guardias de seguridad.

Me senté en puntas de pie en la esquina del edificio, la máscara que llevaba no me dejaba sentir el viento, pero de todos modos percibía como este movía parte de mi ropa –Ya es hora –Le dije a los fantasmas que seguían mi venganza. Cuatro gigantescos tentáculos se formaron desde mi espalda y usándolos como impulso salte hacia el techo del conteiner del medio.

Los motores de los camiones hacían mucho ruido, pero era imposible que alguien no sintiera mi aterrizaje sobre el metálico techo. En mi mente sabía que debía ser lo más rápido posible así que sin perder tiempo utilice uno de mis tentáculos para crear un agujero en el metal para luego agrandarlo usando otros dos.

De un salto ingrese al interior, todo se encontraba completamente oscuro pero aun así logre distinguir más al fondo a alguien tapándose con una sábana, por la figura parecía un niño mayor a los 9 años. Pero aun así no dejaba de ser un objetivo de Onyx, dando cortos y silenciosos pasos me acerque a él.

-Tranquilo –Le decía mientras le mostraba mis dos manos- No soy alguien peligroso, pero vine a rescatarte de la gente peligrosa –Una vez que me encontré a su espalda coloqué mi mano en su hombro, mi intención era sacarle la sabana para poder sacarlo de aquí; pero justo antes de hacerlo comencé a sentir un fuerte dolor, uno tal que me paralizo por unos segundos. Lleve mi vista a la fuente de esto y vi como un cuchillo me atravesaba la palma de la mano.

-Mi mamá dice que no salga con extraños –Escuche decir a una muy extraña y tétrica voz.

La persona detrás de la sabana se levantó hasta ser casi de mi misma altura, tomo la sabana y la arrojo para un costado –No vuelvas a tocarme si todavía quieres conservar la mano-

No estaba entendiendo lo que sucedía y debido a esa distracción la persona me metió una patada tan fuerte que mi espalda impacto en las puertas del conteiner.  Si controlara mejor esta asquerosa habilidad de tentáculos a lo mejor podría haber evitado ese golpe, o como mínimo el impacto.

Utilice mis dos tentáculos inferiores para cubrirme el torso y los brazos. A uno de los tentáculos superiores lo enrolle y libere contra esa persona como si de un puño se tratara lanzándole al otro extremo.

-Nada mal –Dijo la persona. Mientras su voz sonaba en el aire, simplemente desapareció.

Comencé a caminar despacio y observaba todo mi alrededor dando vueltas < ¿Cómo pude perderlo de vista?> Me preguntaba.

Podía escuchar su chillona risa provenir de varios lugares a la vez ¿Esta es su habilidad estrella? ¿Hace ilusiones? De repente sentí algo tocar mi espalda, me giré y esa persona se encontraba con un cuchillo roto en la mano mientras que la otra parte del cuchillo se encontraba tirada a mis pies.

-Tengo buena resistencia –Aproveche que él estaba confundido para meterle un golpe con todas mis fuerzas, dando como resultado que rompiera la puerta del camión y este cayera sobre uno de los guardias en moto que se encontraban siguiéndonos detrás.